RUTA CIRCULAR AL EMBALSE DE LA CIERVA, RIO MULA.

Esta ruta circular que se desarrolla dentro del término municipal de Mula, va siguiendo en la medida de lo posible la ribera del embalse de la Cierva a lo largo de 7,5 kilómetros de preciosas vistas y con un desnivel acumulado de 154 metros.
Disfrutar de un entorno natural nada masificado y en el que se respira tranquilidad son algunas de las ventajas que ofrece este hermoso paraje murciano.
Sin lugar a dudas uno de esos rincones dignos de visitar de la Región, junto con Fuente Caputa, otro lugar próximo y de especial singularidad por su belleza.
Es una ruta adecuada para todo tipo de personas con una mínima preparación para el senderismo, pues el recorrido no es dificultoso y la distancia no es grande. Los caminos y sendas por donde discurre no son difíciles, aunque si hay que hacer notar que hay un tramo de aproximadamente 570 metros, en los que no hay una senda definida, sino que hay que ir buscando el mejor camino entre las matas de esparto, para poder avanzar y sobrepasar un tramo bajo el puente de la autovía.



ITINERARIO:
El comienzo y finalización de esta ruta circular, será en la misma casa del Guarda del Embalse y la haremos en sentido horario.
El primer tramo no tiene ninguna dificultad y además es de una gran belleza, me refiero al paso por la parte alta de la pared de la presa, ya que este tramo nos ofrece a ambos lados unas preciosas vistas, a la izquierda unos hermosos paisajes del territorio muleño, vigilado desde lo más alto por los restos del Castillo de los Vélez y por el lado derecho, una maravillosa panorámica del agua que se almacena en este embalse de la Cierva, rodeada y retenida por un paisaje y un fascinante entorno natural.
Cruzamos la presa y a unos 300 metros desde el inicio, veremos a la derecha una señal de tráfico y unas escaleras que descienden hacia la senda que discurre por la cara oeste (W) del embalse.
A los pocos metros se introduce en un pequeño y precioso cañón, lo cruzamos y seguimos la senda.
Esta transcurre inicialmente por una umbría formada por altas paredes, donde se práctica la escalada y por enormes árboles de eucaliptos así como de pinos y otros matorrales.
Es una delicia andar por ella, ya que las hojas de estos árboles forman una especie de alfombra a lo largo de toda esta senda y a su vez tendremos unas magníficas vistas del pantano.



Seguimos disfrutando de este tramo al abrigo de la umbría de este bosque de ribera. Al finalizar la umbría el paisaje cambia bruscamente, encontrándonos ahora que la alfombra se convierte en una senda de tierra que trascurre por una zona árida, con pequeños pinos, monte bajo, matas de esparto, romero y zonas despejadas.
Todo este recorrido tiene una dirección general de noroeste (NW) y se hace muy rápido por lo ameno del paisaje y divertido de su deambular.
Poco después la senda tiende a girar hacia la izquierda obligada por un brazo de agua que nos impide el paso.
Debemos llegar hasta el final del mismo, para poder cruzarlo y continuar la ruta.
En ocasiones y debido al nivel del agua, este paso está más próximo o algo más alejado.
A 1,1 kilómetro desde las escaleras llegamos al punto de cruce de este brazo de agua, descendemos, lo cruzamos y comenzamos un pequeño ascenso por la vertiente contraria, hasta alcanzar una pequeña senda que a media ladera, entre matas de esparto y en dirección este (E) debemos seguir.
Iremos bordeando la margen del pantano siguiendo dicha senda, está en ocasiones asciende un poco, en otras desciende o bordea algún saliente.
La seguimos y tras ascender un pequeña tramo llegaremos a la parte trasera del embalse por donde trascurre su cola, formada por las estribaciones del río Mula.



