133. Ruta de las Necrópolis Medievales desde Revenga
near Regumiel de la Sierra, Castilla y León (España)
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▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 46 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 337 metros (superior al que estima Wikiloc).
LA PLANIFICACIÓN MULTIPLICATIVA (o ‘dos pájaros de un tiro’)
Hacía tiempo que habíamos visto esta ruta o sus variantes en un puñado de senderistas. Nos atraía, pero nos quedaba algo lejos (‘a ver, que no es por lo lejos, considerado teóricamente; es por los km que hay que conducir, considerados en términos prácticos…’). Así que ‘la acercamos’ (la ruta): Cogimos dos días seguidos de vacación, reservamos un hotel en la zona, y aprovechamos para hacer sesión continua. Dos rutas lejanas se convirtieron así en lejana la primera, pero cercana la segunda.
LA RUTA
La excursión parte del área recreativa de Comunero Revenga, entre Quintanar de la Sierra y Regumiel de la Sierra; la tierra de Pinares, en el sureste de Burgos. Hay allí una necrópolis medieval con numerosas tumbas excavadas en la roca. A unos 7 km, la ruta se prolonga hasta la necrópolis de Cuyacabras, aún más impactante. En el trayecto hay dos eremitorios, el de La Cerca y el de la Cueva de Andrés. El primero de ellos conserva más vestigios objetivos; al segundo hay que ponerle más imaginación. En medio y luego durante todo el regreso, bosques y más bosques de robles, pinos y helechos; y un río, ahora en su descarnado lecho.
Aunque hicimos variaciones, tomamos como referencia base la guía de dos usuarios de Wikiloc (‘MiraBurgos’ y ‘Lasrutasdejulio’). Gracias. Curiosamente, a los tres nos salió la misma pendiente, pero la nuestra fue dos km más corta que la primera y dos más larga que la segunda. Hay, pues, margen para introducir novedades.
En cualquier caso, la ruta es relativamente fácil de seguir (siempre se aconseja el soporte de una guía). Asimismo, tiene una baja exigencia física y sin complicaciones técnicas. No habrá, pues, grandes emociones físicas. En cambio, sí las habrá de tipo psicológico, por los aspectos culturales, aparte de la sosegada placidez del paisaje.
No obstante, hay dos cuestiones a considerar en cuanto a posibles demandas o dificultades; ambas relacionadas con el río Torralba:
Primero, si bien casi siempre dispondremos de un camino o sendero marcado, en algunos puntos, particularmente tras cruzar el río en el regreso, la senda desaparece. Bastará con que nos mantengamos y avancemos cerca de la orilla del río.
Segundo, en época estival, el río estaba casi seco. Sólo un débil regato emergía a la superficie a trechos. Ahora bien, dado que hay que atravesarlo varias veces, en otras épocas del año o con tiempo lluvioso, será necesario descalzarse o llevar calzado impermeable.
DESTACADO
El elemento más significativo de la ruta son las necrópolis rupestres de Revenga y Cuyacabras. Se mantienen relativamente bien conservadas, a pesar del paso del tiempo a la intemperie. Hay, además, dos eremitorios rupestres, el de La Cerca y la Cueva Andrés. Éstos han sufrido un mayor deterioro, tanto por las inclemencias del tiempo como por las manos humanas.
En la necrópolis de Revenga, hay documentadas unas 140 tumbas; en el de Cuyacabras, unas 180. Son cementerios de piedra donde se practicaban enterramientos en la temprana edad media (principalmente, siglos X y XI). En promontorios de sólida roca, en el suelo, se horadaban sepulturas antropomorfas (con forma humana); de muy distintos tamaños (algunas de sólo 40 cm); hay también nichos en las paredes.
Impresiona ver estas dos necrópolis allí encabalgadas. Arropadas por el bosque y mirando al firmamento; origen y destino. El escenario, en total soledad y silencio, consigue transportarte. Una experiencia fascinante, extraordinaria.
La Cerca corresponde a un ermitorio o cenobio, también alto-medieval. Una cueva, un altar junto a un roble viejo, diversas grabaciones con símbolos religiosos en la roca, y algunas tumbas antropomorfas semi-tapadas por la vegetación. Se agradece el poder verlo así, rústico, original. (Alguna ‘firma’ no original sobra).
