Río Verde. Charco del Canalón. Puente colgante. Istán

Ruta acuática consistente en remontar un tramo del cauce del Río Verde, con el objetivo de alcanzar la cascada del Charco del Canalón. El regreso y parte de la ida se realiza por una pista forestal paralela, proveniente de Istán. Nos encontramos en el Parque Nacional Sierra de las Nieves.

La descripción de la ruta está basada en los tracks publicados por Kminante del Sur y sendeante.

Llegada en vehículo a la zona alta de Istán pasando junto a las instalaciones deportivas municipales, siguiendo por una pista que pasa por el nacimiento de Río Molinos. Recorridos casi 4 kms. tomamos a la izquierda un carril en pendiente y después de otros 2 kms. se llega a dos explanadas aptas para aparcar.

La progresión por el tramo acuático lo califico como fácil. Existen varios puntos de escapatoria durante el tramo acuático, por los que podemos abandonarlo para enlazar con la pista que discurre en paralelo a poca distancia. La mayor parte del río lo recorremos con el agua hasta la rodilla, si bien hay un par de cortos tramos nadables, como para tener que proteger el contenido de la mochila en bolsas estancas. Igualmente pasamos por dos pozas con la suficiente profundidad, donde los niños, y no tan niños, pueden disfrutar con pequeños saltos. También se recorre un corto tramo opcional por una acequia paralela.

La cascada final se encuentra en una larga badina, a la que únicamente podremos acceder nadando, ya que se encuentra encajonada en un coqueto cahorro. La cascada es resultante del agua procedente de la rotura de un antiguo canal de latón, que discurre por la pared del cahorro a mayor altura. Casualmente se precipita al inicio de la poza, por lo que el paraje recibe el nombre de Charco del Canalón.

La vegetación de ribera destacable la forman sauces, fresnos, alisos, higueras, adelfas, carrizos, helechos y juncos. En el tramo de monte, recorremos bosques de alcornoques y pinos carrascos, mezclados con quejigos y algarrobos. En cuanto a la fauna, multitud de animales que viven en el río, certifican la buena calidad de sus aguas: anfibios, peces, galápagos, culebras de agua, aves acuáticas, y especialmente caballitos del diablo y libélulas de distintos colores. También es habitual contemplar el vuelo de águilas y otras rapaces. Más difícil será cruzarse con corzos y cabras monteses.

Hay que reseñar que las piedras del lecho de río son cantos rodados, pero de gran tamaño y cubiertas por una capa de algas muy resbaladizas. Unos botines de trekking con buena suela, es el calzado más adecuado, acompañados con bastones de marcha, para ayudar en la estabilidad. El tramo acuático se realiza en sentido ascendente para facilitar la progresión. Además las sensaciones irán de menos a más, y el tramo de pista nos permitirá secarnos a la vuelta, acompañados de estupendas vistas de las laderas de Monte Bornoque y Sierra Blanca.

Ruta muy interesante y agradable para la época estival, de fácil realización hasta "El Canalón".