Tras ascender la senda llegamos a un explanada; ahora podemos seguir la senda o desviarnos un poco a la derecha hasta alcanzar un mirador natural, desde el que tendremos unas bonitas vistas de la cola del embalse, frente a nosotros tendremos las paredes y picos de La Artichuela, en este punto podemos recrearnos unos minutos.
A nuestra izquierda tendremos un espolón de piedra, que destaca su claridad del entorno verde del bajo monte, ahora debemos continuar por el hasta alcanzar nuevamente la senda principal.
Este tramo es corto a penas 55 metros y muy fácil de seguir.
Una vez alcanzada la senda principal, continuamos por ella en dirección casi oeste (W).
Estaremos atentos al inicio de una senda que tendremos a la derecha, y que está marcada por hitos de piedras. – Continuamos por ella.
Esta senda que sigue la dirección norte (N), nos bajará hacia el río Mula y llevará hasta una pequeña presa con una caseta.
Una vez alcanzada esta pequeña presa con una caseta de obra que da paso a las aguas del río Mula al embalse de la Cierva, tendremos dos opciones:
1ª.- Si por el motivo que sea queremos acortar la ruta, por este punto podemos cruzar el río Mula y continuar por la margen contraria.
2º.- Continuar el recorrido para cruzar el río Mula algo más adelante y continuar por la margen contraría.
-Si elegimos la opción primera; debemos bajar hasta la pequeña presa y por un túnel que se ha formado entre las cañas que tendremos detrás de la caseta, alcanzamos la pared de la presa y por encima de ella y -con cuidado- cruzaremos el rio.
Una vez en la otra margen, para seguir la ruta debemos alcanzar el camino que se encuentra junto a la casa en ruinas.
-Si por el contrario queremos continuar la ruta para alcanzar el río Mula y cruzarlo más adelante, debemos tomar la segunda opción.
Para ello descendemos hasta la altura de la pequeña presa y observaremos que a la izquierda de ella, sale una pequeña senda que en dirección noroeste (NW) sigue el curso de un canal.
Dejamos la presa y seguimos esta pequeña y nueva senda que nos llevará en 200 metros al río Mula; si su caudal es pequeño y podemos cruzar, ya estamos en la margen contraria y podemos continuar la ruta.
El track continua por esta senda que sigue paralela a una canal y durante 200 m., hasta llegar al río Mula y cruzar a la otra margen.
En caso contrario el nivel del agua no nos deja cruzar, podremos hacerlo más adelante.



Continuaremos por la senda que ahora por la izquierda y ascendiendo lleva hasta una antigua y seca canal. Nos introducimos en ella y continuamos durante 180 metros, en este punto salimos y continuamos unos metros más por una senda que la sigue y rápidamente llegamos a un punto de cruce.
Cruzamos el río Mula, seguimos el camino que en por la margen contraría y en dirección casi noreste (NE), sigue paralelo al curso del río.
Seguimos el camino que se dirige hacia una casa en ruinas, próxima y en la margen contraria de la anterior pequeña presa.
El camino finaliza al llegar al agua del embalse, a la izquierda y en este punto tendremos una tramo de trocha o monte a través.
Comenzamos un ascenso por una trocha de unos 300 metros, siguiendo unas oportunas marcas azules, que siguen este tramo.
Poco a poco nos vamos aproximando a la parte baja del puente de la autovía del Noroeste, impresionante la altura que tienen los pilares que lo sostienen.
A partir de ahora llegamos a la parte más enrevesada y algo complicada de esta ruta, este tramo es bastante intuitivo, es decir, que debemos ir buscando el mejor camino para continuar. Un camino que está más o menos marcado por el paso de otros senderistas, pero que aun así, hay que estar atento y en ocasiones pararse unos instantes, para ver la mejor manera de continuar.
Este tramo de monte a través tiene una longitud de unos 580 metros, irá bordeando un brazo de agua de una punta del puente a la otra. Esta “senda” o trocha entre matas de esparto obliga a ir buscando el mejor paso entre ellas, pero procurando no ascender ni descender mucho, sino siguiendo en la medida de lo posible, el mismo nivel.
Una vez pasado este tramo de trocha o monte a través, llegaremos nuevamente bajo el puente y veremos dos caminos de piedras pequeñas, continuaremos por el que tiene tendencia descendente.



Ahora esta senda discurre entre matas de esparto, está bien definida y se sigue sin problemas.
Poco después y en un recodo, pasa próxima a los restos de un antiguo acueducto, continuamos sin dejar la senda y en unos 260 metros, la senda desemboca en un amplio camino junto a una explanada.
A lo largo de esta senda que nos llevará a un amplio camino de tierra rojiza, tendremos unas preciosas vistas de la parte trasera del embalse.
Este es un buen lugar para descansar unos minutos, ya que el resto del camino es muy fácil y corto.



A partir de la explanada, tan solo hay que ir siguiendo este cómodo, amplio y fácil camino, que siguiendo los límites del embalse nos llevará en cuestión de 850 metros a la salida del mismo.
Esta salida se encuentra en un punto con dos caminos, vemos que hay uno que sigue hacía la derecha y otro que asciende por la izquierda, tomaremos este último que tras una pequeña subida nos llevará a la carretera y por ella nuevamente al punto donde dejamos el vehículo, dando por finalizada la ruta.

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