Rodeando cerro Gordo: Veredas por el Barranco del Gargantón y de la cueva de los Cervatos-

Habiendo echado un vistazo a algunas rutas de compañeros senderistas que tienen muy pateada esta zona,- concretamente Avhinojosa y Miguel Yeguas-, y con un poquito de improvisación, ha salido esta preciosa rutita que posiblemente sea la más adecuada para quien quiera explorar esta zona de la sierra de la forma mas fácil y corta posible sin restarle belleza -únicamente habría que prescindir de un atroche a través del barranco que posteriormente explicaré-.
Desde Huelma, cogeremos dirección Belmez de la Moraleda, hasta el cruce de la pedanía de las Cabritas (5 kms), -compuesta por una gran cantidad de cortijos y molinos- y desde este cruce hasta el puente del Gargantón (8 kms), todo ello por una carretera asfaltada excepto los 2-3 kms últimos -justo desde los alojamientos rurales-..
Casi en su totalidad discurre por veredas, con frecuencia muy visibles, salvo excepciones, como en algún punto del pedregoso barranco del Gargantón donde, sino se lleva GPS, debemos ir atentos a los pequeños hitos de piedra diseminados prácticamente hasta salir de él. Si a eso añadimos alguna referencia de los que han colgado sus rutas por aquí, no debe suponer ningún problema.
El inicio de ruta, desde el puente, preferí hacerla por un carril entre almendros que, en dirección Belmez, arranca a unos 50 metros de este, siguiéndolo hasta encontrar la acequia que baja por la derecha del río, la cual me sirvió de guía para continuarla hasta el nacimiento, acceso este mas cómodo aunque menos vistoso que el de la ladera izquierda del río. Una vez superado el nacimiento, por las especiales circunstancias de encajonamiento de este barranco, quedan pocas opciones a la variabilidad. Aún así en el punto donde un espolón rocoso obliga a desviar la ruta hacia su izquierda he intentado continuar por el fondo del barranco, no siendo difícil descender hasta él y avanzar, salvo en dos puntos donde hay que salvar un desnivel de un par de metros, es decir, hay que trepar un poquito, aunque evidentemente esto es opcional.En cuanto al desnivel, la ascensión es progresiva y lo único mas "chungo" es algún punto -uno donde he indicado vereda desmochada- donde el firme de tierra removida y con poca horizontalidad en la zona de pisada- nos obliga a extremar las precauciones, aunque si es cierto que esto ocurre en zonas aislada y no abarca mas allá de un par de metros a lo sumo. Desde mi punto de vista, las formaciones rocosas de la derecha del barranco y la ascensión, una vez que nos salimos de él, es lo mas llamativo de esta primera parte de ruta. La ascensión mencionada con dos tramos bien diferenciadas. El primero, por zona rocosa con escalinatas naturales y paso entre rocas, y el segundo -umbría de los cárabos- por un pinar -donde se observan bastante ejemplares de pino salgareño tanto en esta ladera como en la que vamos dejando a nuestras espaldas- hasta el collado de la cueva de los lobos donde además también encontramos alguna que otra formación rocosa curiosa. Una vez aquí ya se distingue a tiro de piedra la encantadora fuentezuelas con su clásico abrevadero. Tras la corta ascensión a la loma que hay sobre ella, se disfruta de las impresionantes vistas: al este Belmez, Solera y el cerro de la torre del Lucero, al sur Cerro Gordo delante de la Loma de los Bolos y al norte las estribaciones del macizo de Mágina con la chimenea de las hadas en primer término. Desde aquí inicié una clara vereda que poco a poco ascendía y giraba al noreste -¿hacia Peña Grajera?-, por lo que abandoné enseguida para tomar el sendero de la Fuentezuela por el barranco de la cueva de los Cervatos - que si llevaba la orientación y bajada deseada-, que tras cruzarnos con alguna figura pétrea curiosa -nos lleva frente a la fuente de Grillomar -cuyas coordenadas he sacado de la página conocetusfuente y que apostaría a que no son correctas pues se me antoja que estaba bastante mas arriba del barranco- momento en el cual cogí otra vereda fácilmente identificable que poco a poco fue rodeando cerro Gordo a mitad de falda, y tras pasar por un collado desde donde se ve mi inicio de ruta, va descendiendo hasta la acequia que utilicé en la ida. Desde aquí, con la intención de bajar por el lado contrario al que utilicé para subir, volví a ir al nacimiento para dejarme caer por la derecha del río por la conocida "vereda del Gargantón" con sus puentes de madera.