Rio Aller - Arrañaeru - Braña Dios - Braña Foz - Río Aller.

Hoy nos disponemos a realizar una ruta por unas brañas idílicas, cercanas a Río Aller (Ruayer-Rubayer).
Hasta Río Aller nos desplazamos tomando un desvío en Collanzo por la carretera local AE-6.
A la entrada del pueblo hay un pequeño aparcamiento, ideal para hacer esta ruta, si bien, nosotros solemos aparcar frente a la casa del Pintu, un espacio privado, pero que el propietario muy amablemente nos permite utilizar.
Iniciamos la ruta remontando un corto tramo pueblo arriba, para desviarnos a la derecha, con claro rumbo sur, descendiendo hasta el puente de Las Mestas, sobre el río Carbayalín, entrando hacia el valle de L'Orria, por donde discurre el río que da nombre al valle y que unos metros más abajo de este puente confluye con el Carbayalín, dando origen al río Aller.
Pasamos junto a una casa en el Cantu Molín e iniciamos una dura subida por una amplia pista, pasando junto a la cuadra de La Cal, cabaña de La Orel'ina, El Campón, Val'ina L'Orria. Esta dura subida concluye por el momento en el cruce de caminos del Posaeru. Debemos obviar el de la izquierda que se dirige a la braña L'Orria y continuar por el de la derecha.
Descendemos unos metros para cruzar el puente L'Orria, donde podemos contemplar bonitas imagenes del río con sus aguas embravecidas, al chocar contra las piedras.
De nuevo iniciamos otra subida que nos va conducir hasta las inmediaciones de Espines de Can donde nos vamos encontrar con un nuevo cruce de caminos. Nosotros seguimos por el de la izquierda que sube hasta la collada Madera, obviando el de la derecha que va camino de Braña Foz, por donde luego descenderemos. Por tanto, a partir de aquí, la ruta será circular.
Por esta pista vamos avanzando, con praderas próximas a ella en algunos tramos. Pasamos junto a una cabaña, creo que perteneciente a la majada de Ortigosa, continuamos camino por La Vegona y llegamos a La Pozona, con una cabaña muy acondicionada y una bonita campera en sus alrededores.
Aquí el camino se convierte en una senda, que aunque estrecha, permite el paso de quads, como hemos podido comprobar por uno que nos adelantó y que llegó hasta La Pozona.
Por una senda que se empina cada vez más y que atraviesa un pequeño hayedo, donde nos encontramos un tejo sobre una roca, vamos en busca de uno de los lugares más bonitos de todo el recorrido: Arrañaeru.
El Arrañaeru es una bonito y espectacular mirador sobre el valle L'Orria, hacia el norte, como bonita y espectacular es la única cabaña que puebla este mirador. Por sí sólo, la contemplación de este lugar merece hacer la ruta. La pena es que los desniveles son importantes. Unas cataratas cercanas, en esta época de lluvias, aumenta el atractivo del lugar.
En este punto, nuestra idea era volver por Braña Dios y Braña Foz, así que proseguimos ruta en dirección a la collada Madera, para girar más arriba por la majada Espalmaoria hacia las citadas brañas, pero después de un corto recorrido decidimos volver al Arreñaeru y seguir la ruta desde ahi; así que, nuevamente en el Arreñaeru tomamos la senda que va subiendo con rumbo suroeste y que acaba enlazando con la que viene de la Espalmaoria.
Por esta senda, con los picos Morgao y Laguna al fondo, vamos avanzando hasta llegar a un canto, desde donde comenzamos a descender hasta llegar a Braña Dios, con su fuente y sus pequeñas cabañas por los suelos.
Por la riega abajo, con direccion norte y con la ruta marcada, vamos descendiendo, primero hacia Braña Medio, pero con la vista puesta en la majada del fondo: Braña Foz.
Braña Foz es una fantástica majada, con una amplia campera y cabañas restauradas y en muy buen estado, bien protegida por las estribaciones de las cumbres cercanas. En época estival suele tener algún poblador.
Abandonamos Braña Foz para acometer un largo y empinado descenso, pasando junto al Peñón de Pancorba, Rebel.laon, Espines de Can, con alguna cabaña en sus inmediaciones, hasta alcanzar el cruce con la otra pista que baja directa del Arrañaeru y por la que habíamos ido en la subida.
A partir de aquí, el camino es el mismo de la ida, aquellas fuertes subidas, se convierten ahora en fuertes bajadas, hasta llegar a Río Aller.