Ruta de la Rivera de los Arroyos (Moral de Sayago)
near Moral de Sayago, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta está publicada en la web del ayuntamiento de Moral de Sayago como marcada, pero por lo visto durante el recorrido el proyecto de señalización y acondicionamiento sólo quedó en proyecto.
El inicio parte del molino de Rita Laldé, ruinas que forman parte del límite municipal con Luelmo: la parte de la represa se encuentra en el término de este ayuntamiento, mientras que la edificación que acogía toda la maquinaria y el aliviadero están en Moral. Como otros molinos que veremos aguas abajo, aprovechan las peñas graníticas del entorno para optimizar su construcción. Este molino hace muchos años que se encuentra en ruinas, quedando tan sólo parte de los muros y algún que otro pedazo de las muelas.
La ruta continúa aguas abajo por el valle de la rivera Calabazas, la mayor parte del tiempo por la margen izquierda aunque en ocasiones haya que cruzar a la otra por tener terreno más favorable o haber algún obstáculo en aquella. Pasaremos sucesivamente por un bebedero para ganado, dos fuentes próximas (versión tradicional con granito y versión moderna con cemento) y algunos puentes.
Poco antes de llegar a la confluencia de la rivera Calabazas con la rivera de los Arroyos, el tramo se encaja entre peñascales que tendremos que saltar con cuidado y más adelante un tramo cortado al estar totalmente cubierto de agua y sin sendero disponible, que deberemos sortear o desandar.
Hasta aquí, en la confluencia de estas riveras y junto a la carretera ZA-P-2224, la ruta carece totalmente de señalización y también de senderos o caminos marcados: prácticamente todo el descenso se hace campo a través por valle o entre peñas en algunas ocasiones.
Al cruzar la carretera seguimos el curso de la rivera de los Arroyos, pero pronto encontraremos caminos o senderos que nos hacen más fácil el recorrido. Al poco llegamos al molino de Luzvelina o de la Resbaladera; para mi el elemento más espectacular de toda la ruta, no sólo por el tamaño de la construcción sino por el entorno que lo acoge, con grandes canchales graníticos, una gran represa por la que llegamos, y, afortunadamente, una correcta rehabilitación de los edificios por iniciativa privada de los propietarios. Hoy es un Ecomuseo del Agua, aunque cuando yo pasé estaba cerrado y no había información para las visitas.
Siguiendo el valle de la rivera pronto llegaremos al camino viejo que va a Abelón, antaño municipio y hoy pedanía de Moral, que queda unos pocos kilómetros al norte. Aquí encontraremos la primera señalización: son los paneles e hitos del GR-14 "Senda del Duero", en concreto es el inicio de las etapas Moral-Villadepera (si seguimos el curso del Duero) y Moral-Pereruela (si lo remontamos). De esta manera seguimos los hitos de GR que nos llevarán a visitar sucesivamente los molinos del Puerto (restaurado), Trancafuelle (espectacular aunque en ruinas), del Garabito y de los Mielgos (en ruinas los dos).
Poco después llegamos a una bifurcación y encontramos los primeros hitos de sendero PR. Dejamos a la derecha el GR-14, que cruza el puente Samé, y seguimos los poste de PR que al poco nos llevan a las ruinas del molino Matarranas, ruinas apenas visibles por la cubierta de la vegetación, pero sí que vemos el gran cadozo de agua represada que servía al molino.
Siguiendo la señalización descendemos hasta el molino de Llagalgüey o Llaga el Buey, también rehabilitado, de pequeño tamaño, pero en un entorno que conserva el enorme cadozo de represa. En teoría siguiendo hacia adelante (ya sin señalización de ningún tipo) deberíamos encontrar las ruinas de dos molinos más: del Diablo y Albarrán. Yo me aproximé un poco y aquí el cauce corre encajado entre grandes bolos y canchales graníticos con abundante vegetación, así que me fue imposible dar con ellos. Además hay un par de pasos por lanchales planos y en pendiente que hacen peligroso el paso: recomiendo no intentar hacer este tramos y regresar desde el molino de Llagalgüey.
Yo opté por seguir por el GR-14, después de visitar el Bolo de la Baraya, para llegar hasta la presa de Valcuevo porque por el cauce de la rivera me parecía bastante peligroso. El entorno de la presa está un poco abandonado.
En teoría, si en lugar de descender a la presa hubiéramos seguido el camino de frente, habríamos cruzado la muy próxima carretera ZA-324, y descendido el último tramo de la ruta hasta las orillas del Duero pasando por el último de los molinos, el de Fidalgo. A mí me parece que ese tramo es en exceso peligroso por la fuerte pendiente y tener que hacerlo campo a través.
