REVENGA - COLLADO RIO PECES (CIRCULAR)

La ruta se inicia en las proximidades de Revenga, en el punto de la N-603 en el que parte la pista asfaltada del Embalse de Puente Alta, por la que está prohibida la circulación de vehículos. Se comienza a caminar por la pista hasta llegar al muro del embalse, por el que se cruza al otro lado. Se bordea el embalse por un camino que discurre por la orilla, buscado una cancela que da acceso a un tramo de la Cañada Real Soriana. Se abandona pronto la Cañada, girando a la izquierda y se busca una pista de tierra, que tras cruzar el arroyo del Cuervo también se deja, tomando por la derecha una pista ascendente. Enseguida encontramos una cerca que se atraviesa y cruzando campo a través una pradera y un bosque, accedemos a una pista asfaltada. Al llegar al Río Peces, la pista es de tierra e inicia un ascenso pronunciado en paralelo al curso del río, que queda a discurre a mano derecha. Se puede continuar por pista hasta el Collado del río Peces, pero se ha seguido un camino que sigue recto, hasta que desaparece, por lo que se continúa atravesando el bosque hasta una pista horizontal, que se toma a la derecha hasta llegar al Collado del Río Peces, punto más elevado de la ruta (1.758 m). Ahora hay que descender hasta el paraje llamado Cargadero de Cereceda. Hay una pista que desciende directa, pero se ha seguido una que va hacia la derecha que luego se abandona, bajando a través del bosque, que no plantea gran dificultad a pesar del desnivel. En el Cargadero de Cereceda se sigue por un camino ancho bien visible, que lleva hasta el bosque de acebos. Continuando, se llega a otro tramo de la pista asfaltada. Se puede seguir a la derecha por la misma, buscando el siguiente punto de paso, las Esclusas Romanas, dónde se capta y decanta el agua para el Acueducto de Segovia. Pero se ha cruzado la pista y bajado por el bosque de la manera más directamente posible. Antes de llegar a las Esclusas Romanas, ha habido que cruzar el Río de la Acebeda. No hay puente alguno y en esta época el caudal es abundante, por lo que no hay otra que vadearlo mojándose los pies. Para evitar esto, habría que haber continuado la pista que cruza el Río con un puente, y una vez en la orilla contraria, girar a la izquierda y seguir un camino paralelo al propio río. Desde las Esclusas Romanas, ya no hay mayor dificultad para llegar al punto de inicio, bordeando el embalse por la orilla contraria a la del inicio de la ruta.