Rioscuro - Braña de Vilforcos - Cueto Nidio (1.773 m) - Castro de la Muela

El otoño ha dado inicio hace pocos días, y Laciana es un espectáculo único en esta estación. En anteriores aventuras por esta zona, el Pico Nevadín iba a ser el objetivo principal, y caminando por este lugar siempre nos llamó la atención la cantidad de bosques que emergen en las laderas de cada montaña. Es por ello que nos hemos animado a conocer el Cueto Nidio (1.773 m), uno de los mejores miradores de Laciana!

INICIO:

La ruta da comienzo en Rioscuro, pueblo al que llegamos tras bajar del Puerto de la Magdalena (Omaña) hacia Villablino, justo antes de llegar a la localidad más grande de Laciana. Antes de llegar a Rioscuro, a mano izquierda, existe suficiente espacio para dejar el coche.

DESCRIPCIÓN:

Iniciamos la ruta hacia el sur, siguiendo un par de desvíos y cruzando un precioso puente sobre el Río Bayo, río que da vida al valle. A partir de aquí, comienza la ascensión hacia el Cueto Nidio!

Empezamos a ganar altura suavemente, siguiendo un desvío y dejando atrás Fuenteseca, perfecta si queremos reponer nuestras cantimploras. Unos metros después, llegamos a la intersección en la que iniciaremos el tramo circular de la ruta, punto en el que también encontramos un pequeño cartel informativo. El camino de ida lo realizaremos por la Braña de Vilforcos y el camino de vuelta por el Castro de la Muela, así que nos desviamos hacia la izquierda!

El camino de ida transita por una cómoda pista forestal en ascenso, por momentos sin darnos demasiado respiro. Atravesamos un bosque con multitud de especies diferentes y encontramos un par de fuentes más.

El bosque es precioso y nos brinda algún ejemplar de roble de gran porte. Seguimos un desvío para continuar en ascenso y nos adentramos en un bonito robledal! El camino es muy agradable y nos permite disfrutar mientras vamos ganando altura.

Con casi 3 kilómetros de ruta, salimos del bosque y llegamos a una zona algo más abierta. A nuestra derecha, aparece un pequeño refugio y el desvío por el que podríamos ascender de manera directa al Cueto Nidio, aunque sin pasar por la Braña de Vilforcos. Como nuestra intención es conocer la braña, continuamos con el mismo rumbo, por el camino de la izquierda.

La siguiente parte del recorrido nos llevará directamente hasta la Braña de Vilforcos. Se trata de una senda sin complicaciones y en suave descenso, pues la braña se encuentra a menor altura. Seguimos disfrutando del bosque y de las bonitas vistas que tenemos!

En pocos minutos y sin apenas esfuerzo, llegamos a la Braña de Vilforcos, donde nos recibe un perro muy delgado y con hambre. Paramos para disfrutar del entorno, descansar y comer algo. También aprovechamos para visualizar la siguiente parte de la ruta, la más desconocida y delicada. Debemos atravesar el abedular y llegar a la campa que vemos de frente! Ya veremos cómo!

Dejamos atrás la Braña de Vilforcos y nos dirigimos hacia el valle, continuando el trazado por una zona preciosa de avellanos. Poco después, cruzamos el Arroyo Barroso.

Comienza aquí uno de los tramos más desconocidos de la ruta. La idea es ascender a lo largo del abedular hasta llegar a una campa, lugar en el que se ubica el desvío hacia el Cueto Nidio. Comenzamos la subida siguiendo un estrecho sendero. En su primera parte, el sendero parece que se pierde, fruto de la cantidad de escobas y árboles caídos que encontramos. Sin embargo, el bosque tiene salida y, con cierta paciencia, vamos ganando altura. El abedular es espectacular!

En constante ascenso, vamos avanzando por el bosque, cada vez más sencillo de caminar. Al salir del mismo, llegamos a la campa, donde el terreno sigue siendo muy exigente. Sólo tenemos que continuar hacia arriba hasta encontrar el sendero que se dirige hacia el Cueto Nidio, donde nos desviaremos hacia la derecha.

Continuamos la ruta sin mayores complicaciones, por una senda ancha y sin pérdida. Pasaremos por dos collados en los que podemos disfrutar de unas vistas muy bonitas hacia el Pico Nevadín, El Miro de Rabón y los profundos y espectaculares valles que los rodean!

