Riópar: Cuerda de las Almenaras desde el Noguerón
near El Noguerón, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
“Sobre cada montaña, hay un sendero, aunque no se puede ver desde el valle” Theodore Roethke
Históricamente estos territorios, junto a la mayor parte del hoy llamado Campo de Montiel albaceteño, formaron parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Alcaraz durante la Edad Media, desde la Reconquista cristiana. Posteriormente, las villas de Bienservida, Villaverde de Guadalimar, Riópar, Cotillas y Villapalacios, formaron el Señorío de las Cinco Villas; privilegio que se remonta al año 1436, otorgado por el rey Juan II de Castilla a Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes y maese de Santiago, de la Encomienda de Segura. Entre 1691 y 1833, perteneció a la provincia de La Mancha, pasando a formar parte de la provincia de Albacete en 1833.
En cuanto a Alcaraz, significa cerezo, supongo que por la presencia de los mismos en la zona más próxima a las poblaciones y según los historiadores se conocía esta sierra con dicho nombre antes incluso de la existencia de la ciudad, por lo que en esta ocasión es la Sierra la que la da nombre a la Ciudad y no al revés como suele ser habitual.
El actual pueblo de Riópar debe su nacimiento a las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, creadas en 1772 por Hans Georg Graubner, para la obtención de latón y calamina. El "Riópar Viejo" conserva la iglesia del Espíritu Santo (s. XV), y las murallas árabes del antiguo castillo.
Esta sierra posee un extraordinario patrimonio geomorfológico de naturaleza kárstica, una gran diversidad botánica y goza de una excelente conservación de sus ecosistemas. Y es precisamente este aspecto "la variedad o diversidad" lo que hace diferentes a estos espacios naturales. En apenas unos kilómetros o en horas, si lo prefieres, puedes pasar por unos valles aprovechados por el hombre para agricultura o ganadería, a un bosque cerrado de diversas clases de pinos según la altura, carrascas, arces, y otras especies según la naturaleza del suelo, para finalmente poder disfrutar de la roca y sus curiosas formas erosivas en las cumbres y zonas próxima.
El pico de la Almenara constituye el punto álgido de una alta y larga crestería conocido como la Cuerda de Las Almenaras, que a su vez transcurre por el Cordal de las Almenaras, vía pecuaria “rara” pues transcurre por la crestería cuando lo normal es que transite por los llanos o valles.
Fue considerada hasta no hace mucho como el punto más alto de la Sierra de Albacete, lugar que ocupa el Pico de las Cabras (2.081 mts), pero dada su prominencia hacia los Llanos de Montiel y La Mancha, con la abundancia de nevadas invernales, que antaño los neveros permanecían hasta bien entrado el calor, debió de ser lo que hizo pensar a los albaceteños que se trataba de la mayor cota de la provincia.
La Cuerda de Las Almenaras reparte aguas el Atlántico y al Mediterráneo. Las fuentes del Acebo y del Sotillo, los arroyos de Cortes, Portelano, de las Mesta, etc, van a parar al Guadalmena y el arroyo del Tejo al Guadalimar, que a su vez vierten sus aguas en el Guadalquivir. En la otra vertiente nacen los arroyos de Bogarra, Vadillo, que vierten sus aguas al río Mundo, principal afluente de nuestro Río Segura.
Almenara significa “lugar donde hay luz” en árabe, y almenaras eran las hogueras que se encendían en lugares elevados para avisar de peligros inminentes en los tiempos en que musulmanes y cristianos andaban a la gresca. Los griegos usaron también estos fuegos y les llamaron “angaros”, es decir, públicos mensajeros. En la Península hay varias montañas con ese nombre, pero La Almenara que pertenece al municipio de Paterna de Madera, en la Sierra de Alcaraz es, posiblemente, la de más amplios horizontes con este propósito comunicativo. Desde su cima, a casi 1.800 metros de altura, sin mayor esfuerzo y a simple vista, se divisan perfectamente los Montes de Toledo, la sierras de Cazorla, las de Alicante y Murcia y toda La Mancha, que ya es bastante.
