Ruta de A Seimeira, Oscos
near Santa Eulalia de Oscos, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Para realizar esta ruta nos dirigimos desde Santa Eulalia de Oscos hacia el área recreativa de Pumares, casi a la entrada del pueblo del mismo nombre, donde podemos dejar el vehículo.
Salimos del área recreativa por la carretera en dirección al pueblo de Pumares, que dejamos a nuestra izquierda, al otro lado del río Agüeria. Enseguida nos vamos internando en el bosque de ribera con fresnos, alisos y muchos castaños. Vamos siempre acompañando al río, el camino está bien indicado y marcado, sin ninguna dificultad.
Cuando llevamos caminado algo más de un kilómetro y medio empezaremos a ver restos de antiguas construcciones de piedra comidas por la vegetación, estamos en el antiguo pueblo de Ancadeira, hoy deshabitado, aunque podemos aprovechar para ver alguna de las antiguas viviendas que aún se mantienen en pie. Dejamos aquí un pequeño sendero que sale a la izquierda, y se pierde entre la vegetación, y seguimos por el camino más marcado de la derecha, que en poco tiempo vuelve a alcanzar las riberas del Agüeria en la zona conocida como el valle del Desterrado. Aquí, entre grandes castaños acompañados de "corripas" (construcciones circulares de piedra para almacenar los erizos de las castañas) se han instalado mesas y bancos como área de descanso. También se ha instalado un panel informativo sobre el Valle del Desterrado, que nos narra la leyenda que da nombre a este valle y que al final de esta descripción os transcribo tal y como viene en el panel.
Continuamos la senda y enseguida llegamos a un cruce con un puente. Siguiendo recto, sin cruzar el puente llegaremos en unos 300 metros a la cascada Seimeira pero, si queremos alargar un poco más la excursión, podemos cruzar el puente y en un kilómetro aproximadamente de continua ascensión acercarnos a conocer el pueblo de Busqueimado y su capilla de San Pedro, flanqueada por dos impresionantes tejos. La vuelta la realizaremos por el mismo camino hasta el puente, desde donde ya nos acercaremos a conocer la cascada Seimeira. Se trata de un salto de agua de unos 20-30 metros con una pequeña poza a sus pies donde podemos refrescarnos en verano, todo ello rodeado de bosque autóctono. Cuidado al acercarnos a la base de la cascada con las piedras resbaladizas.
Por último, aquí está la leyenda que da nombre al valle del Desterrado, dice así:
"Cuentan los mayores de aquí que hace muchos años habitaba en Santa Eulalia de Oscos, un señor para el que trabajaba un obediente criado.
Una tarde, regresaban de una jornada de caza y se dirigían a escuchar misa, pero se les hizo un poco tarde. El señor, que no quería perderse la celebración ordenó al muchacho que se adelantara galopando y diera orden al cura de retrasar la ceremonia para que le diera tiempo a llegar. Así hizo, dando fusta a su caballo llegó a la iglesia antes de iniciar la misa. Le dijo al cura que aguardase, que su amo estaba en camino, que no tardaría mucho en llegar y que tenía mucho interés en oír la misa. El párroco, viendo que ya estaba congregado todo el concejo, pese a las súplicas del joven se negó a retrasar la hora de inicio y comenzó la liturgia.
Cuando llegó el señor, ya estaban abandonando todos la iglesia, pidió explicaciones a su criado y después de oír su argumento, se enfureció de tal modo que le ordenó que matase al cura o que ahí mismo mandaría matarle a él. El criado viéndose tan acosado no vio otra solución que obedecer a su amo. Mató al cura con la esperanza de que no le prendieran, pero su mismo amo le delató. La pena que le correspondía al joven era morir en la horca.
Por aquellos tiempos, se daba la circunstancia de que todos los vecinos de Santa Eulalia excepto nueve pertenecían a la nobleza. Una disposición real otorgaba el título de hidalguía a todos aquellos habitantes que fuesen autosuficientes, o lo que es lo mismo aquellos que no necesitaran trabajar para nadie. Como quiera que en los Oscos casi todas las caserías producían todo aquello que necesitaban para vivir, a muchos de sus vecinos se les dio el título de hidalgos. Estos hidalgos no poseían riqueza y trabajaban de sol a sol para sobrevivir, pero tenían título.
Llegado el día del ajusticiamiento se congregó casi todo el concejo. A la hora de levantar la horca, como los nobles no podían ejercer de verdugos no había brazos suficientes capaces de elevarla. Hubo que cambiar la sentencia del criado y librado de la ejecución se le desterró de por vida a sitio donde no oyera "carro rinchar" (carro chirriar), "galo cantar" (gallo cantar) ni "campa soar" (campana sonar). Por aquel entonces poca gente se aventuraba a ir más allá de la aldea de Ancadeira y aquí lo confinaron. Desde entonces este valle se conoce con el nombre de Valle del Desterrado."