Toca afrontar la última parte de la ascensión. Llegamos a la pista que sube de la Braña de Cubacho y giramos hacia la derecha para continuar subiendo hacia el Cueto Nidio. Seguimos un desvío más hacia la derecha, cada vez más cerca de la cumbre. La pista no tiene ningún atractivo, tan sólo las vistas que nos brinda la altura ganada.

Finalizado el ascenso, llegamos a la cima del Cueto Nidio (1.773 m). Vistas muy bonitas desde la cumbre, divisando las ya citadas cumbres del Pico Nevadín y El Miro de Rabón, Peña Vendimia, El Miro de Tejedo, el Cueto de Arbas (el dosmil más occidental de la Cordillera Cantábrica), el Pico Cornón, el Pico Muxivén, las montañas cercanas a Babia, Peña Ubiña, la Sierra de Villabandín, el Pico de la Turria, el Pico de la Mira, las grandes montañas del Alto Sil, Villablino y un sinfín de atractivos más! Breve parada para disfrutar de la panorámica, descansar y comer algo, que toca bajar!

Continuamos la ruta descendiendo del Cueto Nidio. El sendero es evidente y bastante inclinado, aunque vamos avanzando sin problemas hasta llegar a un pequeño collado. Rodeamos una pequeña cota por el lado izquierdo y nos adentramos en un bosque de abedules. Debemos seguir por la parte alta del cordal, siempre con buenas vistas hacia la Cordillera Cantábrica!

Completado el cordal, en suave descenso, nos iremos adentrando en un pequeño robledal. Vemos algún ejemplar de roble muy bonito y continuamos perdiendo altura, siempre por un sendero bien marcado y señalizado.

Lo siguiente será continuar descendiendo entre abedules. El bosque y esta cara norte del Cueto Nidio es espectacular! Dejamos atrás el desvío a una fuente cercana, pues tenemos suficiente agua.

Seguimos bajando con rumbo norte, siempre disfrutando del precioso bosque que estamos recorriendo! Con gran parte del camino de vuelta realizado, seguimos un desvío para no variar el rumbo y comenzamos el tramo más inclinado y delicado de la ruta. Un descenso muy pindio y en el que tendremos que prestar mucha atención para no resbalar. A pesar de ser un tramo a tener en cuenta, seguimos disfrutando del precioso robledal que atravesamos, con multitud de árboles centenarios y rincones de mucha belleza.

Finalizado el descenso, llegamos al desvío que se dirige hacia el cercano Castro de la Muela. Lo visitamos y nos empapamos de historia gracias a un cartel informativo. Aquí también encontramos el Mirador del Castro de la Muela, donde también existe otro cartel informativo sobre los diferentes castros de Laciana, que son muchos!

Nos queda un bonito paseo a media ladera, sin complicaciones ni grandes desniveles, hasta llegar al desvío en el que iniciamos el tramo circular de la ruta. Cruzaremos un avellanar, veremos un par de fuentes y tendremos que cruzar un arroyo. Sólo debemos estar atentos a un desvío. Ambas opciones llegan a Rioscuro, pero nos decantamos por continuar con el mismo rumbo y llegar al pueblo por el mismo camino de ida.

Completada esta travesía a media ladera, llegamos a la intersección en la que nos desviamos hacia el Cueto Nidio. Por tanto, sólo nos queda descender hacia Rioscuro, cruzar el bonito puente sobre el Río Bayo y llegar a lugar en el que aparcamos, dando por finalizada la ruta.

CONCLUSIÓN:

Preciosa circular por los bosques de Laciana, conociendo la Braña de Vilforcos y llegando hasta la cumbre del Cueto Nidio (1.773 m), un mirador perfecto hacia la preciosa comarca de Laciana. Un trazado prestoso, con muchos alicientes e ideal para hacerse una idea de lo que nos podemos encontrar en este territorio. Especial atención en la ascensión por el abedular, justo después de superar la Braña de Vilforcos, y en el descenso hacia el Castro de las Muelas, por ser un terreno muy inclinado y algo resbaladizo. Por lo demás, un recorrido para disfrutar de la montaña y muy recomendable!

MÁS INFORMACIÓN:

Rioscuro - Braña de Vilforcos - Cueto Nidio (1.773 m) - Castro de la Muela

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)