Ruta de las Dehesas + Ruta del Toro (Cabanillas de la Sierra)

Fue en el municipio madrileño de Cabanillas de la Sierra donde se plantó el primer toro de Osborne a orilla de una carretera española. Año 1957. De esas siluetas negras bovinas diseñadas por el artista gaditano Manolo Prieto, y que publicitaban una marca de brandy de Jerez de la Frontera, hoy solo perviven 91 en el solar ibérico. Una de ellas, cómo no, la de Cabanillas. Las vallas actuales, ya sin fines comerciales y preservadas como patrimonio cultural, alcanzan mayores proporciones que las originales, que apenas medían cuatro metros (por los 14 de ahora; además, la piel del astado se curtía primigeniamente sobre madera).

La caminata campestre que aquí se propone combina paseos por cañadas, dehesas de encinas y fresnos (algunas precisamente con fincas de ganado bravo) y bosquecillos de enebros para, ya casi al final, postrarse ante el rótulo del cornúpeto de Cabanillas, que pasta en un lateral de la autovía Madrid-Burgos (A-1).

El itinerario progresa por un paisaje muy ganadero, seña de identidad cultural cabanillera, y con vistas a la rugosa sierra de la Cabrera. De dificultad baja, enlaza dos de los tres senderos locales de Cabanillas: la Ruta Ecológica de las Dehesas (SL 02) y la Ruta del Toro (SL 01). Son 14,5 kilómetros de recorrido, donde predomina el llaneo, con 240 metros de desnivel. Se puede completar tranquilamente en cuatro horas, a ritmo pausado y con paseo final por el pueblo para conocer su iglesia y la plaza del Ayuntamiento. Aunque ambas rutas están señalizadas con balizas, carteles explicativos sobre el entorno y mesas panorámicas, algunos cruces (muy pocos, realmente) carecen de señalización (o no los supimos ver), por lo que se recomienda descargarse algún track y seguirlo.

RUTA ECOLÓGICA DE LAS DEHESAS
Se sale desde el aparcamiento que hay a la entrada del pueblo, junto a la M-631 según se viene de Bustarviejo. Primero enfilaremos la Ruta Ecológica de las Dehesas. Desde el estacionamiento se sigue dirección suroeste por la cañada real de las Merinas (también llamada de Extremadura).

En esta pista ancha, llamada calle de la Cuesta, ya nos encontramos con el primer cartelito explicativo (bandera 2 del mapa). A la derecha, fincas ganaderas entre dehesas, luego el camping del municipio y, en lontananza, la sierra de la Cabrera. Como a 1,2 kilómetros, topamos con un cruce señalizado por la Red de Caminos Carpetania: seguimos recto (si cogiéramos a izquierda, iríamos al pueblo de Venturada). A continuación pasamos el arroyo de Albalá y su descansadero (bandera 3).

Pasado el cauce, nuestro itinerario curvea a derecha, cambiando de dirección oeste a norte, y se encajona entre muretes de fincas por el camino de Bustarviejo a Venturada (o vereda de los Llanos). Pateamos todo recto hasta la carretera M-631 (bandera 5 y con un cartelón informativo): desde el arroyo de Albalá al asfalto son 1,2 kilómetros, aproximadamente.

MOLINO DEL TÍO PEPE
Justo antes de pisar el pavimento, se abre un senderillo a derecha que avanza en paralelo a la carretera (ésta, a nuestra izquierda) emboscado entre la vegetación, aunque en breve muere en la vía automovilística, por cuyo arcén franquearemos de nuevo el arroyo de Albalá. Si prestamos atención, atisbaremos despuntando entre la maleza las ruinas del molino del Tío Pepe (a nuestra izquierda). Nada más superar el cauce, se destapa a izquierda un camino amplio, donde se ubica el cartel explicativo del molino (bandera 6), un tanto distante de la ruina.

Como no podemos seguir recto, pues lo impide el portón de acceso a la ganadería Montealto, la ruta avanza por un senderillo que se abre a izquierda, entre la hierba y paralelo al arroyo Albalá. Disfrutando de la vegetación, de ribera a izquierda y encinares a nuestra derecha, nos encontraremos con dos nuevos carteles explicativos, titulados 'Endrino' y 'La vegetación de ribera' (banderas 7 y 8), para alcanzar luego la intersección con el camino del Monte, que viene por nuestra izquierda y por donde progresamos recto (bandera 9 y como a 1,1 kilómetros desde la ganadería Montealto).

Llega ahora la cuesta del día, que tampoco exige mucho. Su tramo más esforzado, apenas 500 metros, lo corona una nueva mesa panorámica (1.10 horas de marcha y bandera 10).

Superado el panel, el camino del Monte gira a derecha y variamos de rumbo norte a este. Las encinas gobiernan el entorno. Tras un nuevo cartel ('Enebro de la miera' y bandera 11), llega una intersección en una zona despejada del encinar, como a 1,1 kilómetros de la mesa de la bandera 10: la negociamos a izquierda (bandera 12) hasta la siguiente intersección, que vemos unos metros más lejos, y cogemos también a izquierda en un giro de 90 grados, cambiando de rumbo este a norte (bandera 13).

