Río Patamalara y Barranco Moreno (Sierra Almijara)

 Trazado anfibio, de ida y vuelta, que desde la Fábrica de la Luz de Cómpeta, nos llevará a recorrer el cauce del río Patamalara y parte del arroyo de Barranco Moreno. El punto de retorno lo tendremos bajo la infranqueable Cascada de Torrox.

 En nuestro caso, dejamos el coche en un ensanche del carril justo antes de que éste vadee el cauce río Patamalara, una decenas de metros más adelante nos encontraremos en el vado de la Fábrica de la Luz de Cómpeta, donde podríamos dejar el coche sin problemas.
 Junto a las instalaciones de la Fábrica de la Luz, una plataforma de hormigón en el cauce nos servirá de acceso al remonte anfibio del río Patamalara. En nuestros primeros pasos tendremos que sortear tramos cerrados de cañaveral, donde túneles trepanados en el invadido lecho nos servirán de camino en el avance, alternado con frondosos tramos de ribera.

(Primeros metros en el río Patamalara)

 Atravesamos un pequeño cahorro y continuamos sin sobresaltos hasta las proximidades del Peñón de los Hornos.

(Llegando a las primeras cascadas del río Patamalara)

 Bajo el peñón, el río vira encajonado entre paredes y nos sorprenden los primeros saltos de agua a tener en cuenta.
 El primer salto de agua lo salvamos por la izquierda, el segundo remontando el bloque a su derecha según la marcha. Tras remontar la pequeña cascada no topamos con la tercera, que aunque no muy alta, resulta infranqueble por el cauce.
 No nos queda otra que volver unos pasos sobre el bloque por el que sobrepasamos la cascada intermedia y nos desviamos por una traza que nos llevará bajo la mirada del Peñón de los Hornos hasta enlazar de nuevo con el río una vez dejemos atrás el salto de agua.

(Cascadas bajo el Peñón de los Hornos)

 Retornamos al cauce y seguimos remontando, y tras el disimulado aporte del Barranco de los Pradillos, nos encontramos ante un nuevo salto de agua, éste a la altura de los restos del dique de la toma de la acequia.
Una pequeña poza bajo la cascada invita al primer baño de la jornada.

(Salto de agua en la toma de la acequia)

 Remontamos el salto de agua por la bancada de mampostería a la izquierda y pasamos a caminar por el Barranco Moreno, encerrado entre las paredes de un cahorro en los primeros metro, pero que pronto se abre en un amplio valle y avanzamos en la solana sobre las blancas rocas del barranco.

(Cahorros en el Barranco Moreno)

 En la travesía del amplio barranco pasaremos bajo las ruinas de la Venta del Mirlo y el testigo de sus bancales que caen hasta el mismo cauce.
 Tras este paseo prácticamente horizontal el barranco vuelve a cerrarse, estrechándose de nuevo y disfrutando de un tramo salpicado de pequeños saltos de agua y pozas, volviéndose su caudal más ahitado según avanzamos.

(Tramo de pequeños saltos y pozas en el Barranco Moreno)

 Tras estos entretenidos últimos metros nos acercamos al punto de retorno, pero antes tendremos que sortear la cascada preliminar al magnífico salto de agua de la Cascada de Torrox.
 Un vertical salto de agua de unos 4 metros nos bloquea el paso, ya con la imagen de la cascada sobre nosotros. Para remontarlo, hay instalado unas cuerdas fijas en su flanco izquierdo que nos ayudarán en el ascenso, aunque exigirán un mínimo de destreza para ascender y volver a descender.

(Cascada a sobrepasar por la cuerda)

 Una vez estamos arriba, sólo nos separan unos pasos del desenlace final de la jornada, la esquiva Cascada de Torrox, bastante cargada a pesar de la avanzada fecha estival.
En la umbría, y bajo el torrente de la cascada damos por concluida la ida del trazado, y damos comienzo al inevitable retorno sobre nuestros pasos.

(Cascada de Torrox)

 Invertimos el trayecto y completamos el descenso del barranco, no por ello menos entretenido y con nuevo punto de vista de los hitos disfrutados en la subida.

Nos vemos en las montañas.