Yo crucé la presa y después abandoné las señales del GR a la derecha para subir una pequeña pendiente monte a través y alcanzar la otra orilla de la presa, desde donde parte un camino que nos lleva al pueblo de Moral, rápidamente visible una vez que remontamos el primer desnivel. Por aquí bordeando el pueblo por caminos y calles llegamos pronto al entorno de la carretera ZA-P-2224, desde donde tomaremos en un inicio el valle de la rivera de los Arroyos y, después entre caminos, sendas y, pequeños tramos monte a través, llegaremos al punto de inicio de la ruta. Este último tramo conviene hacerlo con GPS pues es fácil equivocarnos en algún cruce de caminos o de valle si no conocemos la zona.
Mi recomendación: obviar la parte de la ruta que está al sur de la carretera ZA-P-2224, la de la rivera Calabazas, que es más complicada de recorrer y no aporta valor añadido al resto de la ruta. Haciendo sólo la parte de la ruta situada al norte de la carretera el recorrido será mucho más cómodo y se reduciría a 8,5 kms si regresamos por el pueblo de Moral o 9,5 si desandamos el camino por la rivera. En este caso la ruta la calificaría de fácil; la única razón para calificarla de moderada es la falta de señalización y caminos de la zona de la rivera Calabazas.
En todo caso una ruta recomendable para conocer el ecosistema de rivera y cadozos de esta zona de Sayago.
Banda Sonora Original de esta ruta en mayo: el arrullo de las tórtolas, el canto del cuco y las bubillas, los exabruptos de las ranas, todo con el fondo sinfónico de los incansables grillos.
Basta caminar en silencio para ver algún que otro galápago leproso tomando el sol sobre las peñas y zambullirse al agua al detectarnos, algún que otro huidizo abejaruco, cigüeñas, alcaudones, jilgueros...
Recomendable en primavera, el verano es muy caluroso y, aunque hay abundantes sombras durante el camino, no hay fuentes de agua potable en el recorrido.
Ruta señalizada: parcialmente, sólo la parte correspondiente al GR-14 y la derivación del PR al molino Llagalgüey.
Ruta ciclable: parcialmente, sólo la parte señalizada y el regreso por el pueblo de Moral (habría que cruzar la presa de Valcuevo con la bici al hombro).
El inicio parte del molino de Rita Laldé, ruinas que forman parte del límite municipal con Luelmo: la parte de la represa se encuentra en el término de este ayuntamiento, mientras que la edificación que acogía toda la maquinaria y el aliviadero están en Moral. Como otros molinos que veremos aguas abajo, aprovechan las peñas graníticas del entorno para optimizar su construcción. Este molino hace muchos años que se encuentra en ruinas, quedando tan sólo parte de los muros y algún que otro pedazo de las muelas.
La ruta continúa aguas abajo por el valle de la rivera Calabazas, la mayor parte del tiempo por la margen izquierda aunque en ocasiones haya que cruzar a la otra por tener terreno más favorable o haber algún obstáculo en aquella. Pasaremos sucesivamente por un bebedero para ganado, dos fuentes próximas (versión tradicional con granito y versión moderna con cemento) y algunos puentes.
Poco antes de llegar a la confluencia de la rivera Calabazas con la rivera de los Arroyos, el tramo se encaja entre peñascales que tendremos que saltar con cuidado y más adelante un tramo cortado al estar totalmente cubierto de agua y sin sendero disponible, que deberemos sortear o desandar.
Hasta aquí, en la confluencia de estas riveras y junto a la carretera ZA-P-2224, la ruta carece totalmente de señalización y también de senderos o caminos marcados: prácticamente todo el descenso se hace campo a través por valle o entre peñas en algunas ocasiones.
Al cruzar la carretera seguimos el curso de la rivera de los Arroyos, pero pronto encontraremos caminos o senderos que nos hacen más fácil el recorrido. Al poco llegamos al molino de Luzvelina o de la Resbaladera; para mi el elemento más espectacular de toda la ruta, no sólo por el tamaño de la construcción sino por el entorno que lo acoge, con grandes canchales graníticos, una gran represa por la que llegamos, y, afortunadamente, una correcta rehabilitación de los edificios por iniciativa privada de los propietarios. Hoy es un Ecomuseo del Agua, aunque cuando yo pasé estaba cerrado y no había información para las visitas.
Siguiendo el valle de la rivera pronto llegaremos al camino viejo que va a Abelón, antaño municipio y hoy pedanía de Moral, que queda unos pocos kilómetros al norte. Aquí encontraremos la primera señalización: son los paneles e hitos del GR-14 "Senda del Duero", en concreto es el inicio de las etapas Moral-Villadepera (si seguimos el curso del Duero) y Moral-Pereruela (si lo remontamos). De esta manera seguimos los hitos de GR que nos llevarán a visitar sucesivamente los molinos del Puerto (restaurado), Trancafuelle (espectacular aunque en ruinas), del Garabito y de los Mielgos (en ruinas los dos).
