RIBERAS DE CASTRONUÑO

Comenzamos el recorrido desde el "Mirador de la Muela", junto a la "Casa del parque" y al lado de la iglesia. Desde aquí tenemos una vista estupenda del meandro que hace el río Duero, con el puente del ferrocarril al Noreste, la presa de San José al Noroeste y en la otra orilla el carrizal donde nidifican numerosas aves.
En este lugar se encontraba el castillo fortaleza de la Orden de San Juan de Jerusalén. Solo se conserva la iglesia de Santa María del Castillo que fue construida a finales del siglo XII y principios del XIII; hasta hace poco se denominaba ermita del Santo Cristo.
Iniciamos aquí la ruta dirigiendo nuestros pasos hacia la iglesia. Seguimos por el paseo de la Muela dejando las bodegas a nuestra izquierda.
Al final de este paseo surge la llamada “senda de los pescadores” por la que empezamos a descender hacia el río. A nuestra derecha el río, y a nuestra izquierda un campo de almendros. Esta senda, hoy acondicionada para el paseo, es el camino tradicional que conecta el pueblo con el pequeño “puerto” donde los pescadores atracaban sus barcas. Situado un poco más adelante, han ubicado un puesto de observación que permite realizar algún avistamiento de aves.
Este espacio es un “bosque de ribera” o “bosque de galería” denominado así porque las ramas de los árboles se inclinan hacia el agua, de forma que parece que quisieran tocarse y convertir el río en una galería vegetal. Este peculiar pasillo verde sujeta el cauce, evita la erosión y amortigua el efecto de las crecidas. Es el refugio de multitud de animales y además proporciona un agradable espacio de ocio y de paseo. Aquí nos encontramos chopos, álamos, sauces, olmos, algunas higueras, saúcos, zarzas, escaramujos y algún guindo. El ambiente es fresco y muy agradable, un refugio ideal en los días calurosos.
Ahora salimos a la carretera para continuar a lo largo de 1 km hasta la Presa del embalse de San José que se construyó en 1941. Pasamos por encima de la Presa para llegar al otro lado del embalse.
Al final de la presa tenemos que tomar la desviación de la derecha. Está señalizada. Tenemos dos opciones: seguir por la pista marcada con “=” o continuar por el camino marcado con la “X”. Nosotros, optamos por la segunda opción. La primera opción nos lleva en línea recta hasta el paso a nivel de la vía Medina-Zamora. La segunda opción que es la que nosotros tomamos nos lleva junto a una valla metálica al lado de los carrizales de la margen derecha del embalse. Este acotado se ha hecho para asegurar la tranquilidad de las aves del humedal.
Este carrizal surgió tras la construcción de la presa. El nivel del agua del río subió inundando parte de la vega. Muchas zonas quedaron cubiertas sólo de forma superficial, apareciendo zonas de inundación en las que crecen grandes masas de carrizo y surgen pequeñas lagunas, dando lugar a un humedal seminatural. Esto ocurrió sobre todo en esta margen derecha, llana y con terrenos pantanosos, resultado de la dinámica del meandro. En este humedal, muchas aves acuáticas encuentran un lugar donde criar, pasar el invierno o tomarse un respiro en sus largos viajes migratorios. Por el contrario, en la otra margen el agua va más rápida y va erosionando la orilla formando un escarpe.
Caminando junto al carrizal, llegamos hasta el “escenario deportivo de pesca de ciprínidos”. Una zona donde se han habilitado 45 puestos de madera para pescadores, más un refugio con chimenea y unas mesas donde poder descansar y tomar un tente en pie.
Seguimos la pista y cruzamos la vía férrea siguiendo el GR-14. Ahora es simplemente seguir el GR. De vez en cuando nos podemos acercar sigilosamente hasta el río para observar algunas aves de cerca. Nos separa del río un pequeño arbolado de ribera, pero pronto empiezan a aparecer encinas. En unos 2 kms llegamos hasta una finca. Aquí solo nos dejan seguir el GR ya que por todas partes hay carteles de “camino particular, prohibido el paso”. El río se separa hacia la derecha, o mejor dicho viene de la derecha, mientras nuestro camino va hacia la izquierda. Estamos en un encinar donde es fácil observar tórtolas, rabilargos y elegantes abubillas que vuelan de árbol en árbol; majestuosas rapaces como el milano, el águila calzada y el ratonero, planeando en las alturas; y más dificlmente, aunque posible, es encontrarse con escurridizos mamíferos como la jineta, el tejón, el zorro o el jabalí.
Dependiendo de los kilómetros que deseemos hacer, podemos continuar por la pista o darnos la vuelta para regresar. En nuestro caso, comenzamos el regreso tras realizar 8,5 kms desde que iniciamos el recorrido en el Mirador de la Muela.
El regreso se hace por la misma pista hasta llegar a la vía del ferrocarril. Sin pasar la vía tomamos dirección al puente y cruzamos el embalse hacia la estación. Cerca de la estación cruzamos la vía por un paso a nivel y caminamos por el asfalto a lo largo de unos 2 kms entre campos de cultivo donde predomina el maíz.
Llegamos a la carretera VA-600 y tomamos dirección hacia la población de Castronuño accediendo a la misma por la calle Real, luego ascendemos por la primera calle de la derecha, calle Valborrada, hasta llegar a las escuelas. Giramos a la derecha y enseguida llegamos al "Mirador de la Muela" donde comenzamos y ahora finalizamos la ruta.