Rubalcaba - Pozos de Noja - Pico Castrejón

Rubalcaba - Arroyo de La Quieva - La Pereda - Pozos de Noja - Arbajal - Hoyo Castrejón - Pico Castrejón

Ruta que sube por las inmediaciones del Arroyo de La Quieva hasta el idílico paraje de los Pozos de Noja y que transcurre durante bastantes kilómetros por parte del sendero PR-S 25 Pozos de Noja (marcas amarillo y blanco). Para los más aventureros y amantes del karst, añade la subida al Pico Castrejón, pasando por el espectacular hoyo del mismo nombre.

Después de Peña La Maza, el sendero desaparece y hay que cruzar un pequeño arroyo y buscar el mejor camino dirección al Pozo de Noja superior, puesto que sendero como tal no hay. El avance no es difícil pero será campo a través, intentando ascender por los claros para evitar los pinchos. Otra opción sería, después de la Peña, dirigirse a la derecha hacia el primer Pozo de Noja, ya que desde ahí sí que enlaza una vereda con el segundo pozo, nuestro objetivo.

Entre La Pereda y La Planilla, hay una parte algo encajonada en la que el el PR no está en buen estado. Con barro, algo habitual, esta se haría casi impracticable, por lo que habría que optar por ir en paralelo algo más arriba o por debajo, donde si pasamos una alambrada, discurre un cómodo sendero a través del prado.

Al llegar a la zona de La Planilla, nombre que nos avisa de que este lugar es la excepción ante la garma que lo rodea, atravesaremos varias portillas por una bonita vereda que también tiende a estar muy embarrada. De esta forma llegaremos al Hoyo Castrejón, de grandes dimensiones, antiguas cabañas y uno de los pocos en esa zona que todavía conserva algunas vacas y caballos. Cerrado por el Mortirio a la derecha, Pico Castrejón y Castroliva al frente, constituye la puerta de entrada a un territorio que ya se percibe como diferente, la extensa zona de karst a la que también se puede acceder desde Mirones.

El Pico Castrejón forma, junto a Peña Pelada y Las Enguinzas un característico trío en las alturas. El ascenso tiene dos partes bien diferenciadas. La primera, nos lleva hasta la base del pico por una vereda apreciable. En el waypoint intersección es preferible rodear por la derecha e ir por abajo, lugar utilizado en el regreso de la cumbre, hasta más o menos la base de Castrejón.

A partir de aquí comienza la segunda parte en la que ya no hay sendero y el terreno se inclina abruptamente. La subida es corta pero requiere esfuerzo por el desnivel y el terreno. Podremos observar que para ascender las opciones son varias y si es la del track la elegida, tomaremos una canal herbosa muy pendiente que nos dejará ya cerca de la cima, 50 metros mayor que la vecina Peña Pelada, aunque unos 200 metros más baja que las cumbres del macizo de Las Enguinzas. A partir de aquí, se trata de ir campo a través y el rumbo exacto queda a propia elección hasta arriba, donde podremos disfrutar de una impagable panorámica de 360º.

Personalmente me siento mejor en la roca y para descender evité la canal herbosa, algo que habrá que hacer también para ascender si estuviera mojada. De este modo, la bajada va por terreno de lapiaz no excesivamente complicado.