RUTA DE LA PEDRA EN SEC-GR 221-ETAPA 5 : Valldemossa-Deià
near Valldemossa, Baleares (España)
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La “Ruta de la Pedra en Sec-GR221-Etapa 5”, tiene como objetivo recorrer el tramo de este camino que enlaza Valldemossa con Deià y pasa por el Pla des Pouet, Coll de Son Gallard, Camí de l'Arxiduc y Cingles de Son Rul-lan. En total un recorrido de 11,69 km.
El Plan Especial de Ordenación y Protección de la Ruta de Pedra en Sec, aprobado por el Consell Insular de Mallorca, divide el GR-221 o Ruta de la Pedra en Sec, en 8 Etapas, con diversas variantes. La ruta principal tiene una longitud de 173 km, a los que hay que añadir otros 129 de las distintas variantes. Hay tramos que están señalizados y otros que aún no están finalizados. El recorrido se puede hacer a gusto de cada uno, según el tiempo de que se disponga y de la forma física que se tenga.
Se trata de adaptar el camino a tus condiciones y a tu tiempo. La Etapa que aquí señalo como número 5 la he adaptado a esas circunstancias, no coincidiendo exactamente con la etapa oficial. Esta etapa no está señalizada con los típicos postes informativos del GR-221.
Al tratarse de un recorrido solo de ida dejamos un coche en Deià, en el parking que hay a la derecha de la carretera Ma-10 Valldemossa-Deià, frente al carrer del Teix y el otro en Valldemossa, en el Carrer Olivares, justo donde finalizamos la Etapa 4 y empezamos la de hoy.
Al final de esta calle encontramos la barrera de Son Gual Petit. A su izquierda comienza el Camí del Teix que durante un tramo discurre paralelo al torrente de Son Gual y a la pista que conduce a las casas de Son Gual Petit. Un poco más arriba llegamos a una barrera de acebuche, que se abre, dando acceso a la finca “Montaña del Voltor”. Para entrar en esta finca se necesita obtener un permiso previo ya que está limitado el número de personas que pueden transitar por ella. Si no se quiere solicitar dicho permiso, o este es denegado, se puede seguir la ruta tomando el camí de ses Bases, que sale a nuestra derecha un poco antes de llegar a la barrera.
Nosotros no encontramos a nadie en la caseta de madera que para este menester hay detrás de la barrera, así que la traspasamos y continuamos por un cuidado camino de carro que continúa ascendiendo. Cerca, a nuestra izquierda, se encuentra la Font de s’Abeurada, situada en una zona de carboneros. Continuamos subiendo por el ancho camino que ahora va describiendo varias lazadas y que muy pronto ya nos va a permitir ver el pueblo de Valldemossa a lo lejos.
Después de la dura subida y en unos cuarenta y cinco minutos desde la salida alcanzamos el Pla des Pouet, situado a 685 m de altitud, al que accedemos a través de una pared medianera. En este punto tenemos un cruce de caminos. El de la derecha es el Camí del Pas d’en Miquel que conduce al Pla de les Artigues y que obviamos. El de la izquierda es el Camí de na Torta que nos lleva al mirador del mismo nombre. Nosotros seguimos por el camino de enfrente, que en línea recta nos lleva hasta una cisterna de agua.
Aquí encontramos otro cruce de varios caminos. Por la izquierda tenemos el Camí de na Torta, que por esta parte conduce al mirador antes citado. De frente está el Camí del Mirador de ses Puntes, que conduce a este mirador, a la Talaia Vella y al Collado de Son Gallard. Y por la derecha, continuamos nuestra ruta que en unos diez minutos nos lleva directamente al Coll de Son Gallard, situado a 766 m de altitud. La subida es suave. Identificamos el Coll por un banco de piedra que mandó construir el Archiduque Luis Salvador. En este lugar también se encuentran varios caminos. El de la izquierda parte hacia la cima de la Talaia Vella y al Mirador de ses Puntes. El de enfrente, en bajada, se dirige a las casas de Son Gallard y a la derecha tenemos el Camí de l’Arxiduc, por el que seguimos.
