Ribadelago-Cañón del Cárdenas-Embalse de Cárdenas-Presa rota (Embalse de Vega de Tera)-Cañón del Tera-Ribadelago

Ruta circular realizada en pleno Agosto que nos llevará a disfrutar de una caminata por dos emblemáticos cañones de la zona y pasando al lado del Embalse de Vega de Tera, funesto protagonista de unos hechos acontecidos un 9 de Enero de 1959.
La ruta comienza en las afueras del pueblo zamorano de Ribadelago. Hay un extenso parking de tierra donde dejar el coche y desde donde parten una serie de rutas señalizadas en diversos carteles informativos. Nosotros seguiremos en esta primera parte de nuestro recorrido las señales naranjas (Senda de los Cañones del Cárdena y Segundera). Vadearemos al poco de empezar a través de un puente de madera el río Cárdena próximo a su confluencia en el Segundera que a su vez lleva sus aguas al río Tera cerca del inicio de nuestra ruta. Vamos disfrutando de un plácido paseo pero al poco tiempo empieza a empinarse nuestro recorrido. Sortearemos un desnivel positivo de unos 600 metros en los primeros 6 kilómetros de la ruta. Sin embargo cómo estábamos empezando y en general el sendero era bueno nos costó bastante menos de lo que nos esperábamos. Según fuimos ascendiendo podíamos deleitarnos con unas estupendas vistas a nuestra espalda del Lago de Sanabria y de Ribadelago. También vimos una cascada a nuestra derecha que aportaba su agua al Cárdena. En algún tramo incluso discurría el sendero en medio de un tupido bosque de encinas y helechos, y así casi sin darnos cuenta llegamos a las inmediaciones del Embalse de Cárdena. Momentos antes cruzaremos el río y subiremos por un sendero que nos llevará a una pista que metros más adelante desembocara en otra. A la izquierda quedará el embalse mencionado anteriormente pero nosotros seguiremos por la derecha (indicaciones naranjas cómo hasta ahora). A partir de aquí seguiremos en un suave pero progresivo ascenso por una amplia pista hasta llegar a la presa de Vega de Tera. Será un camino a la larga algo monótono sin una triste sombra (menos mal que a esa altura corría una pequeña brisa). Al poco nos encontramos a nuestra izquierda con unas lagunas (Laguna Roya) y posteriormente pasaremos al lado de la presa de Garandones hasta llegar a una bifurcación de nuestra pista. Nosotros tomaremos el desvío a la izquierda (el de la derecha nos llevaría al pico del Fraile (1627m). A partir de aquí el recorrido es algo monótono. Habrá un momento que nuestra pista se bifurcará. Nosotros seguiremos por la izquierda (Senda de Montaña 12, Tejos de San Martín). Unos 3 kms más adelante divisamos a nuestra izquierda una manada de caballos en las inmediaciones de un refugio de los ganaderos de la zona. Aquí se une a nuestra senda un sendero que viene de nustra izquierda. A partir de aquí comenzaremos a bajar hacia la presa de Vega de Tera a casi 3 kms. Vamos al poco tiempo viendo la mencionada presa hasta llegar casi a los pies de la misma, momento en el cual tomaremos un camino a nuestra derecha dejando la pista por la que veníamos.
Este embalse construido entre Junio 1954 y Noviembre de1956 por el régimen franquista de manera deficiente por escasez de presupuesto, deficiente planificación, mala calidad de los materiales ó una mezcla de todo esto, propició que una funesta madrugada del 9 Enero de 1959 a eso de las 06:00 a 18ºC bajo cero y mientras los habitantes de Ribadelago dormían, reventase. El derrumbe liberó más de ocho millones de metros cúbicos de agua que se dirigieron hacia el cañón del río Tera y que en su bajada arrasó el mencionado pueblo provocando la muerte o desaparición de 144 personas.
A partir de aquí seguiremos por un sendero con señalizaciones de un color rosáceo. Vamos viendo enormes bloques de piedra-hormigón a lo largo del Tera unos centenares de metros más abajo de la presa. El Tera lo tenemos a nuestra izquierda hasta atravesarlo casi un kilómetro más abajo para a partir de aquí tenerlo a nuestra derecha. Seguimos bajando por un sendero bastante bueno admirando la belleza del cañón y nuevamente nos tocará un breve pero empinado repecho hacia la Cueva de San Martín. Antes pasaremos al lado de una cabaña de pastores en ruínas, cruzaremos por un puente de piedra un afluente del Tera y llegaremos a una intersección en la que seguiremos a la derecha y que nos llevará a la Cueva de San Martín. A partir de aquí el sendero se complica algo más debido a la estrechez, cantidad de piedra suelta y continuos repechos y bajadas que a estas alturas de la ruta ibán haciendo mella en nuestras piernas. Pasaremos al lado de bonitas cascadas, la poza de las Ninfas y el pozo de las Forcadas y nos tocará vadear el Tera y algún afluente en varias ocasiones. De estos últimos ya no tengo waypoints ni fotos porque ya no me dejaba asignarlos Wikiloc al track. Y así terminaríamos llegando al parking de Ribadelago, comienzo de la ruta. Excelente momento para disfrutar de unas refrecantes cervezas en un chiringito regentado por un símpatico abuelete, y en el que rememoramos otra ruta realizada hace años por el cañón del Tera también, en la cual no calculamos bien nuestras reservas hídricas y al llegar sedientos al mismo el bueno de Paco va y le dice al mismo señor: "A mi ponme dos Shandys directamente". Cómo no podía ser de otra manera y a pesar de no haber pasado ninguna penuria de ese tipo en esta ocasión, no podíamos irnos sin volver a hacer nuestro Paco exactamente la misma petición.
En resumen, bonita ruta a excepción del tramo intermedio entre las presas de Cárdena y de Vega de Tera, que calificaría de dificultad media + por la época del año de calor y la longitud de la misma. Es una valoración subjetiva ya que cada uno debemos de conocer nuestra condición física y cómo es lógico no la recomendaría a personas que no estén habituadas a hacer rutas medianamente largas. Si no tienes una buena condición física, mejor dividirla en dos partes. Un día subir a la presa rota por el Tera ida y vueta ó sólo hasta la Cueva de San Martín y otro día ir por el Cañón de Cardena.
Hay que tener en cuenta también que tuvimos que atravesar el Tera en diversas ocasiones en el tramo final de la ruta por zonas en las que no había ningún puente. Posiblemente esas zonas no sean transitables en otras épocas del año en las cuales el río lleve más caudal.