Río Benámor, Cortijo Los Barrancos, Pico Buitre, La Umbría (Moratalla)

Después de 30 años regreso a la cima del Buitre. La primera vez lo hice desde Caravaca y fue una visita profesional. Realizábamos pruebas de cobertura para la instalación de la red de comunicaciones de emergencia del Servicio 112, que cubre la Región de Murcia desde los montes Carrascoy, Buitre, Carche (Jumilla) y Algarrobo (Mazarrón).

Aunque hay rutas que comienzan a las afueras de Moratalla, en mi opinión, el recorrido hasta los embalses reguladores de Benámor, no tiene mucho interés y al regreso, con el sol dando de lleno, puede resultar cansino. Por eso, el punto de partida se sitúa en los embalses, siendo recomendable utilizar un vehículo todo terreno, pues la parte final del camino está bastante mal, con socavones importantes.

Aunque se suele tender a criticar la gestión pública, es de justicia en este caso, alabar el trabajo realizado por Confederación Hidrográfica del Segura, Comunidad Autónoma Región de Murcia y Comunidades de Regantes. Los embalses que recogen los excedentes de los ríos Benámor y Alhárabe, son fundamentales para Moratalla, igual que los embalses de los ríos Argos y Quípar, lo son para Cehegín. Sorprende lo que se consigue en esta Región, aprovechando gota a gota del caudal excedentario de pequeños ríos (casi arroyos), muestra inequívoca de que no hay acción intrascendente en relación al agua.

El recorrido por el río Benámor no es largo (unos 2,5 kms), pero sin duda no te dejará indiferente. Aunque en ocasiones veo escrito Benamor, seguiré el ejemplo del Cronista Oficial de Moratalla, José Jesús Sánchez Martínez, que lo acentúa en la forma que lo pronuncian todos los moratalleros. Se trata de una zona bastante salvaje, en la que debemos resolver cada paso, según la situación del río. Encontraremos cascadas muy bonitas y ambiente solitario con vegetación exuberante.

Tras el río llegamos al Cortijo Los Barrancos, lugar de encanto especial por su arbolado. Destaca un quejigo (roble carrasqueño) de gran porte, junto a una antigua carrasca. El Cortijo está igualmente rodeado de una fantástica chopera.

En general la flora de la ruta está presidida por el lentisco cornicabra, mucha coscoja, pino carrasco y romero. Conforme vamos subiendo, aparece el pino negro y también las encinas mezcladas con quejigos de porte bajo. Tras el Cortijo Los Barrancos y hasta llegar a los pies de la cima del Buitre, el recorrido es interesante por lo espeso del bosque que rodea el camino.

Es una ruta con mucha bellota. Sólo cuatro árboles dan bellotas: roble, quejigo, alcornoque y encina. Como arbusto, también la coscoja. Salvo el alcornoque, el resto de árboles están presentes en nuestro camino.

Pasamos por una explotación de frutales que está vallada conocida como Talas del Nevazo. Llegamos a los pies de la cima del Buitre. Va desapareciendo la vegetación, la pendiente se eleva y el suelo es pedrera que se deja subir sin peligro. Es un buen repecho, cuya parte final es muy atractiva. Desde la cima buenas vistas: Cerro de la Zorrera Sierras del Pajarero y Gavilán al oeste, Sierra de la Muela y Cerro de la Atalaya al norte lejano y la Umbría de Moratalla a los pies de su cara norte.

Bajamos por la arista sur-este del Buitre caminando por una arista algo aérea pero muy atractiva, con vistas espectaculares a la pared norte del Buitre. Nos dirigimos al cortafuegos por donde discurre una línea eléctrica, que vamos siguiendo con comodidad. Al abandonarla nos metemos en un tramo de campo a través, donde lo mejor es dejarse llevar “a sentimiento”. Sólo hay que tener claro el punto de destino y dejarse llevar según el estado del terreno. Al final llegamos a un camino bien marcado que va envolviendo la parte norte del Buitre, con agradecidas vistas.

Llegamos al Cortijo Familia Ginés Fuentes (que en los mapas aparece como Cortijo Casa Nueva). Bucólico lugar donde es recomendable llegar a su alberca, porque tiene la mejor vista del cortijo, con una fuente de agua fresca que repara todos los sufrimientos.

El resto del recorrido no tiene dificultad. El camino conduce de nuevo a los embalses de la Comunidad de Regantes del Río Benámor, construidos por la empresa TRAGSA mediante subvenciones del Ministerio de Agricultura, a través de fondos provenientes de Decretos contra la pertinaz sequía. El embalse sur se construyó en 1991, con capacidad de 48.000 m3 y calado de 6 metros. El embalse norte se construyó en 1998, con 86.000 m3 y calado de 9 metros, de ahí la diferencia de color del agua entre uno y otro. Mas turquesa el embalse norte.

Bonita y sorprendente ruta de montaña, por lo variado del recorrido.
Muy recomendable.