RISCA DE VALDEPRADOS DEL RÍO MOROS DESDE EL PRECIOSO PUEBLO DE VALDEPRADOS Y VUELTA POR VEGAS DE MATUTE (SEGOVIA)

IMPORTANTE LEER EL RESUMEN DE LA RUTA ANTES DEL INICIO!!!
Aparcamos en el encantador pueblo Segoviano de Valdeprados y callejeando llegamos a la pista de tierra, pronto nos cruzaremos con el cruce del camino de vuelta de la circular. Llegamos a la puerta giratoria que da acceso al recinto de la Risca del río Moros que es una auténtica joya de la corona de ésta actividad. Al pasar la puerta nos adentramos por detrás del cartel subiendo una cuesta con rocas simulando una escalera. Siguiente punto de interés un puente y su leyenda.
Existen multitud de puentes de los enamorados repartidos por el mundo, pero tal vez no sabías que también podemos encontrar uno en Segovia. Entre las localidades de Valdeprados y Vegas de Matute, encontramos los restos de un puente de piedra, reconocido como «el puente de los enamorados», un nombre dado por la leyenda medieval que cuenta la historia de amor de Rodrigo y Guiomar.
Los restos del puente de piedra, tan solo se conservan los estribos, sobre estos se ha habilitado un tablero y pasarela de madera.
Según cuenta la leyenda, él, era el heredero de un noble linaje que había sido enviado por su padre a residir en la torre de Valdeprados para alejarse de la guerra, y ella, hija de un honrado hidalgo, que residía en en el Castillo de Vegas de Matute.
El punto de encuentro de los protagonistas, dos adolescentes de la misma edad inseparables, era el puente que unía las dos localidades, lugar en el que empezaban todas sus aventuras.
Cuando Rodrigo cumplió 16 años, su padre se lo llevo de vuelta a su territorio para casarlo adecuadamente y hacerse cargo de sus obligaciones. Lo que provocó que los amantes tuvieran que separarse y fue en el puente donde se vieron por última vez. En la despedida, se dieron cuenta de lo mucho que se querían, «Rodrigo se dio cuenta de lo mucho que amaba a Guiomar y comenzó a sentir un gran dolor que solo podía aliviar abrazándola»… «Y así, abrazados, la tristeza pudo con sus vidas» según cuenta la leyenda.

Y desde entonces, la gente de la zona conocen el paraje como «el puente de los enamorados».

Cruzamos el puente solo para leer el cartel informativo y retomamos el camino subiendo una empinada escalera de piedra al lado del puente .
El hermoso mirador no se hace esperar.


La Risca del río Moros es un desfiladero originado por el encajamiento fluvial por abrasión. El cañón tiene una longitud de cerca de 300 m. con unas paredes de hasta 40 metros de altura y, muy pocos metros de anchura.

Es como una valla de piedra entre encinas con un mirador desde donde se contemplan maravillosas vistas de la sierra de Quintanar, el valle del Río Moros y la planicie castellana río abajo.
Retomamos el camino junto al muro de piedra y aunque el camino era bastante confuso fui a investigar, vi que sigue adelante pero era un poco técnico y peligro . Decidimos cruzar el muro en un punto más favorable ya que no vimos por ningún lado señal de propiedad privada, para volver a cruzarlo de nuevo más adelante.
En 1.3 km visitaremos el molino de Tío Jacinto de Guijasalbas, hoy en ruinas ambos completamente y apoderado de la vegetación . Más adelante podremos observar las ruinas del pueblo Guijasalbas desde lejos ya que forma parte de una explotación ganadera . Llegamos con la senda hasta el puente donde tenemos que trepar un poco para alcanzar la carretera, cruzar el puente y seguir por el otro lado. Esta para es la que menos me gustó . Al cruzar dos puertas estrechas giraremos a izquierdas para adentrarnos en un bosque y cruzar la valla para llegar a la mina de Caolín. Dado que el bosque se volvía cada vez más agreste optamos por cruzar la verja en un pasadizo no demasiado cómodo 🤦. Al cruzar al otro lado, intentando llegar a una pradera vimos un paso bastante más cómo en la verja que podría pasar hasta un camión y nos entró la risa 😂. Lo marco con los Waypoints correspondientes, es tan solo insistir un poco más por la zona agreste . El acceso a la mina es totalmente cerrado y solo se puede contemplar desde lejos lo que en su día fue. Ahora nos tocará pasar un murete de roca con su alambre de espinas en el punto más favorable, en realidad no es tan complicado. Después del último paso ya no habrá más complicaciones. Retomamos el camino pasando por diferentes miradores a la Risca desde el otro lado, después llegamos a una puerta que al cruzarla tomaremos la pista por la derecha . Ahora ya y hasta el final es coser y cantar, antes del pueblo Vegas de Matute una Cruz de piedra, ermita del Rosario y dentro del pueblo iglesia de S.Tomas de Canterbury y un horno de cal de Zancao. Antes de llegar al pueblo de valdeprados visitaremos también una pequeña cueva llamada el Cestero