Este camino, muy bien conservado, continúa ascendiendo y en pocos minutos alcanzamos una bifurcación. Aquí tomamos el ramal de la derecha, que nos lleva a un botador en una pared de piedra que marca el límite de la finca privada. Detrás accedemos al recinto de pared que cierra la Cueva de l’ermitá Guillen. Esta cueva se encuentra en buen estado de conservación y cuenta con algunas pequeñas habitaciones, ventanas y una especie de altar.
Visitado este lugar retomamos el Camí de l’Arxiduc y vamos ganando altura. Llegamos al filo de la cresta desde donde podemos ver la caseta- refugio del Archiduque en la cima de la Talaia Vella y también la Foradada, la Cala de Deià, Deià y el Puerto de Sóller. El bonito camino se acerca al borde de los acantilados por donde caminamos durante unos veinte minutos. No es recomendable pasear por aquí si se tiene vértigo. Poco después de dejar atrás los riscos vemos a nuestra izquierda los hitos que indican el descenso hacia Deià.
Nosotros decidimos continuar un poco más por el Camí de l’Arxiduc hasta llegar al Puig Es Caragolí. Esta cima está situada a 944 m de altitud y ofrece unas vistas panorámicas extraordinarias. Podemos distinguir la Foradada, Cala de Deià, Deià, el Puerto de Sóller, el Moncaire, el Puig Major, Penyal de Migdia, El Massanella, el Puig de Sa Galera, el Puig des Vent, el Teix, etc. Después de disfrutar de estas vistas nos dirigimos hacia los hitos que señalan la bajada hacia Deià que realizamos por los denominados riscos de Son Rul-lan.
Al principio el camino, bien señalizado con hitos, desciende por un roquedal. Cruzamos la línea divisoria que separa los términos municipales de Valldemossa y Deià, entrando en este último término. Luego vemos un cartel que señala el final de la finca por esta parte y a continuación llegamos a un pequeño grupo de encinas y a una especie de mirador natural, desde donde tenemos una buena imágen de la Foradada y las casas de Son Marroig. Podemos decir que estamos en la parte alta de los Cingles de Son Rul-lan.
Desde aquí el camino, aferrándose a la pared de los peñascos, inicia un descenso espectacular dibujando una infinidad de lazadas para salvar la pronunciada pendiente. Hay que descender con cuidado para evitar los resbalones que nos pueden causar las muchas pequeñas piedras sueltas que existen en este tramo. Los cingles o riscos de Son Rul-lan finalizan en el bosque del Molí. Es un espeso bosque de encinas, donde el camino describe pequeñas y numerosas curvas y donde vemos los restos de la antigua actividad de los carboneros.
Cuando llegamos a una antigua carbonera, con un horno de pan muy bien conservado, nos topamos con un cruce de caminos. Por la izquierda se va a las casas de Son Rul-lan, que obviamos. Por la derecha al Pas Vell de Son Ripoll, que también ignoramos. Así que seguimos de frente y muy pronto el camino de herradura se convierte en un bonito camino de carro que sigue bajando, ahora hacia la izquierda. Poco después salimos del encinar y entramos en un olivar.
Un poco más abajo llegamos a una barrera metálica. Detrás sale el camino que por esta parte también conduce a las casas de Son Rul-lan y que no hay que tomarlo. Seguimos por la derecha y luego giramos a la izquierda y enseguida nos encontramos con otra bifurcación, aunque en este caso da igual seguir por el camino carretero de la derecha o seguir de frente por la senda empedrada, ya que un poco más adelante enlazamos de nuevo con el camino carretero.
Poco después, dejamos el camino carretero y seguimos por el sendero de la izquierda. En este sendero vemos a nuestra derecha la Font de sa Rota. Es una fuente de mina construida debajo de un ”marge” y hecha de piedra en seco. Se encuentra en muy buen estado de conservación y es perfectamente accesible. Al fondo hay un pozo o depósito donde se acumula el agua que viene de las infiltraciones bajo tierra y de sus paredes. Continuamos por el sendero, muy cubierto de vegetación, que ahora desciende casi paralelo al torrente des Castell des Moro, que vemos a nuestra izquierda.