RUTA DEL TORO
Justo en este punto intercambiamos las rutas: ingresamos en la Ruta del Toro (SL 01) y nos despedimos de la Ruta Ecológica de las Dehesas (SL 02), que desde aquí regresa a Cabanillas de la Sierra. Nuestro siguiente objetivo es la carretera M-633, como a 1,3 kilómetros de distancia. A derecha, muerete y dehesa de finca ganadera. Antes de cruzar el pavimento, nuevo cartel informativo ('Los mamíferos', 1.40 horas de caminata y bandera 14).

Superada la M-633 llega uno de los tramos más bonitos del recorrido, pues la pista se adentra por dehesas de fresnos parceladas para que pasten los astados, con el mazico del Mondalindo y la sierra de la Cabrera como decorado de fondo. Como a 300-400 metros del asfalto, hay un cruce de caminos: giramos a derecha y progresamos disfrutando de las fresnedas, superando más adelante el arroyo del Sacedón (bandera 18).

Debemos seguir siempre la pista principal, que ahora curvea a derecha y abandona las dehesas, perdiendo hermosura. Un poco más adelante, nueva bifurcación, que nosotros seguiremos a derecha, por el ramal que ya no parece el recorrido principal, aunque nos acercaremos brevemente en un ida y vuelta a la mesa panorámica (bandera 19) que vemos a nuestra izquierda, como a unos 50 metros, en la orilla de lo que parece el camino principal. En el panel se dibujan de nuevo el perchero de cumbres de la Cabrera.

Retornados a nuestra pista, la que no parece el camino principal, avanzamos por ella. Despreciamos un senderillo que más adelante sale a izquierda y en la siguiente intersección doblamos a derecha, dirección sur: una baliza rutera marca el rumbo (bandera 20). Esta es la cota más elevada de la caminata, que no llega a los 1.000 metros de altitud. Desde aquí, el perfil es descendete, salvo dos cuestecillas ya casi al final del recorrido.

El camino se descuelga en paralelo a la A-1 (autovía), primero, y luego a la carretera N-1 (ojo: bordear a izquierda el muro de grandes piedras de una nueva finca: no hace falta saltar la puerta del terreno). La senda nos hace tropezar rápidamente con la N-1, que debemos cruzar y seguir dirección sur (bandera 21, 2.26 horas y nuevo canel explicativo).

Las balizas nos guían. En el horizonte, vislumbramos las casas de Cabanillas, aunque aún nos queda una horita para volver a entrar en el casco urbano. En el siguiente gran cruce, a unos siete minutos, y señalizado también con poste indicativo, giramos a izquierda (bandera 22 y 2.33 horas de marcha). En el siguiente cruce, derecha (bandera 23, con cartel explicativo titulado 'Ganadería: actividad tradicional en Cabanillas de la Sierra'), y seguimos descendiendo suavemente hasta dar con el puentecillo que salva el arroyo del Sacedón, que aquí se une con el de los Bueyes.

EL PRIMER TORO DE OSBORNE DE ESPAÑA
Pasado el puente, el camino señalizado sigue recto, pero nosotros optamos por una pequeña variante a izquierda, por el sendero a orillas del Sacedón, rodeando las instalacions del campo de golf de hierba artificial, hasta dar con la carretera del camino de Torrelaguna, que seguimos a izquierda. Toca progresar por el asfalto durante unos 600 metros, y en cuesta, hasta desembocar en el túnel que salva subterráneamente la A-1. A izquierda vemos, a unos 300 metros, la valla del toro de Osborne, el primero de España (1957) y del que ya hemos discurseado al principio del texto (bandera 26).

Hechas las fotos de rigor, por delante y por detrás del bóvido metálico, retornamos al cruce del túnel, que no volvemos a franquear, pues las balizas (bandera 27) nos indican que debemos seguir en paralelo a la A-1 (que discurre a nuestra derecha, aunque a una cota superior). En seguida, pasaremos de nuevo por debajo de la autovía (a derecha y bandera 28), cuando ésta se hace viaducto.

El camino sigue hasta una intersección, de nuevo señalizada, que negociamos a derecha, para reencontrarnos con el arroyo del Sacedón, que salvamos por un puentecillo entre huertas locales y las primeras casas del pueblo. En la última rampa de la jornada, tras dibujar una curva pronunciada a izquierda y luego otra a derecha, nos topamos con las antiguas cuevas vinícolas de Cabanillas de la Sierra (bandera 30), hoy echadas a perder, al menos éstas que costean el camino justo a la entrada de Cabanillas.

Una vez en las calles de la localidad serrana, visitamos la iglesia parroquial de San Juan Bautista (del siglo XVII y con un pequeño mirador junto al cementerio) y la plaza del Ayuntamiento (construido, según inscripción de su fachada, en 1946).