LA RUTA
Ruta circular que asciende desde Riópar a las Almenaras (Almenarilla 1679 m. y Almenara 1796 m.) por su cuerda, la entrada y salida a la misma la hacemos por dos valles preciosos (la subida por el Barranco de la Fuente del Tesoro y la bajada por el Arroyo de Endrinales) en los que transitamos por viejas sendas ahora recuperadas.
Aparcamos en frente del desvío a Riópar Viejo, donde hay una zona en la que se puede dejar el coche. Desde ahí comenzaremos a andar por la carretera unos metros y nos desviaremos por una bonita pista a mano izquierda que va atravesando casas de huerta y de Turismo rural en la zona conocida como el Noguerón. Justo en la última casa a nuestra derecha giraremos tras ella para andar por una pequeña pista que pronto abandonaremos por una sena a la derecha que pasará por detrás de un chalé y que nos conectará con una pista que discurre entre parcelas, chalets y pinares de repoblación.
Tomaremos una breve bajada hasta coger el barranco (Bco. de la fuente del Tesoro) que ya tenemos delante y por el cual subiremos hasta un collado en la arista de la sierra, todo este tramo forma parte del cordel que permite el paso de ganado transhumante y que se sigue utilizando hoy en día, espacio para trashumancia que viene desde el Puerto del Arenal, por donde pasa la Vereda de Andalucía y que se sigue utilizando hoy día. Aquí la senda está mucho más erosionada y es más que evidente. El desgranado suelo de caliza no deja lugar a dudas... al fin y al cabo pasan cientos de cabezas de ganado aparte de montañeros, cazadores, corredores… No es una subida sostenida, iremos variando la inclinación hasta 'apretar' un poquito más en el pinar previo al collado.
Pronto asomaremos a cotas desde donde vemos nuestro primer objetivo: La Almenarilla. Antes debemos llegar a un collado a casi 1450 m, ya en la cuerda por la que vamos a transitar un buen rato. Aquí las vistas van a ir ganando muchos enteros conforme vayamos subiendo (nos llama la atención una pequeña y nueva presa perteneciente a la aldea de Zapateros). Para ganarla, ya vemos un pinar que llega hasta sus pies y que atravesaremos siguiendo la senda. Al llegar a las rocas ya vemos el paso entre las mismas y en una sucesión de 'escaleras' asomamos a la amable cara sur. En una sucesión de zig-zags que haremos al gusto de cada uno, llegamos a la cima (1679m). Ahora mirad por dónde continúa la arista: una bella estampa se alza ante nosotros... pero además son ya impresionantes las vistas que nos circundan.
Desde ella ganamos vistas sobre todo hacia donde vamos. El otoño ha entrado de lleno a la cara norte de estas imponentes paredes y los colores que ofrecen sus bosquetes de arces, quejigos y mostajos son un verdadero regalo para la vista. Impone ver las paredes que caen a nuestra izquierda y sobre las que vamos a caminar, aunque luego veremos que no ofrecen ninguna dificultad (aunque obviamente habrá que ir con precaución). Bajamos ahora aún por senda (más o menos) al Portillo de los Perros para continuar por la divisoria ya siguiendo sólo trazas (que las hay a cientos) de ganado, que van faldeando la sierra. De vez en cuando nos toca rectificar para ganar altura sobre la divisoria, que es más atractiva y no ofrece dificultades reseñables y sí impresionantes vistas. Sólo hay un obstáculo importante justo antes de llegar a una especie de portillo al pie de la Almenara y es el motivo por el que a la ruta la voy a calificar como difícil porque hay un paso algo dificultoso con una pequeña trepada y destrepada que si no nos vemos seguros es preferible volver sobre nuestros pasos unos metros y bajarnos sobre 15 metros más abajo para evitar este trozo con menos complicaciones. Ya sólo nos queda subir la pala sur hasta la cumbre, diversos trazados nos guiarán, a veces seguimos encontrado algún hito, pero es cuestión de metros toparnos con el vértice. Si queréis evitar este paso podéis, desde el Collado del Portillo de los Perros bajar un poco y caminar a media altura (hay una senda más reconocible), evitando las crestas, y subir por la otra cara a la cima, la misma por la que bajaremos.