Los restos del otro eremitorio, la Cueva Andrés, son más modestos y están más deteriorados, pero resultan igualmente sugerentes. Con cierta dificultad, pueden distinguirse una alacena y un oratorio con un arco de herradura tallado en relieve y una cruz griega esculpida. El enclave parece en fuera de este mundo.
Toda esa cultura se halla en medio de un bosque acogedor. Espacioso y limpio. Gusta salirse del camino de vez en cuando. Robles y enormes pinos. Los suelos están mullidos, alfombrados de hojas secas de aquellos y pinocha de éstos. Los omnipresentes helechos adornan el conjunto; no constituyen maleza que dificulte el tránsito. Además, gracias a los árboles, iremos casi siempre en sombra. En un día soleado de verano, constituye un punto favorable adicional.
En la ida (de Revenga a Cuyacabras), los bosques presentan notable variedad. Además, ese trayecto incluye los importantes alicientes de las necrópolis en los extremos y los eremitorios en el medio. En cambio, el bosque de regreso (de Cuyacabras a Revenga), siendo espléndido, resulta harto homogéneo y sin atracciones extra. En la zona final, el río Torralba aporta contraste, aunque sin duda éste se notará más cuando recobre el curso del agua. Ahora, apenaba verlo exhausto.
ANÉCDOTA
Ocurrió en pleno bosque, en lo más alto. ¿Dónde podía ser, si no (todo era bosque en la ruta)? Entre La Cerca y Cueva Andrés. No había pueblos en bastantes kilómetros a la redonda, ni habíamos visto en ningún momento señal alguna de actividad humana.
Oímos lo que parecían ladridos fuertes y continuados. Pensé que no podía ser un perro. ¿Qué haría allí un perro? A no ser que fuera alguno salvaje. Así que se me ocurrió que podrían ser corzos (en alguna ocasión previa nos engañaron sus ‘ladridos’), que nos habrían olido.
Le dije a mi acompañante: “Quédate aquí cerca del camino. Pero atrinchérate detrás de algún árbol. Yo voy a indagar”. ¡Qué locura! Pensándolo ahora, ¡qué nece(si)dad tenía! Claro, disponía de mi aguerrida cachava (‘con puntera’…) conmigo. Y las ansias por descubrir….
Subí por una ladera hacia el lugar de procedencia. Un perrazo renegrido y de aspecto fiero se lanzó hacia mí. No me moví. Sólo afiancé los pies en el suelo y blandí la cachava en el aire. Fue suficiente. Deambuló en paralelo. Me fui alejando despacio. Se calmó. Adiós.
Bajé al camino. En sentido contrario, llegaba un hombre de edad avanzada, fino y nervudo; de aspecto dinámico. Se notaba su buena forma. En pantalón corto y polo. Por todo pertrecho, llevaba una pequeña mochila y una cachava ‘normal’. Nos dijo que el perro había salido de una granja de cabras, minúscula y solitaria, cuando él pasaba.
Le pregunté si no le daba ‘miedo’ ir solo. Poco menos que nos dijo, para entendernos coloquialmente, que ‘mejor solo que mal acompañado’. Y no se refería a ‘malas compañías’. Más bien, a compañeros que no fueran capaces de seguir su ritmo. Viéndole moverse con la ligereza de un corzo, comprendí perfectamente su actitud.
También nos dijo que había subido recientemente al Pico Muñalba (2.074 metros), la tercera cumbre más alta de la provincia de Burgos. Con toda modestia, sin alarde alguno; como cosa normal. Viendo su porte, necesité menos de un milisegundo para creerle.
No estaría lejos de los 75 años. ‘Conectamos’ inmediatamente y de modo fluido. Viendo su energía y su afabilidad, habríamos (él y nosotros) estado encantados de compartir un rato de ruta en compañía. …Si hubiéramos ido en la misma dirección.
Nos alegró saber que hay gente así. Sentí envidia sana: alegría por lo que el otro tiene y que nosotros también anhelamos.
Entonces no lo supe, pero nos dejó sembrada la semilla de un deseo cuyo brote se hizo incontenible. Pronto el Muñalba sería un objetivo irrenunciable.
