Río Chícamo

Precioso y divertido recorrido por el cauce del río Chícamo, un pequeño oasis entre las áridas tierras de alrededor. No es casualidad que a esa zona se la llame la Palestina murciana y es que a poca imaginación que se le eche ya se ve uno rodeado casi de camellos... En fin, que hay que verlo :-).

Para llegar al inicio de la ruta debemos atravesar la localidad de Macisvenda, a la salida tomamos un desvío a la derecha y poco después a la izquierda, hacia la pedanía de Chícamo y en unos metros vemos una explanada a la derecha (habrá bastantes coches y hasta puede que algún autobús aparcado), donde aparcaremos. Tomamos la pista de tierra que sale del aparcamiento y nos encontramos con varios carteles indicadores y una charca donde ya podemos ver al "fartet", especie de pez en peligro de extinción. Seguimos por el camino y al poco debemos bajar un pequeño terraplén hasta llegar a andar casi por el lecho del río (pero aún no nos metemos dentro). La vegetación se va haciendo más densa y debemos cruzar el cauce en varias ocasiones. Atención al waypoint "cuidado": aquí parece que la senda sube pero no, hay que seguir pegado al lecho del río. Al poco de pasar este tramo llegamos a la zona más impresionante del recorrido: la Garganta de Cager. Un precioso cañón en el que el río se encajona obligándonos a mojarnos (en mi caso casi hasta la cintura) para pasar por él. Es un tramo cortito el que hay que mojarse así que entre risas y con cuidado.

lo cruzamos. Al salir de este tramos el río se ensancha y estamos en una zona de ramblizo, con cañas, juncos, palmeras, etc. Continuamos por el lecho del río hasta llegar a la carretera que lleva a la pedanía de la Umbría, subimos por ella unos metros y la dejaremos para tomar una senda casi escondida que sale a la derecha. La senda asciende rápidamente con lo que nos deja disfrutar de las vistas de las cuevas y bad lands de la zona. Está marcada con hitos de piedra. La última parte de este tramo la haremos campo a través, hasta llegar a la máxima altura del día. Desde aquí enlazamos con un camino que baja hacia una mina de arcilla. Atravesamos la explotación por un lateral y encontramos el camino cortado por una acumulación de tierra, por lo que debemos trepar hasta saltarla y volver al camino. Siguiendo este camino enlazamos con el primer tramo del sendero que hemos tomado al inicio, y que nos lleva de vuelta al parking.