Más abajo pasamos por un portillo y de repente nos sorprende la silueta de este castillo, frente a nosotros, en lo alto de un peñasco. Decidimos ir a visitarlo, y para ello dejamos provisionalmente nuestro camino y tomamos una senda, apenas perceptible, que sale por nuestra derecha. Esta senda, muy cubierta por la vegetación, asciende rápidamente por el bosque, entre la maleza, hasta llegar a una zona de rocas. Aquí pasamos una pared de piedra seca medio derruida y al otro lado está la vía por la que se accede a esta fortificación. En realidad se trata de una torre de defensa medieval que en la actualidad se encuentra en muy mal estado. El acceso es difícil y peligroso por lo que no recomiendo su visita.
Desde este lugar regresamos de nuevo al camino. Enseguida pasamos por un portillo entre altas paredes de piedra y a continuación vemos a nuestra izquierda las casas de Son Borràs. Un poco más abajo desembocamos en una pista de tierra, que tomamos por nuestra derecha. Por la izquierda lleva a las referidas casas. Esta pista pasa al lado del hotel Es Molí y luego nos deja en la carretera Ma-10 Valldemossa-Deià. Cruzamos la carretera y seguimos por el otro lado, en dirección al pueblo, por un paseo para los peatones, hasta que en breve alcanzamos el aparcamiento donde dejamos estacionado el otro coche, dando así por finalizada la etapa de hoy.
-Los componentes del grupo hemos sido: Jaime Palmer, Emiliano Robles y yo (Juan González Blázquez) como guía.
Mas información en mi Blog Caminando por Mallorca
El Plan Especial de Ordenación y Protección de la Ruta de Pedra en Sec, aprobado por el Consell Insular de Mallorca, divide el GR-221 o Ruta de la Pedra en Sec, en 8 Etapas, con diversas variantes. La ruta principal tiene una longitud de 173 km, a los que hay que añadir otros 129 de las distintas variantes. Hay tramos que están señalizados y otros que aún no están finalizados. El recorrido se puede hacer a gusto de cada uno, según el tiempo de que se disponga y de la forma física que se tenga.
Se trata de adaptar el camino a tus condiciones y a tu tiempo. La Etapa que aquí señalo como número 5 la he adaptado a esas circunstancias, no coincidiendo exactamente con la etapa oficial. Esta etapa no está señalizada con los típicos postes informativos del GR-221.
Al tratarse de un recorrido solo de ida dejamos un coche en Deià, en el parking que hay a la derecha de la carretera Ma-10 Valldemossa-Deià, frente al carrer del Teix y el otro en Valldemossa, en el Carrer Olivares, justo donde finalizamos la Etapa 4 y empezamos la de hoy.
Al final de esta calle encontramos la barrera de Son Gual Petit. A su izquierda comienza el Camí del Teix que durante un tramo discurre paralelo al torrente de Son Gual y a la pista que conduce a las casas de Son Gual Petit. Un poco más arriba llegamos a una barrera de acebuche, que se abre, dando acceso a la finca “Montaña del Voltor”. Para entrar en esta finca se necesita obtener un permiso previo ya que está limitado el número de personas que pueden transitar por ella. Si no se quiere solicitar dicho permiso, o este es denegado, se puede seguir la ruta tomando el camí de ses Bases, que sale a nuestra derecha un poco antes de llegar a la barrera.
Nosotros no encontramos a nadie en la caseta de madera que para este menester hay detrás de la barrera, así que la traspasamos y continuamos por un cuidado camino de carro que continúa ascendiendo. Cerca, a nuestra izquierda, se encuentra la Font de s’Abeurada, situada en una zona de carboneros. Continuamos subiendo por el ancho camino que ahora va describiendo varias lazadas y que muy pronto ya nos va a permitir ver el pueblo de Valldemossa a lo lejos.