Fabulosas vistas la que nos ofrece esta atalaya desnuda y pétrea en todas direcciones: a la meseta de Alcaraz (N), el campo de Montiel (NW), al cercano e impresionante pico La Sarga (SW) y detrás suyo el inconfundible Cambrón, Riópar al S. y también el Calar del Mundo bajo el que se aprecia la depresión donde se encuentra el nacimiento del río, el Calar de la Sima,…. Y mucho más que podréis adivinar entre la Sierra de Segura, de Cazorla, de las Villas y de las Cabras, incluso la gran Sagra granadina.
Ahora comenzamos la bajada hacia el indicador del Portillo de Manolo, marcas de PR en la roca nos llevan sin pérdida alguna a la pista donde cogeremos el GR-66, no sin antes visitar la Fuente del Pino de los Muchachos a 50 m. especial para llenar agua si vamos con falta; abandonamos la pista por este GR-66 y nos metemos en el barranco por una senda bien marcada que va al lado del Arroyo de los Endrinales y que en fuerte bajada nos guiará hacia las ruinas del Cortijo de Miguel Serrano al que bordeamos, y nos despistamos tomando una pequeña trocha más alto de lo debido, rectificamos y bajamos a tomar la senda buena, la GR-66, que baja hasta la carretera de las Crucetillas, puerto que queda a nuestra izquierda, hacemos unos metros de asfalto y otro tramo de camino nos lleva a la pista que viene desde Riópar por la aldea del Gollizo y la Fuentona y que sin dejarla nos acercará a la Aldea del Villar, desde donde tendremos magníficas vistas de Riópar Viejo. Pasamos por el puente del Arroyo Rigüelo y el desvío al pequeño pueblo y ya vemos el coche esperándonos después de haber disfrutado de esta montañera ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”.
Históricamente estos territorios, junto a la mayor parte del hoy llamado Campo de Montiel albaceteño, formaron parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Alcaraz durante la Edad Media, desde la Reconquista cristiana. Posteriormente, las villas de Bienservida, Villaverde de Guadalimar, Riópar, Cotillas y Villapalacios, formaron el Señorío de las Cinco Villas; privilegio que se remonta al año 1436, otorgado por el rey Juan II de Castilla a Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes y maese de Santiago, de la Encomienda de Segura. Entre 1691 y 1833, perteneció a la provincia de La Mancha, pasando a formar parte de la provincia de Albacete en 1833.
En cuanto a Alcaraz, significa cerezo, supongo que por la presencia de los mismos en la zona más próxima a las poblaciones y según los historiadores se conocía esta sierra con dicho nombre antes incluso de la existencia de la ciudad, por lo que en esta ocasión es la Sierra la que la da nombre a la Ciudad y no al revés como suele ser habitual.
El actual pueblo de Riópar debe su nacimiento a las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, creadas en 1772 por Hans Georg Graubner, para la obtención de latón y calamina. El "Riópar Viejo" conserva la iglesia del Espíritu Santo (s. XV), y las murallas árabes del antiguo castillo.
Esta sierra posee un extraordinario patrimonio geomorfológico de naturaleza kárstica, una gran diversidad botánica y goza de una excelente conservación de sus ecosistemas. Y es precisamente este aspecto "la variedad o diversidad" lo que hace diferentes a estos espacios naturales. En apenas unos kilómetros o en horas, si lo prefieres, puedes pasar por unos valles aprovechados por el hombre para agricultura o ganadería, a un bosque cerrado de diversas clases de pinos según la altura, carrascas, arces, y otras especies según la naturaleza del suelo, para finalmente poder disfrutar de la roca y sus curiosas formas erosivas en las cumbres y zonas próxima.
