Río Caballos a Charco de la Virgen, en Tolox (Málaga)

Nuestra ruta de hoy la haremos por Tolox, por el río Caballos, hasta llegar a la Cascada del Charco de la Virgen, y vuelta por el mismo camino de ida.

Entre Alozaina y Coín, situada en la falda este de la Sierra de las Nieves, se encuentra Tolox.
Tiene un acceso privilegiado a esta Sierra, por una pista forestal que posteriormente se bifurca hacia Istán al Sur, y hacia Ronda, al Noroeste.
El cauce del Río Grande atraviesa el pueblo de noreste a sur.

Dentro de su término municipal se encuentran el Pico de la Torrecilla, el más alto de la citada Sierra, y el Sistema Sima GESM, la cavidad de mayor profundidad de Andalucía,​ con aproximadamente 1100 metros explorados.

El Charco de la Virgen, es una poza que se halla en el río de los Caballos, uno de los afluentes de Río Grande.

El inicio de ruta, lo hacemos cercano al elegante edificio del balneario de Fuente Amargosa, abierto entre los meses de junio a octubre. Es el único de España especializado en enfermedades renales y del aparato respiratorio.
Los “agüistas” inhalan el gas que desprenden sus aguas, declaradas de utilidad pública en el año 1906.

El sendero discurre próximo al cauce, circunstancia que permite bajar a la orilla en diversos enclaves, sobre todo a los diques, donde en algunos de ellos se puede practicar el baño.

Finaliza el sendero en el charco de la Virgen, un lugar impactante, ya que las aguas de este curso se precipitan por una cascada de 20 m.

A pesar de no tener mucha profundidad, circunstancia que varía de año en año dependiendo de sus avenidas, sus dimensiones ofrecen suficiente espacio como para nadar.

Las rocas de la base de la cascada contienen mucho verdín, así que mucho cuidado con los posibles resbalones.

Las orillas de la charca contienen muchas piedras y cantos rodados, lo que imposibilita tender la toalla.
El paraje es algo umbrío, ya que el sol incide pocas horas al día.

El sendero local que nos ha traído a este lugar se puede combinar con un pequeño recorrido circular de unos 10 km, con inicio igualmente junto al balneario de Tolox, que permite disfrutar desde su base del impresionante salto de la Rejía, de 51 m de altura. En nuestro caso, no lo hicimos, nos volvimos en este punto por el mismo camino de ida.

Una rutita, en definitiva, muy tranquila, sin demasiada dificultad y muy recomendable para estas fechas. Un paseo que, sin duda, merece el pequeñísimo esfuerzo.