Las Tejedas desde Riego de Ambrós (El Bierzo)

Las Tejedas desde Riego De Ambrós (El Bierzo)

ACCESO AL PUNTO DE INICIO:

Comenzamos nuestra ruta de hoy en una explanada que encontramos pasando Riego de Ambrós, viniendo desde Molinaseca. Este lugar se llama La Erillina y se encuentra en el Km 42, 5 de la carretera LE-142, donde están ubicadas unas casetas de tratamiento de aguas.

DESCRIPCIÓN DE RUTA:

Comenzamos la ruta a las 8:20am con 8 ó 10°C, nublado y con niebla, y lloviendo entre el Km3 y el Km5... a ratos con una intensidad impropia del mes de agosto (no era tormentosa). En primer término, desde el aparcamiento, bajamos por una cuesta hasta el valle. Allí nos encontramos con el Arroyo de Las Tejedas, que nos acompañará en todo el recorrido hasta esta aldea reconquistada por La Madre Naturaleza. Debemos cruzar este arroyo en el punto que se ve en el mapa que lo hicimos nosotros, para continuar el resto de camino por la margen derecha del Arroyo. Hace unos 10 años recorrimos este paraje y cruzamos el arroyo por un puente que hoy está destrozado. En el lugar que lo pasamos el ancho es menor y es fácil saltarlo (según la época del año vendrá más crecido y será más difícil saltar el Arroyo de Las Tejedas).

Después de cruzar el arroyo continuamos la ruta a nuestra derecha, aguas arriba, por la margen derecha. Caminamos por una pista ancha de tierra, hierba y piedras hasta un pequeño tranque de agua. En este lugar está la captación de agua que abastece a Molinaseca. Aquí se acaba esta pista que ha sido construída para este fin.

Seguimos camino por una senda estrecha, a tramos tapada por la hierba y alguna zarza. Tenemos que ir abriendo el paso para continuar hasta la Aldea de Las Tejedas. Este recóndito pueblecito está abandonado desde 1.970. Hace unos 10 años de nuestra última visita. En aquella ocasión estaba viviendo una señora de unos 50 años, con su hijo veinteañero, en la casa de la parte de atrás. Es la única edificación que hemos visto que está totalmente cerrada en su perímetro y el tejado completo. Tenían un huerto, gallinas, un caballo, varios perros y un coche que tenían que dejar en la zona de captación de agua. Hoy no hay personas viviendo en Las Tejedas. Nos han comentado en Molinaseca que frecuentan este lugar pastores con sus rebaños. Creemos que hace tiempo que no pasa casi nadie por estos lares porque el camino desde la captación de agua hasta Las Tejedas está cerrado por el propio bosque... hierba alta, helechos, zarzas... Al apartar la maleza está visible la senda en el suelo.

A la entrada del pueblo, a nuestra derecha, podemos ver la iglesia de Las Tejedas (dependiente de la matriz de Folgoso del Monte) encima de una loma. Está en estado ruinoso y el acceso es complicado. Para visitar esta iglesia debemos cruzar el río y no hay puente ni nada parecido. Nosotros no hemos intentado cruzarlo, por falta de tiempo, pero seguro que hay algún punto en el que se puede saltar con comodidad. Después tendríamos que pelear con un bosque salvaje para subir al pequeño cerro en el que se construyó.

El itinerario de regreso es el mismo que hemos recorrido con anterioridad. A la vuelta se puede subir al pueblo abandonado de Folgoso del Monte, que tiene las casas en mucho mejor estado que Las Tejedas. Se trata de una subida, en forma de zeta, de unos 2 kilómetros y 200 metros de desnivel positivo. La hemos subido en otras ocasiones, como en la ruta "El Acebo de San Miguel - Matavenero - San Facundo" (21 Kms. 650D+ 950D-), y es una ancha senda de hierba con un desnivel pronunciado. En los días más calurosos del año se debe evitar las horas de mayor exposición al Sol para subir sin dificultades añadidas.

Cuando volvemos sobre nuestros pasos, debemos cruzar de nuevo el Arroyo de Las Tejedas. Finalmente subimos una cuesta, la que bajamos al comenzar nuestra aventura de hoy, para cerrar la ruta circular en la explanada/aparcamiento, en el entorno de La Erillina. Esta última subida sinuosa es de, aproximadamente, 1 kilómetro y 90 metros de desnivel positivo (D+).

VALLE DE LAS TEJEDAS:

El Valle de Las Tejedas está en estado salvaje, sobre todo después del abandono total de la aldea de Las Tejedas hace más de 50 años (en 1.970). Es el Paraíso para múltiples especies de animales... y, desgraciadamente, para los cazadores también. Se trata de un Valle de unos 15 kilómetros de largo, un kilómetro de ancho y un desnivel de más de 700 metros desde la parte más baja (debajo de Paradasolana) hasta la de mayor altitud, junto a Manjarín, rondando los 1.400 msnm. Como norma general los días de caza son jueves, domingos y festivos. En verano no suele haber pero conviene disponer de información oficial y actualizada para evitar accidentes fatales. Alguna vez hemos hablado con cazadores de este coto de caza y nos han dicho que por la tarde no cazan. Es una norma no escrita que quiere evitar incidentes provocados por cazadores que se "pasan con el vino" en la comida.

VILLA DE MOLINASECA (B.I.C.):

Molinaseca es un municipio berciano, con ayuntamiento propio, con una población que ronda los 900 habitantes. Dista de Ponferrada, capital de El Bierzo, en 6 kilómetros y a 7 de Riego de Ambrós. En 1975 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. En el siglo I, en el pago de Santa Marina, se localizaban unas explotaciones mineras del Imperio Romano. A la entrada del pueblo, dirección Santiago de Compostela, se conserva en perfecto estado el Puente de los Peregrinos o Puente Romano sobre el Río Meruelo. El Camino de Santiago ha permitido el desarrollo de los pueblos que se encuentran en su trayecto, creando albergues, hospederías, alojamientos rurales, etc. En el siglo XVII se explotaron unos yacimientos mineros de hierro en las proximidades de Molinaseca.

El cercano 6 de septiembre de 2021 fue declarada Bien de Interés Cultural como "Villa de Molinaseca". Atesora dos grandes construcciones religiosas: el Santuario de las Angustias (siglo XVII) de estilo Barroco y la Iglesia de San Nicolás de Bari, también de estilo barroco y con toques neoclásicos. Molinaseca es una maravilla para visitar paseando, pues la mayor parte de sus casas están muy cuidadas y rehabilitadas con sus materiales originales (piedra, madera y pizarra). Delante sus balcones están siempre floridos y detrás de la casa tienen pequeños huertos de autoconsumo con algún corral o gallinero. Las fiestas patronales se celebran varios días entorno al 15 de agosto, pues es su día grande. Destaca La Fiesta del Agua que se trata de una celebración "a calderazo limpio", por las calles de Molinaseca, desde las primeras luces de la mañana. En el propio pueblo hay una gran oferta en alojamiento rural y multitud de restaurantes para todos los gustos y bolsillos.