Río Chícamo
near El Chicamo, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Clásico descenso por el río Chícamo desde su nacimiento hasta unos 3,5 kilómetros aguas abajo, pasando por el pintoresco estrecho de El Cajer, con unas formaciones rocosas muy llamativas, para retornar luego en circular ascendiendo por la ladera derecha. Me he basado, sobre todo para la parte del regreso, en el track de Isidoromf (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8667655), a quien doy las gracias desde aquí.
Se trata de una ruta muy bonita y especial por el contraste entre el frescor del agua y las pozas y las tierras secas y arenosas, casi desérticas, que forman todo el entorno. Es una ruta muy fácil en cuanto a esfuerzo, sin gran longitud ni desnivel que superar; sin embargo, el paso por el estrecho de El Cajer puede resultar dificultoso técnicamente, y por ello la considero como moderada.
Creo que es importante dar una clara descripción de en qué consiste esta dificultad, pues el mismo día en que fui estuve viendo a bastante gente (suele estar concurrido en días festivos de época estival o con buen tiempo) que se lamentaba amargamente por no poder recorrer completo el estrecho y se tenían que dar media vuelta y volver por donde habían venido sin poder verlo todo. La cuestión es la siguiente: en el estrecho de El Cajer, que es un paraje precioso, el río se encajona tanto que va metido entre las rocas de uno y otro lado, que se juntan tanto que llegan a formar un estrecho pasillo, de modo que no hay sendero y sin más remedio, aunque sólo sea en un corto tramo, tenemos que quitarnos las botas y ponernos un calzado adecuado (sandalias, chanclas) para avanzar por dentro del río mismo. Y a esto hay que añadir que, según la época del año, el río puede venir con más agua o con menos, de modo que te puedes llegar a mojar hasta el pecho. Por eso, quienes mejor se lo estaban pasando allí eran unos niños que directamente iban en bañador y con buenas sandalias de goma, y se paseaban y chapoteaban arriba y abajo sin problemas, disfrutando de verdad; y los grupos que iban en plan familiar sin conocer todo esto se tenían que dar media vuelta. Así que no lo olvidéis: mi consejo es hacer la ruta en época de buenas temperaturas e ir provisto de pantalón corto y calzado de repuesto para poder andar por el río, cuyo suelo es bastante pedregoso y si vas descalzo te lo vas clavando todo.
Para iniciar la ruta, yo subí con el coche hasta un poco más arriba de donde la gente suele aparcar, con ánimo de buscar el mismo nacimiento del río, y desde ahí ir bajando siguiendo el cauce hasta atravesar el estrecho de El Cajer.
El nacimiento que yo localicé consiste en un pequeño cortado, de tierra arenisca y cercano a tierras de cultivo, a cuyo pie mana el agua. En este primer tramo, el agua llega a inundar el sendero, que discurre por el mismo centro de la rambla, pero con pequeño caudal aún. Poco más abajo la corriente forma un par de pozas donde pueden verse los fartets, pez endémico de este río. Estas pozas son la zona más visitada por familias con niños pequeños. Más abajo, donde en cauce se ensancha y podemos apreciar varias estampas de lo que se ha dado en llamar "la Palestina murciana", con palmeras junto al río y al pie de laderas áridas, se encuentra restaurado un antiguo molino hidráulico que pertenece a la comunidad de regantes de la zona.
A partir de este molino empieza la parte más bonita del recorrido. El río se va encajonando entre los dos montes laterales; en casi todo este trozo hay sendero a ambos lados del río, y en varios puntos puede cruzarse de un lado al otro. Luego, tras una curva pronunciada, el sendero termina por desaparecer, el cauce se estrecha bastante y ya de roca en roca pasamos por unas pozas muy chulas. Luego hay otro recodo, tras el cual vislumbramos por fin la parte más estrecha, donde hay que quitarse el calzado para avanzar por dentro del mismo río. Es una auténtica maravilla; es como un pasillo: estiras los brazos y tocas las paredes a cada margen del río.
Poco después se sale del estrecho y se recupera el sendero. Este tramo aguas abajo es también muy bonito, con estampas paisajísticas dignas de admiración.
Y luego, en un momento dado, se toma camino a la derecha y se abandona definitivamente el cauce del río. En el tramo de vuelta se asciende a la máxima altura del monte de la margen derecha del río, y en esta ascensión hay en algún punto unas bonitas vistas sobre todo el paisaje de las tierras de Abanilla, pero por lo general es un tramo poco interesante por monte de poca vegetación, y puede hacerse un poco aburrido. Además, para hacerlo más corto crucé por una cantera. El propósito es dar forma circular a la ruta; pero para aquellos a quienes no les dé pereza volver a descalzarse y refrescarse, casi mejor regresar por el mismo camino de la ida, disfrutando de nuevo de la belleza de ese magnífico estrecho de El Cajer.
Lo dicho: para disfrutar bien de la ruta no olvidéis hacerla en época de temperaturas cálidas y llevar sandalias y pantalón corto, o mejor, bañador.