El pico de la Almenara constituye el punto álgido de una alta y larga crestería conocido como la Cuerda de Las Almenaras, que a su vez transcurre por el Cordal de las Almenaras, vía pecuaria “rara” pues transcurre por la crestería cuando lo normal es que transite por los llanos o valles.
Fue considerada hasta no hace mucho como el punto más alto de la Sierra de Albacete, lugar que ocupa el Pico de las Cabras (2.081 mts), pero dada su prominencia hacia los Llanos de Montiel y La Mancha, con la abundancia de nevadas invernales, que antaño los neveros permanecían hasta bien entrado el calor, debió de ser lo que hizo pensar a los albaceteños que se trataba de la mayor cota de la provincia.
La Cuerda de Las Almenaras reparte aguas el Atlántico y al Mediterráneo. Las fuentes del Acebo y del Sotillo, los arroyos de Cortes, Portelano, de las Mesta, etc, van a parar al Guadalmena y el arroyo del Tejo al Guadalimar, que a su vez vierten sus aguas en el Guadalquivir. En la otra vertiente nacen los arroyos de Bogarra, Vadillo, que vierten sus aguas al río Mundo, principal afluente de nuestro Río Segura.
Almenara significa “lugar donde hay luz” en árabe, y almenaras eran las hogueras que se encendían en lugares elevados para avisar de peligros inminentes en los tiempos en que musulmanes y cristianos andaban a la gresca. Los griegos usaron también estos fuegos y les llamaron “angaros”, es decir, públicos mensajeros. En la Península hay varias montañas con ese nombre, pero La Almenara que pertenece al municipio de Paterna de Madera, en la Sierra de Alcaraz es, posiblemente, la de más amplios horizontes con este propósito comunicativo. Desde su cima, a casi 1.800 metros de altura, sin mayor esfuerzo y a simple vista, se divisan perfectamente los Montes de Toledo, la sierras de Cazorla, las de Alicante y Murcia y toda La Mancha, que ya es bastante.
LA RUTA
Ruta circular que asciende desde Riópar a las Almenaras (Almenarilla 1679 m. y Almenara 1796 m.) por su cuerda, la entrada y salida a la misma la hacemos por dos valles preciosos (la subida por el Barranco de la Fuente del Tesoro y la bajada por el Arroyo de Endrinales) en los que transitamos por viejas sendas ahora recuperadas.
Aparcamos en frente del desvío a Riópar Viejo, donde hay una zona en la que se puede dejar el coche. Desde ahí comenzaremos a andar por la carretera unos metros y nos desviaremos por una bonita pista a mano izquierda que va atravesando casas de huerta y de Turismo rural en la zona conocida como el Noguerón. Justo en la última casa a nuestra derecha giraremos tras ella para andar por una pequeña pista que pronto abandonaremos por una sena a la derecha que pasará por detrás de un chalé y que nos conectará con una pista que discurre entre parcelas, chalets y pinares de repoblación.
Tomaremos una breve bajada hasta coger el barranco (Bco. de la fuente del Tesoro) que ya tenemos delante y por el cual subiremos hasta un collado en la arista de la sierra, todo este tramo forma parte del cordel que permite el paso de ganado transhumante y que se sigue utilizando hoy en día, espacio para trashumancia que viene desde el Puerto del Arenal, por donde pasa la Vereda de Andalucía y que se sigue utilizando hoy día. Aquí la senda está mucho más erosionada y es más que evidente. El desgranado suelo de caliza no deja lugar a dudas... al fin y al cabo pasan cientos de cabezas de ganado aparte de montañeros, cazadores, corredores… No es una subida sostenida, iremos variando la inclinación hasta 'apretar' un poquito más en el pinar previo al collado.