Después de la dura subida y en unos cuarenta y cinco minutos desde la salida alcanzamos el Pla des Pouet, situado a 685 m de altitud, al que accedemos a través de una pared medianera. En este punto tenemos un cruce de caminos. El de la derecha es el Camí del Pas d’en Miquel que conduce al Pla de les Artigues y que obviamos. El de la izquierda es el Camí de na Torta que nos lleva al mirador del mismo nombre. Nosotros seguimos por el camino de enfrente, que en línea recta nos lleva hasta una cisterna de agua.
Aquí encontramos otro cruce de varios caminos. Por la izquierda tenemos el Camí de na Torta, que por esta parte conduce al mirador antes citado. De frente está el Camí del Mirador de ses Puntes, que conduce a este mirador, a la Talaia Vella y al Collado de Son Gallard. Y por la derecha, continuamos nuestra ruta que en unos diez minutos nos lleva directamente al Coll de Son Gallard, situado a 766 m de altitud. La subida es suave. Identificamos el Coll por un banco de piedra que mandó construir el Archiduque Luis Salvador. En este lugar también se encuentran varios caminos. El de la izquierda parte hacia la cima de la Talaia Vella y al Mirador de ses Puntes. El de enfrente, en bajada, se dirige a las casas de Son Gallard y a la derecha tenemos el Camí de l’Arxiduc, por el que seguimos.
Este camino, muy bien conservado, continúa ascendiendo y en pocos minutos alcanzamos una bifurcación. Aquí tomamos el ramal de la derecha, que nos lleva a un botador en una pared de piedra que marca el límite de la finca privada. Detrás accedemos al recinto de pared que cierra la Cueva de l’ermitá Guillen. Esta cueva se encuentra en buen estado de conservación y cuenta con algunas pequeñas habitaciones, ventanas y una especie de altar.
Visitado este lugar retomamos el Camí de l’Arxiduc y vamos ganando altura. Llegamos al filo de la cresta desde donde podemos ver la caseta- refugio del Archiduque en la cima de la Talaia Vella y también la Foradada, la Cala de Deià, Deià y el Puerto de Sóller. El bonito camino se acerca al borde de los acantilados por donde caminamos durante unos veinte minutos. No es recomendable pasear por aquí si se tiene vértigo. Poco después de dejar atrás los riscos vemos a nuestra izquierda los hitos que indican el descenso hacia Deià.
Nosotros decidimos continuar un poco más por el Camí de l’Arxiduc hasta llegar al Puig Es Caragolí. Esta cima está situada a 944 m de altitud y ofrece unas vistas panorámicas extraordinarias. Podemos distinguir la Foradada, Cala de Deià, Deià, el Puerto de Sóller, el Moncaire, el Puig Major, Penyal de Migdia, El Massanella, el Puig de Sa Galera, el Puig des Vent, el Teix, etc. Después de disfrutar de estas vistas nos dirigimos hacia los hitos que señalan la bajada hacia Deià que realizamos por los denominados riscos de Son Rul-lan.
Al principio el camino, bien señalizado con hitos, desciende por un roquedal. Cruzamos la línea divisoria que separa los términos municipales de Valldemossa y Deià, entrando en este último término. Luego vemos un cartel que señala el final de la finca por esta parte y a continuación llegamos a un pequeño grupo de encinas y a una especie de mirador natural, desde donde tenemos una buena imágen de la Foradada y las casas de Son Marroig. Podemos decir que estamos en la parte alta de los Cingles de Son Rul-lan.
Desde aquí el camino, aferrándose a la pared de los peñascos, inicia un descenso espectacular dibujando una infinidad de lazadas para salvar la pronunciada pendiente. Hay que descender con cuidado para evitar los resbalones que nos pueden causar las muchas pequeñas piedras sueltas que existen en este tramo. Los cingles o riscos de Son Rul-lan finalizan en el bosque del Molí. Es un espeso bosque de encinas, donde el camino describe pequeñas y numerosas curvas y donde vemos los restos de la antigua actividad de los carboneros.