Salimos del área recreativa por la carretera en dirección al pueblo de Pumares, que dejamos a nuestra izquierda, al otro lado del río Agüeria. Enseguida nos vamos internando en el bosque de ribera con fresnos, alisos y muchos castaños. Vamos siempre acompañando al río, el camino está bien indicado y marcado, sin ninguna dificultad.
Cuando llevamos caminado algo más de un kilómetro y medio empezaremos a ver restos de antiguas construcciones de piedra comidas por la vegetación, estamos en el antiguo pueblo de Ancadeira, hoy deshabitado, aunque podemos aprovechar para ver alguna de las antiguas viviendas que aún se mantienen en pie. Dejamos aquí un pequeño sendero que sale a la izquierda, y se pierde entre la vegetación, y seguimos por el camino más marcado de la derecha, que en poco tiempo vuelve a alcanzar las riberas del Agüeria en la zona conocida como el valle del Desterrado. Aquí, entre grandes castaños acompañados de "corripas" (construcciones circulares de piedra para almacenar los erizos de las castañas) se han instalado mesas y bancos como área de descanso. También se ha instalado un panel informativo sobre el Valle del Desterrado, que nos narra la leyenda que da nombre a este valle y que al final de esta descripción os transcribo tal y como viene en el panel.
Continuamos la senda y enseguida llegamos a un cruce con un puente. Siguiendo recto, sin cruzar el puente llegaremos en unos 300 metros a la cascada Seimeira pero, si queremos alargar un poco más la excursión, podemos cruzar el puente y en un kilómetro aproximadamente de continua ascensión acercarnos a conocer el pueblo de Busqueimado y su capilla de San Pedro, flanqueada por dos impresionantes tejos. La vuelta la realizaremos por el mismo camino hasta el puente, desde donde ya nos acercaremos a conocer la cascada Seimeira. Se trata de un salto de agua de unos 20-30 metros con una pequeña poza a sus pies donde podemos refrescarnos en verano, todo ello rodeado de bosque autóctono. Cuidado al acercarnos a la base de la cascada con las piedras resbaladizas.
Por último, aquí está la leyenda que da nombre al valle del Desterrado, dice así:
"Cuentan los mayores de aquí que hace muchos años habitaba en Santa Eulalia de Oscos, un señor para el que trabajaba un obediente criado.
Una tarde, regresaban de una jornada de caza y se dirigían a escuchar misa, pero se les hizo un poco tarde. El señor, que no quería perderse la celebración ordenó al muchacho que se adelantara galopando y diera orden al cura de retrasar la ceremonia para que le diera tiempo a llegar. Así hizo, dando fusta a su caballo llegó a la iglesia antes de iniciar la misa. Le dijo al cura que aguardase, que su amo estaba en camino, que no tardaría mucho en llegar y que tenía mucho interés en oír la misa. El párroco, viendo que ya estaba congregado todo el concejo, pese a las súplicas del joven se negó a retrasar la hora de inicio y comenzó la liturgia.
Cuando llegó el señor, ya estaban abandonando todos la iglesia, pidió explicaciones a su criado y después de oír su argumento, se enfureció de tal modo que le ordenó que matase al cura o que ahí mismo mandaría matarle a él. El criado viéndose tan acosado no vio otra solución que obedecer a su amo. Mató al cura con la esperanza de que no le prendieran, pero su mismo amo le delató. La pena que le correspondía al joven era morir en la horca.
Por aquellos tiempos, se daba la circunstancia de que todos los vecinos de Santa Eulalia excepto nueve pertenecían a la nobleza. Una disposición real otorgaba el título de hidalguía a todos aquellos habitantes que fuesen autosuficientes, o lo que es lo mismo aquellos que no necesitaran trabajar para nadie. Como quiera que en los Oscos casi todas las caserías producían todo aquello que necesitaban para vivir, a muchos de sus vecinos se les dio el título de hidalgos. Estos hidalgos no poseían riqueza y trabajaban de sol a sol para sobrevivir, pero tenían título.
Llegado el día del ajusticiamiento se congregó casi todo el concejo. A la hora de levantar la horca, como los nobles no podían ejercer de verdugos no había brazos suficientes capaces de elevarla. Hubo que cambiar la sentencia del criado y librado de la ejecución se le desterró de por vida a sitio donde no oyera "carro rinchar" (carro chirriar), "galo cantar" (gallo cantar) ni "campa soar" (campana sonar). Por aquel entonces poca gente se aventuraba a ir más allá de la aldea de Ancadeira y aquí lo confinaron. Desde entonces este valle se conoce con el nombre de Valle del Desterrado."
Waypoints
Picnic
1,868 ft
Área de descanso
Zona con mesas y bancos entre castaños a orillas del río Agüeria, con panel informativo sobre el Valle del Desterrado
Bridge
1,905 ft
Puente
Puente sobre el río Agüeria, donde si lo cruzamos y seguimos el sendero ascendente llegaremos al pueblo de Busqueimado
Religious site
2,570 ft
Capilla de San Pedro
Pequeña capilla de San Pedro, en el pueblo de Busqueimado. Su entrada la franquean dos grandes tejos.
Waypoint
2,632 ft
Busqueimado
Pueblo de Busqueimado
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