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/palacios-de-la-sierra-fantasias-petreas-y-robledales-111857745
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/bosques-de-robles-calderas-y-ciudad-de-piedra-desde-monasterio-de-la-sierra-106663281
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/lagunas-de-neila-99395871
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 46 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 337 metros (superior al que estima Wikiloc).
LA PLANIFICACIÓN MULTIPLICATIVA (o ‘dos pájaros de un tiro’)
Hacía tiempo que habíamos visto esta ruta o sus variantes en un puñado de senderistas. Nos atraía, pero nos quedaba algo lejos (‘a ver, que no es por lo lejos, considerado teóricamente; es por los km que hay que conducir, considerados en términos prácticos…’). Así que ‘la acercamos’ (la ruta): Cogimos dos días seguidos de vacación, reservamos un hotel en la zona, y aprovechamos para hacer sesión continua. Dos rutas lejanas se convirtieron así en lejana la primera, pero cercana la segunda.
LA RUTA
La excursión parte del área recreativa de Comunero Revenga, entre Quintanar de la Sierra y Regumiel de la Sierra; la tierra de Pinares, en el sureste de Burgos. Hay allí una necrópolis medieval con numerosas tumbas excavadas en la roca. A unos 7 km, la ruta se prolonga hasta la necrópolis de Cuyacabras, aún más impactante. En el trayecto hay dos eremitorios, el de La Cerca y el de la Cueva de Andrés. El primero de ellos conserva más vestigios objetivos; al segundo hay que ponerle más imaginación. En medio y luego durante todo el regreso, bosques y más bosques de robles, pinos y helechos; y un río, ahora en su descarnado lecho.
Aunque hicimos variaciones, tomamos como referencia base la guía de dos usuarios de Wikiloc (‘MiraBurgos’ y ‘Lasrutasdejulio’). Gracias. Curiosamente, a los tres nos salió la misma pendiente, pero la nuestra fue dos km más corta que la primera y dos más larga que la segunda. Hay, pues, margen para introducir novedades.
En cualquier caso, la ruta es relativamente fácil de seguir (siempre se aconseja el soporte de una guía). Asimismo, tiene una baja exigencia física y sin complicaciones técnicas. No habrá, pues, grandes emociones físicas. En cambio, sí las habrá de tipo psicológico, por los aspectos culturales, aparte de la sosegada placidez del paisaje.
No obstante, hay dos cuestiones a considerar en cuanto a posibles demandas o dificultades; ambas relacionadas con el río Torralba:
Primero, si bien casi siempre dispondremos de un camino o sendero marcado, en algunos puntos, particularmente tras cruzar el río en el regreso, la senda desaparece. Bastará con que nos mantengamos y avancemos cerca de la orilla del río.
Segundo, en época estival, el río estaba casi seco. Sólo un débil regato emergía a la superficie a trechos. Ahora bien, dado que hay que atravesarlo varias veces, en otras épocas del año o con tiempo lluvioso, será necesario descalzarse o llevar calzado impermeable.
DESTACADO
El elemento más significativo de la ruta son las necrópolis rupestres de Revenga y Cuyacabras. Se mantienen relativamente bien conservadas, a pesar del paso del tiempo a la intemperie. Hay, además, dos eremitorios rupestres, el de La Cerca y la Cueva Andrés. Éstos han sufrido un mayor deterioro, tanto por las inclemencias del tiempo como por las manos humanas.
En la necrópolis de Revenga, hay documentadas unas 140 tumbas; en el de Cuyacabras, unas 180. Son cementerios de piedra donde se practicaban enterramientos en la temprana edad media (principalmente, siglos X y XI). En promontorios de sólida roca, en el suelo, se horadaban sepulturas antropomorfas (con forma humana); de muy distintos tamaños (algunas de sólo 40 cm); hay también nichos en las paredes.
Impresiona ver estas dos necrópolis allí encabalgadas. Arropadas por el bosque y mirando al firmamento; origen y destino. El escenario, en total soledad y silencio, consigue transportarte. Una experiencia fascinante, extraordinaria.
La Cerca corresponde a un ermitorio o cenobio, también alto-medieval. Una cueva, un altar junto a un roble viejo, diversas grabaciones con símbolos religiosos en la roca, y algunas tumbas antropomorfas semi-tapadas por la vegetación. Se agradece el poder verlo así, rústico, original. (Alguna ‘firma’ no original sobra).