Cuando llegamos a una antigua carbonera, con un horno de pan muy bien conservado, nos topamos con un cruce de caminos. Por la izquierda se va a las casas de Son Rul-lan, que obviamos. Por la derecha al Pas Vell de Son Ripoll, que también ignoramos. Así que seguimos de frente y muy pronto el camino de herradura se convierte en un bonito camino de carro que sigue bajando, ahora hacia la izquierda. Poco después salimos del encinar y entramos en un olivar.
Un poco más abajo llegamos a una barrera metálica. Detrás sale el camino que por esta parte también conduce a las casas de Son Rul-lan y que no hay que tomarlo. Seguimos por la derecha y luego giramos a la izquierda y enseguida nos encontramos con otra bifurcación, aunque en este caso da igual seguir por el camino carretero de la derecha o seguir de frente por la senda empedrada, ya que un poco más adelante enlazamos de nuevo con el camino carretero.
Poco después, dejamos el camino carretero y seguimos por el sendero de la izquierda. En este sendero vemos a nuestra derecha la Font de sa Rota. Es una fuente de mina construida debajo de un ”marge” y hecha de piedra en seco. Se encuentra en muy buen estado de conservación y es perfectamente accesible. Al fondo hay un pozo o depósito donde se acumula el agua que viene de las infiltraciones bajo tierra y de sus paredes. Continuamos por el sendero, muy cubierto de vegetación, que ahora desciende casi paralelo al torrente des Castell des Moro, que vemos a nuestra izquierda.
Más abajo pasamos por un portillo y de repente nos sorprende la silueta de este castillo, frente a nosotros, en lo alto de un peñasco. Decidimos ir a visitarlo, y para ello dejamos provisionalmente nuestro camino y tomamos una senda, apenas perceptible, que sale por nuestra derecha. Esta senda, muy cubierta por la vegetación, asciende rápidamente por el bosque, entre la maleza, hasta llegar a una zona de rocas. Aquí pasamos una pared de piedra seca medio derruida y al otro lado está la vía por la que se accede a esta fortificación. En realidad se trata de una torre de defensa medieval que en la actualidad se encuentra en muy mal estado. El acceso es difícil y peligroso por lo que no recomiendo su visita.
Desde este lugar regresamos de nuevo al camino. Enseguida pasamos por un portillo entre altas paredes de piedra y a continuación vemos a nuestra izquierda las casas de Son Borràs. Un poco más abajo desembocamos en una pista de tierra, que tomamos por nuestra derecha. Por la izquierda lleva a las referidas casas. Esta pista pasa al lado del hotel Es Molí y luego nos deja en la carretera Ma-10 Valldemossa-Deià. Cruzamos la carretera y seguimos por el otro lado, en dirección al pueblo, por un paseo para los peatones, hasta que en breve alcanzamos el aparcamiento donde dejamos estacionado el otro coche, dando así por finalizada la etapa de hoy.
-Los componentes del grupo hemos sido: Jaime Palmer, Emiliano Robles y yo (Juan González Blázquez) como guía.
Mas información en mi Blog Caminando por Mallorca
Waypoints
Car park
0 ft
01-Inicio (Valldemossa)
En este lugar dejamos aparcado un coche y comenzamos a caminar.
Door
1,573 ft
02-Barrera
Barrera de acebuche, que se abre y da acceso a la finca “Montaña del Voltor”, de propiedad privada.
Intersection
2,223 ft
05-Pla des Pouet
Esta cisterna de agua se encuentra en el centro del Pla des Pouet.
Panorama
2,751 ft
13-Mirador natural
Este mirador natural en lo alto de los cingles ofrece una bella panorámica de la zona.
Intersection
607 ft
18-Enlace pista
Aquí enlazamos con la pista de tierra que nos lleva a la carretera.
Car park
0 ft
20-Final (Deiá)
En este aparcamiento dejamos el otro coche y es donde finalizamos la etapa.
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Otra Fantàstica ruta!!!
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Muchísimas graciasss, te sigo todas las rutas que puedo ya que las explicas tan bien qué todo es más fácil. Un abrazo!