RUTA 36 : DEHESA DE BURGUILLOS (BAILÉN)

El Monte Público de Burguillos (Bailén) nos ofrece un delicioso paseo en familia por ésta Área Recreativa por un entorno fantástico en la ribera del río Rumblar y que, pertenece al Ayuntamiento de Bailén.
"El área recreativa Burguillos" se encuentra situada 5 kilómetros al norte de la localidad de Bailén, dentro de la conocida como Dehesa de Burguillos, monte público adehesado de propiedad municipal.
El monte Burguillos, es una de las elevaciones más significativas de la zona fronteriza entre Sierra Morena y la campiña.
Dicha área, está dotada de mesas, bancos y barbacoas, además de fuentes, una laguna artificial, zona de aparcamiento, un bar-restaurante y un Aula de la Naturaleza.
La citada área es frecuentada por personas que quieren compartir una comida de campo con sus amigos o familiares y dar un paseo en plena naturaleza o simplemente, contemplar la rica biodiversidad con que cuenta Burguillos.
El entorno de la Dehesa de Burguillos, también conocida como de la Villa, alberga un cuidado bosque mediterráneo de encinas, alcornoques y quejigos, una bucólica zona ganadera y una preciosa cerrada por la que transita el río Rumblar tras abandonar la presa. Además, el terreno se encuentra salpicado de espectaculares bloques redondeados de granito llamados “bolos” y de piedras caballeras, así como berrocales característicos de esta zona de Sierra Morena.
Desde el área recreativa se pueden realizar numerosas rutas de senderismo, todas señalizadas y de dificultad media-baja, pudiendo entrelazarse unas con otras, destacando una que se adentra en el monte bajo adehesado hasta el río Rumblar y otra, que recorre el llamado Cerro de las Trincheras, donde se localizan trincheras utilizadas en la Guerra Civil.
Antigua dehesa destinada al aprovechamiento ganadero (bueyes y oveja), era en la antigüedad también utilizada para la roza de su monte cerrado, obteniendo picón (un carbón vegetal quemado en los braseros), muy utilizada en la comarca.
Desde hace un tiempo, la Dehesa de Burguillos es un verdadero pulmón ecológico para los ciudadanos del entorno, como espacio de ocio y esparcimiento en plena naturaleza (barbacoas, merenderos, fuentes, rutas, etc.), pero también como lugar ejemplar para la educación ambiental.
Se presenta como una elevacion sobre el valle y en las primeras estribaciones de Sierra Morena. No en vano, está a tiro de piedra del parque natural Sierra de Andújar, alberga un cuidado bosque mediterráneo con dominio de encinas y acebuches, lentiscos, jaras y retamas, una bucólica zona ganadera y un magnífico bosque de ribera formado por alisos, sauces, fresnos y zarzas que se desparrama paralelo al río Rumblar. En definitiva, un lugar magnífico para avistar su variada avifauna: ruiseñor común y bastardo, chochín, lavandera cascadeña, martín pescador, roquero solitario y una importante colonia de golondrina dáurica, avión roquero, y vencejo común. Es también, un lugar excepcional para observar mamíferos, como garduña, nutria y meloncillo, ánades y luganos. Sin olvidar, algún que otro pez endémico, como el bargo gitano y la bogardilla.
En este terreno, domina la pizarra, cobija una vieja cantera de arenisca y está salpicado de espectaculares bloques redondeados de granito, llamados por aquí bolos y piedras caballeras, que, en general, cobijan un buen número de liebres ibéricas, conejos de monte, jabalíes y en menor cantidad una variedad de rapaces: buitre leonado, buitre negro, águila real, ratonero común, águila calzada y azor.
El espacio cuenta con varias rutas de senderismo señalizadas: un total de seis, que permiten conocer su flora, fauna, ecosistemas y sus espectaculares paisajes, llenos de contrastes y belleza, que le harán disfrutar de la Naturaleza en todo su esplendor.
Existen varias rutas que oscilan entre los 2 y 11km, siendo su dificultad media-baja, por lo que cualquier persona puede realizarlas sin que sea necesario poseer una gran preparación física. Se pueden entrelazar entre ellas y recorrer hasta 20km de senderos.
De forma cotidiana, la guardería del lugar organiza rutas guiadas que permiten conocer los tesoros más ocultos del espacio: setas, orquídeas, reptiles y anfibios, seguimiento de huellas, observación de rapaces, etc.
No menos interesante es el patrimonio etnográfico que guarda la Dehesa de Burguillos. Pues, junto a los viejos molinos que esconde el río Rumblar, podemos enumerar las trincheras excavadas durante la Guerra Civil o los restos de caleras, torrucas y torreones del Cerro de las Canteras, monticulo elevado sobre la falla que domina el antiguo paso del Camino Real de Sevilla".