Ruta Charco del Sapo. Cortelazor

Hemos seguido el trazado de Diego Velázquez pero en sentido contrario.
El texto lo copió y pego por parecerme más completo de lo que yo lo haría.

Este es un recorrido duro, muy abrupto, por depresiones del terreno y collados. La mayor parte del camino discurre por pequeñas veredas. El sendero discurre por las laderas de la Sierra El Alcornocal y por los cauces fluviales del barranco Dundún, el arroyo del Puerco y la rivera de Valdelarco. No hay un sendero para bajar al Charco del Sapo: hay que hacerlo campo a través, salvando la exuberante maleza del bosque de galería, pero te merecerá la pena la maravillosa piscina natural, como precioso es el conjunto del recorrido, uno de los mejores que puedes hacer por la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

1.-Ficha Técnica:
--Dificultad: difícil
--Distancia: 9 kms.
--Tipo de camino: carriles y veredas.
--Duración media: 5 h.
--Relieve: muy escarpado .
--Ruta circular.
--Señalizado: en parte.
--Accesibilidad: bien.
--¿Cuándo ir?: evitar calor
--Valoración ruta: 9,5
--Sombra: 50%.
--Flora: castañar, dehesa y pinos Flandes.

2.- Itinerario:
--Parquing Cortelazor. A la entrada de Cortelazor, a la derecha, hay un párquing. Mejor deja aquí el coche: es difícil hacerlo por las calles del pueblo. El casco urbano de la villa, de 300 habitantes, es BIC. En la Corte del Rey Azor, señor de estas tierras, que da nombre a la localidad, destaca su olmo milenario, donde se celebraba el Consejo de la Villa.
--Arroyo Abajo: salimos por la parte baja del arroyo, por el camino hormigonando.
--Intersección: a la izquierda
--Collado de montaña: collado Aliso. Este es el punto más alto de la ruta. Un castañar nos acompaña a la izquierda desde que salimos del pueblo.
--Intersección: a la izquierda
--Barranco Dundún: el barranco Dundún marca el límite entre los términos municipales de Valdelarco y Cortelazor.
--Intersección: a la derecha: versión corta o larga
--Intersección: derecha, Charco del Sapo; izquierda, Cortebrullo. Vamos a la derecha, buscando el cauce del barranco. Hay que buscarse la vida para llegar al cauce y localizar el Charco del Sapo, que se encuentra justo debajo de la peña rocosa.
--Vista de la peña rocosa: el Charco del Sapo está justo debajo de la peña rocosa.
--Barranco Dundún
--Charco del Sapo: del Charco del Sapo hay un fuerte repecho hasta Cortebrullo. Hay que salvar un diferencial de 165 metros de altitud.
--Intersección: a la Izquierda
--Cortebrullo: aldea abandonada de Cortebrullo. En la zona hay cochinos y las casas que quedan en pie se han reutilizado como dependencias para el ganado. La Aldea está conformada por casas dispersas y pequeñas parcelas, estructura típica de la economía de subsistencia de principios del S. XX.
--Intersección: a la derecha. cuidado: hay que salirse del carril y desviarse por la cancilla de la derecha. Cogemos la calleja entre los muros de piedra y bajamos al barranco.
--Arroyo del Puerco
--Intersección: cruce Fuentheridos, Valdelarco, Navahermosa. Hay que bajar a la izquierda, en dirección a la casa, hacia el arroyo del Puerco otra vez y seguir un tramo por la ribera.
--Intersección. cruce del Cortijo de la Pastora. Cuidado: hay que salir del camino y girar a la izquierda, por la veredita, cruzando el arroyo del Puerco.
--Casas a la derecha, en lontananza, nuevas. Por el salvaje entorno, a la derecha, a unos 800 metros en línea recta, llama la atención un conjunto de casas nuevas. Realizamos en este tramo un brusco descenso hasta el arroyo de Valdelarco.
--Arroyo de Valdelarco
--Intersección: a la izquierda. Cruzamos un afluente del arroyo de Valdelarco, que nace en unos manantiales que se encuentran un poco más arriba, junto a las parcelas de las huertas de la Sierra del Alcornocal. A la derecha hay una casa nueva propiedad de unos ciudadanos belgas. El camino lo están hormigonando. Este camino de las huertas desemboca en el lavadero de Arroyo Arriba.
--Intersección; a la derecha
--Intersección: a la derecha
--Lavadero, Arroyo Arriba, Cortelazor. Entramos en Cortelazor por el lavadero público. Hasta los años 60, la colada se hacía en los lavaderos, barrancos y arroyos con jabón procedente de grasas tratadas con cáustica y agua de ceniza para el blanqueo. El jabón se obtenía de las borras o asientos del aceite y de cualquier otro desecho de grasas animales. Ojalá que te hayan valido estas humildes indicaciones, hechas sin profesionalidad, pero con afán de servicio. El senderismo debe ser un ejemplo de actividad solidaria, gratuita, altruista, una invitación a contactar con la naturaleza sanadora y respetarla, a tejer una red social y emocional de apoyo, a compartir experiencias y hacer amigos. Un fuerte abrazo. No olvides decirme “hasta pronto” en el camino.