Distancia recorrida: 7,9 km
Altura Mínima: 257 m
Altura Máxima: 450 m
Ganancia Altitud: 345 m
Se trata de una ruta muy bonita y especial por el contraste entre el frescor del agua y las pozas y las tierras secas y arenosas, casi desérticas, que forman todo el entorno. Es una ruta muy fácil en cuanto a esfuerzo, sin gran longitud ni desnivel que superar; sin embargo, el paso por el estrecho de El Cajer puede resultar dificultoso técnicamente, y por ello la considero como moderada.
Creo que es importante dar una clara descripción de en qué consiste esta dificultad, pues el mismo día en que fui estuve viendo a bastante gente (suele estar concurrido en días festivos de época estival o con buen tiempo) que se lamentaba amargamente por no poder recorrer completo el estrecho y se tenían que dar media vuelta y volver por donde habían venido sin poder verlo todo. La cuestión es la siguiente: en el estrecho de El Cajer, que es un paraje precioso, el río se encajona tanto que va metido entre las rocas de uno y otro lado, que se juntan tanto que llegan a formar un estrecho pasillo, de modo que no hay sendero y sin más remedio, aunque sólo sea en un corto tramo, tenemos que quitarnos las botas y ponernos un calzado adecuado (sandalias, chanclas) para avanzar por dentro del río mismo. Y a esto hay que añadir que, según la época del año, el río puede venir con más agua o con menos, de modo que te puedes llegar a mojar hasta el pecho. Por eso, quienes mejor se lo estaban pasando allí eran unos niños que directamente iban en bañador y con buenas sandalias de goma, y se paseaban y chapoteaban arriba y abajo sin problemas, disfrutando de verdad; y los grupos que iban en plan familiar sin conocer todo esto se tenían que dar media vuelta. Así que no lo olvidéis: mi consejo es hacer la ruta en época de buenas temperaturas e ir provisto de pantalón corto y calzado de repuesto para poder andar por el río, cuyo suelo es bastante pedregoso y si vas descalzo te lo vas clavando todo.
Para iniciar la ruta, yo subí con el coche hasta un poco más arriba de donde la gente suele aparcar, con ánimo de buscar el mismo nacimiento del río, y desde ahí ir bajando siguiendo el cauce hasta atravesar el estrecho de El Cajer.
El nacimiento que yo localicé consiste en un pequeño cortado, de tierra arenisca y cercano a tierras de cultivo, a cuyo pie mana el agua. En este primer tramo, el agua llega a inundar el sendero, que discurre por el mismo centro de la rambla, pero con pequeño caudal aún. Poco más abajo la corriente forma un par de pozas donde pueden verse los fartets, pez endémico de este río. Estas pozas son la zona más visitada por familias con niños pequeños. Más abajo, donde en cauce se ensancha y podemos apreciar varias estampas de lo que se ha dado en llamar "la Palestina murciana", con palmeras junto al río y al pie de laderas áridas, se encuentra restaurado un antiguo molino hidráulico que pertenece a la comunidad de regantes de la zona.
A partir de este molino empieza la parte más bonita del recorrido. El río se va encajonando entre los dos montes laterales; en casi todo este trozo hay sendero a ambos lados del río, y en varios puntos puede cruzarse de un lado al otro. Luego, tras una curva pronunciada, el sendero termina por desaparecer, el cauce se estrecha bastante y ya de roca en roca pasamos por unas pozas muy chulas. Luego hay otro recodo, tras el cual vislumbramos por fin la parte más estrecha, donde hay que quitarse el calzado para avanzar por dentro del mismo río. Es una auténtica maravilla; es como un pasillo: estiras los brazos y tocas las paredes a cada margen del río.
Poco después se sale del estrecho y se recupera el sendero. Este tramo aguas abajo es también muy bonito, con estampas paisajísticas dignas de admiración.
Y luego, en un momento dado, se toma camino a la derecha y se abandona definitivamente el cauce del río. En el tramo de vuelta se asciende a la máxima altura del monte de la margen derecha del río, y en esta ascensión hay en algún punto unas bonitas vistas sobre todo el paisaje de las tierras de Abanilla, pero por lo general es un tramo poco interesante por monte de poca vegetación, y puede hacerse un poco aburrido. Además, para hacerlo más corto crucé por una cantera. El propósito es dar forma circular a la ruta; pero para aquellos a quienes no les dé pereza volver a descalzarse y refrescarse, casi mejor regresar por el mismo camino de la ida, disfrutando de nuevo de la belleza de ese magnífico estrecho de El Cajer.
Lo dicho: para disfrutar bien de la ruta no olvidéis hacerla en época de temperaturas cálidas y llevar sandalias y pantalón corto, o mejor, bañador.
Distancia recorrida: 7,9 km
Altura Mínima: 257 m
Altura Máxima: 450 m
Ganancia Altitud: 345 m
Waypoints
Car park
1,138 ft
Inicio
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Gracias por las indicaciones, es una ruta estupenda. Muy bien indicada
Muchas gracias a ti, antbarreto3, por tu amabilidad y tu valoración, me alegro de que te gustara.