Los restos del otro eremitorio, la Cueva Andrés, son más modestos y están más deteriorados, pero resultan igualmente sugerentes. Con cierta dificultad, pueden distinguirse una alacena y un oratorio con un arco de herradura tallado en relieve y una cruz griega esculpida. El enclave parece en fuera de este mundo.
Toda esa cultura se halla en medio de un bosque acogedor. Espacioso y limpio. Gusta salirse del camino de vez en cuando. Robles y enormes pinos. Los suelos están mullidos, alfombrados de hojas secas de aquellos y pinocha de éstos. Los omnipresentes helechos adornan el conjunto; no constituyen maleza que dificulte el tránsito. Además, gracias a los árboles, iremos casi siempre en sombra. En un día soleado de verano, constituye un punto favorable adicional.
En la ida (de Revenga a Cuyacabras), los bosques presentan notable variedad. Además, ese trayecto incluye los importantes alicientes de las necrópolis en los extremos y los eremitorios en el medio. En cambio, el bosque de regreso (de Cuyacabras a Revenga), siendo espléndido, resulta harto homogéneo y sin atracciones extra. En la zona final, el río Torralba aporta contraste, aunque sin duda éste se notará más cuando recobre el curso del agua. Ahora, apenaba verlo exhausto.
ANÉCDOTA
Ocurrió en pleno bosque, en lo más alto. ¿Dónde podía ser, si no (todo era bosque en la ruta)? Entre La Cerca y Cueva Andrés. No había pueblos en bastantes kilómetros a la redonda, ni habíamos visto en ningún momento señal alguna de actividad humana.
Oímos lo que parecían ladridos fuertes y continuados. Pensé que no podía ser un perro. ¿Qué haría allí un perro? A no ser que fuera alguno salvaje. Así que se me ocurrió que podrían ser corzos (en alguna ocasión previa nos engañaron sus ‘ladridos’), que nos habrían olido.
Le dije a mi acompañante: “Quédate aquí cerca del camino. Pero atrinchérate detrás de algún árbol. Yo voy a indagar”. ¡Qué locura! Pensándolo ahora, ¡qué nece(si)dad tenía! Claro, disponía de mi aguerrida cachava (‘con puntera’…) conmigo. Y las ansias por descubrir….
Subí por una ladera hacia el lugar de procedencia. Un perrazo renegrido y de aspecto fiero se lanzó hacia mí. No me moví. Sólo afiancé los pies en el suelo y blandí la cachava en el aire. Fue suficiente. Deambuló en paralelo. Me fui alejando despacio. Se calmó. Adiós.
Bajé al camino. En sentido contrario, llegaba un hombre de edad avanzada, fino y nervudo; de aspecto dinámico. Se notaba su buena forma. En pantalón corto y polo. Por todo pertrecho, llevaba una pequeña mochila y una cachava ‘normal’. Nos dijo que el perro había salido de una granja de cabras, minúscula y solitaria, cuando él pasaba.
Le pregunté si no le daba ‘miedo’ ir solo. Poco menos que nos dijo, para entendernos coloquialmente, que ‘mejor solo que mal acompañado’. Y no se refería a ‘malas compañías’. Más bien, a compañeros que no fueran capaces de seguir su ritmo. Viéndole moverse con la ligereza de un corzo, comprendí perfectamente su actitud.
También nos dijo que había subido recientemente al Pico Muñalba (2.074 metros), la tercera cumbre más alta de la provincia de Burgos. Con toda modestia, sin alarde alguno; como cosa normal. Viendo su porte, necesité menos de un milisegundo para creerle.
No estaría lejos de los 75 años. ‘Conectamos’ inmediatamente y de modo fluido. Viendo su energía y su afabilidad, habríamos (él y nosotros) estado encantados de compartir un rato de ruta en compañía. …Si hubiéramos ido en la misma dirección.
Nos alegró saber que hay gente así. Sentí envidia sana: alegría por lo que el otro tiene y que nosotros también anhelamos.
Entonces no lo supe, pero nos dejó sembrada la semilla de un deseo cuyo brote se hizo incontenible. Pronto el Muñalba sería un objetivo irrenunciable.
RUTAS CERCANAS
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https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/lagunas-de-neila-99395871
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