Poco después llegamos a una bifurcación y encontramos los primeros hitos de sendero PR. Dejamos a la derecha el GR-14, que cruza el puente Samé, y seguimos los poste de PR que al poco nos llevan a las ruinas del molino Matarranas, ruinas apenas visibles por la cubierta de la vegetación, pero sí que vemos el gran cadozo de agua represada que servía al molino.
Siguiendo la señalización descendemos hasta el molino de Llagalgüey o Llaga el Buey, también rehabilitado, de pequeño tamaño, pero en un entorno que conserva el enorme cadozo de represa. En teoría siguiendo hacia adelante (ya sin señalización de ningún tipo) deberíamos encontrar las ruinas de dos molinos más: del Diablo y Albarrán. Yo me aproximé un poco y aquí el cauce corre encajado entre grandes bolos y canchales graníticos con abundante vegetación, así que me fue imposible dar con ellos. Además hay un par de pasos por lanchales planos y en pendiente que hacen peligroso el paso: recomiendo no intentar hacer este tramos y regresar desde el molino de Llagalgüey.
Yo opté por seguir por el GR-14, después de visitar el Bolo de la Baraya, para llegar hasta la presa de Valcuevo porque por el cauce de la rivera me parecía bastante peligroso. El entorno de la presa está un poco abandonado.
En teoría, si en lugar de descender a la presa hubiéramos seguido el camino de frente, habríamos cruzado la muy próxima carretera ZA-324, y descendido el último tramo de la ruta hasta las orillas del Duero pasando por el último de los molinos, el de Fidalgo. A mí me parece que ese tramo es en exceso peligroso por la fuerte pendiente y tener que hacerlo campo a través.
Yo crucé la presa y después abandoné las señales del GR a la derecha para subir una pequeña pendiente monte a través y alcanzar la otra orilla de la presa, desde donde parte un camino que nos lleva al pueblo de Moral, rápidamente visible una vez que remontamos el primer desnivel. Por aquí bordeando el pueblo por caminos y calles llegamos pronto al entorno de la carretera ZA-P-2224, desde donde tomaremos en un inicio el valle de la rivera de los Arroyos y, después entre caminos, sendas y, pequeños tramos monte a través, llegaremos al punto de inicio de la ruta. Este último tramo conviene hacerlo con GPS pues es fácil equivocarnos en algún cruce de caminos o de valle si no conocemos la zona.
Mi recomendación: obviar la parte de la ruta que está al sur de la carretera ZA-P-2224, la de la rivera Calabazas, que es más complicada de recorrer y no aporta valor añadido al resto de la ruta. Haciendo sólo la parte de la ruta situada al norte de la carretera el recorrido será mucho más cómodo y se reduciría a 8,5 kms si regresamos por el pueblo de Moral o 9,5 si desandamos el camino por la rivera. En este caso la ruta la calificaría de fácil; la única razón para calificarla de moderada es la falta de señalización y caminos de la zona de la rivera Calabazas.
En todo caso una ruta recomendable para conocer el ecosistema de rivera y cadozos de esta zona de Sayago.
Banda Sonora Original de esta ruta en mayo: el arrullo de las tórtolas, el canto del cuco y las bubillas, los exabruptos de las ranas, todo con el fondo sinfónico de los incansables grillos.
Basta caminar en silencio para ver algún que otro galápago leproso tomando el sol sobre las peñas y zambullirse al agua al detectarnos, algún que otro huidizo abejaruco, cigüeñas, alcaudones, jilgueros...
Recomendable en primavera, el verano es muy caluroso y, aunque hay abundantes sombras durante el camino, no hay fuentes de agua potable en el recorrido.
Ruta señalizada: parcialmente, sólo la parte correspondiente al GR-14 y la derivación del PR al molino Llagalgüey.
Ruta ciclable: parcialmente, sólo la parte señalizada y el regreso por el pueblo de Moral (habría que cruzar la presa de Valcuevo con la bici al hombro).
Waypoints
Waypoint
2,416 ft
Inicio Ruta de la rivera de los Arroyos
Risk
2,351 ft
Paso cortado
River
2,332 ft
Rivera de la Estercada
Ruins
2,372 ft
Ruinas del Molino Zafón
Waypoint
2,384 ft
Vieja nave de ganado
Comments (1)
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I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Gracias por describir tan bien esta ruta tan bonita y de tanto valor etnográfico y paisajístico. La hicimos esta Semana Santa después de las lluvias y fue espectacular.