Pronto asomaremos a cotas desde donde vemos nuestro primer objetivo: La Almenarilla. Antes debemos llegar a un collado a casi 1450 m, ya en la cuerda por la que vamos a transitar un buen rato. Aquí las vistas van a ir ganando muchos enteros conforme vayamos subiendo (nos llama la atención una pequeña y nueva presa perteneciente a la aldea de Zapateros). Para ganarla, ya vemos un pinar que llega hasta sus pies y que atravesaremos siguiendo la senda. Al llegar a las rocas ya vemos el paso entre las mismas y en una sucesión de 'escaleras' asomamos a la amable cara sur. En una sucesión de zig-zags que haremos al gusto de cada uno, llegamos a la cima (1679m). Ahora mirad por dónde continúa la arista: una bella estampa se alza ante nosotros... pero además son ya impresionantes las vistas que nos circundan.
Desde ella ganamos vistas sobre todo hacia donde vamos. El otoño ha entrado de lleno a la cara norte de estas imponentes paredes y los colores que ofrecen sus bosquetes de arces, quejigos y mostajos son un verdadero regalo para la vista. Impone ver las paredes que caen a nuestra izquierda y sobre las que vamos a caminar, aunque luego veremos que no ofrecen ninguna dificultad (aunque obviamente habrá que ir con precaución). Bajamos ahora aún por senda (más o menos) al Portillo de los Perros para continuar por la divisoria ya siguiendo sólo trazas (que las hay a cientos) de ganado, que van faldeando la sierra. De vez en cuando nos toca rectificar para ganar altura sobre la divisoria, que es más atractiva y no ofrece dificultades reseñables y sí impresionantes vistas. Sólo hay un obstáculo importante justo antes de llegar a una especie de portillo al pie de la Almenara y es el motivo por el que a la ruta la voy a calificar como difícil porque hay un paso algo dificultoso con una pequeña trepada y destrepada que si no nos vemos seguros es preferible volver sobre nuestros pasos unos metros y bajarnos sobre 15 metros más abajo para evitar este trozo con menos complicaciones. Ya sólo nos queda subir la pala sur hasta la cumbre, diversos trazados nos guiarán, a veces seguimos encontrado algún hito, pero es cuestión de metros toparnos con el vértice. Si queréis evitar este paso podéis, desde el Collado del Portillo de los Perros bajar un poco y caminar a media altura (hay una senda más reconocible), evitando las crestas, y subir por la otra cara a la cima, la misma por la que bajaremos.
Fabulosas vistas la que nos ofrece esta atalaya desnuda y pétrea en todas direcciones: a la meseta de Alcaraz (N), el campo de Montiel (NW), al cercano e impresionante pico La Sarga (SW) y detrás suyo el inconfundible Cambrón, Riópar al S. y también el Calar del Mundo bajo el que se aprecia la depresión donde se encuentra el nacimiento del río, el Calar de la Sima,…. Y mucho más que podréis adivinar entre la Sierra de Segura, de Cazorla, de las Villas y de las Cabras, incluso la gran Sagra granadina.
Ahora comenzamos la bajada hacia el indicador del Portillo de Manolo, marcas de PR en la roca nos llevan sin pérdida alguna a la pista donde cogeremos el GR-66, no sin antes visitar la Fuente del Pino de los Muchachos a 50 m. especial para llenar agua si vamos con falta; abandonamos la pista por este GR-66 y nos metemos en el barranco por una senda bien marcada que va al lado del Arroyo de los Endrinales y que en fuerte bajada nos guiará hacia las ruinas del Cortijo de Miguel Serrano al que bordeamos, y nos despistamos tomando una pequeña trocha más alto de lo debido, rectificamos y bajamos a tomar la senda buena, la GR-66, que baja hasta la carretera de las Crucetillas, puerto que queda a nuestra izquierda, hacemos unos metros de asfalto y otro tramo de camino nos lleva a la pista que viene desde Riópar por la aldea del Gollizo y la Fuentona y que sin dejarla nos acercará a la Aldea del Villar, desde donde tendremos magníficas vistas de Riópar Viejo. Pasamos por el puente del Arroyo Rigüelo y el desvío al pequeño pueblo y ya vemos el coche esperándonos después de haber disfrutado de esta montañera ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”.
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Comments (3)
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Muy bien explicado
Me alegro. Seguro que has disfrutado de la ruta.
El día acompañó. Una ruta espectacular.