Ruta de Las Merinas
near Belalcázar, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta fue realizada por el grupo de senderismo Los Pedroches el Domingo 22 de Febrero del 2009, un día muy agradable y soleado, aunque a primera hora hacía algo de fresco, la ruta la iniciamos en el Puente de San Pedro en Belalcazar, el cual fue construido en el siglo XVIII, también visitamos unas termas romanas, aunque estas se encuentran en una finca privada llamada la Selva, y que está justo en el camino por donde pasamos, y que al parecer no hay problema en poder visitar.
COMENTARIO 1:
En su aparente sencillez la ruta de ayer escondía una gran riqueza histórica y botánica. Las sorpresas comenzaron al inicio de la ruta, sobre un puente conocido como romano , que en realidad fue el fruto de una reclamación de los habitantes de Belalcazar a las clarisas a finales del s. XVIII. Comenzamos a andar entre sembrados y barbechos, observando poco a poco el cambio que se va produciendo en los suelos que pasan de un color oscuro, a un color anaranjado poblado de piedras redondas propias de los ríos. En realidad nos encontramos sobre terrenos que ocupó el zújar, de ahí que en vez de cuarzo y granito encontremos cantos redondeados. Otra sorpresa más, atravesamos un encinar fuerte, joven y espeso en medio de una zona casi desarbolada , parece ser que hace casi 100 años sus habitantes lo sembraron. El terreno se quiebra, la pizarra empieza a aflorar, y entramos en los conocidos como malagones, palabra que hace referencia aquí a aquellos terrenos malos para cultivos y pastos. No son completamente estériles sin embargo, la criadilla o trufa de nuestra comarca encuentra aquí su hábitat, delatando su presencia la aparición de unas pequeñas plantas en forma de roseta. Finalmente las cunetas amarillean con la flor de la caléndula o Micaela como la llaman en Belalcazar, pequeño tesoro medicinal para heridas y otras aplicaciones curativas.
-Escrito por M.Dolores Carbonero, el 23-02-09
COMENTARIO 1:
En su aparente sencillez la ruta de ayer escondía una gran riqueza histórica y botánica. Las sorpresas comenzaron al inicio de la ruta, sobre un puente conocido como romano , que en realidad fue el fruto de una reclamación de los habitantes de Belalcazar a las clarisas a finales del s. XVIII. Comenzamos a andar entre sembrados y barbechos, observando poco a poco el cambio que se va produciendo en los suelos que pasan de un color oscuro, a un color anaranjado poblado de piedras redondas propias de los ríos. En realidad nos encontramos sobre terrenos que ocupó el zújar, de ahí que en vez de cuarzo y granito encontremos cantos redondeados. Otra sorpresa más, atravesamos un encinar fuerte, joven y espeso en medio de una zona casi desarbolada , parece ser que hace casi 100 años sus habitantes lo sembraron. El terreno se quiebra, la pizarra empieza a aflorar, y entramos en los conocidos como malagones, palabra que hace referencia aquí a aquellos terrenos malos para cultivos y pastos. No son completamente estériles sin embargo, la criadilla o trufa de nuestra comarca encuentra aquí su hábitat, delatando su presencia la aparición de unas pequeñas plantas en forma de roseta. Finalmente las cunetas amarillean con la flor de la caléndula o Micaela como la llaman en Belalcazar, pequeño tesoro medicinal para heridas y otras aplicaciones curativas.
-Escrito por M.Dolores Carbonero, el 23-02-09
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