Rio Dulce Rio Henares

Difícilmente se puede pasear por dos ríos tan bonitos como el río Dulce y el río Henares.
La marcha comienza desde Aragosa, en el camino, a la derecha, queda el poblado de los Heros y más tarde se llega hasta La Cabrera. Allí, tras una foto en el puente y un trago de agua se sube tranquilamente hasta cruzar la carretera de Sigüenza. Cruzando dicha vía comienza la bajada al valle del Henares, que transcurre serpenteando a uno y otro lado de la vía férrea hasta llegar a Moratilla de Henares. Un poco más adelante en el camino aparece la imagen inconfundible de Sigüenza, con la Catedral y el Castillo sobresaliendo sobre todo lo demás.
El día está suave, con una fina lluvia y bastante niebla. El valle del río Dulce es majestuoso. Ahora los arboles nos muestran solamente su esqueleto, esto hace que la visión de los acantilados y buitreras laterales sea mejor que en cualquier otra época. Sobre la niebla frecuentemente se divisan varios buitres que nos observan con curiosidad. El río va cantando en casi todos sus tramos, la cantidad de agua por las lluvias recientes es bastante considerable.
En Aragosa vemos su iglesia y su puente sobre el río. Un poco más adelante, a nuestra izquierda, aparece una formación rocosa a ambos lados, es El Pasillo, que a lo largo de miles de años ha excavado el río Dulce para continuar con su curso. Pasamos, un poco más adelante el Portacho, otro cañón horadado por el agua. Después de Pradera Somera y La Tejera llegamos al poblado de Los Heros, lugar donde antaño se fabricaba papel moneda para el Banco de España. Ahora solo se ven los edificios derruidos, sobre los que sobresale alguna chimenea y la iglesia.
En el camino continua hacia la Cabrera, el valle se abre un poco, pero no pierde ni un ápice de su belleza. En este bonito pueblo, información del parque natural, la fuente, el puente y sobre todo el Río, siempre con agua cantarina.
La subida hasta la carretera de Sigüenza y la posterior bajada al valle del Henares, son camino de tramite entre uno y otro río, aun así, el paisaje sigue siendo espectacular. Ahora nos ha aparecido el bosque de sabinas y enebros. Mas adelante algunos pinos y robles. Las rocas, y hasta las piedras a ambos márgenes de la ruta son admirablemente bonitas.
Cuando entramos en el valle del Henares el paisaje cambia ligeramente, pero es también de gran belleza. Recorremos el río siguiendo sus meandros. Pasando varias veces a uno y otro lado por debajo de la vía del tren.
Al llegar a las cercanías de Moratilla el valle se abre muchísimo, cruzamos la vía y el río para tomar un camino que nos lleve hasta el centro del pueblo. Apenas vemos gente. Su iglesia majestuosa conserva el cementerio al lado de sus paredes. Es un pueblo muy cuidado.
Una vez pasado, nos encaminamos por la senda de EL Cubillo, con una buena subida por el arroyo de Valdechábalos. En la siguiente bajada ya se divisa Sigüenza. Pasamos por la Fuente del Obispo y la de Santa Librada y nos encaminamos hacia el campo de futbol de La Salceda. Ya por las calles de Sigüenza vemos el Seminario, el Palacio Episcopal, calle Mayor, Catedral, Plaza Mayor con el Ayuntamiento y la última subida hasta el Castillo, en cuyo interior terminamos la ruta con un buen refresco.
Bonita ruta, bonitos ríos.