184. Retorno a Villacienzo y Renuncio
near Roman catholic diocese of Burgos, Castilla y León (España)
Viewed 139 times, downloaded 11 times
Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 32 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 165 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Los rayos del amanecer empezaban a filtrarse, aún de refilón, por las ventanas orientadas al norte. Era otra señal de la apremiante primavera. Para hacerse ésta anunciar con alharaca, el sol y el viento sur habían elevado las temperaturas.
Es un decir. Ahora el termómetro ya no marcaba menos 8 a las 8. Se atrevía, gallito, a subir hasta cero grados a esa hora (y luego ya sí que se crecía; hasta 16 o 17; ‘mayeando en marzo’). La primavera quería arrinconar al invierno echándole su aliento.
Hoy, después de los ‘maitines’ (más bien a partir de la hora ‘tercia’), teníamos un rato de recreo. Por encima, el azul estaba para comérselo; y, por debajo, el primerizo verde, también. Entre uno y otro iban a ondear una bella bandera universal (sin banderías).
Había que enfundársela; colarse entre sus colores. No podíamos desaprovechar esa oportunidad. Seguro que el invierno no se iba a rendir aún; así como así. Nos traería de nuevo sus rigores en días acerados. Ya se anunciaban, inminentes.
Con el poco tiempo disponible hoy, no elaboraríamos ninguna exquisitez exótica. Pero procuraríamos condimentar(nos) un buen plato con ingredientes de azul y verde. Aunque fuera por campos y cerros, en lugar de valles y montañas.
Hacía un año, en otro hueco temporal, me había desplazado (con un pie delante del otro) a tres pueblos del suroeste de la ciudad de Burgos (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villagonzalo-renuncio-y-villacienzo-96115506 ). Me quedé con ganas de más.
Hoy era un buen momento para el retorno. Pero lo haríamos desde otro flanco: en lugar de llegar por el este, lo haríamos por el norte. Y en lugar de ser tres los pueblos, serían dos: Villacienzo y Renuncio.
LA RUTA
El itinerario es simple: un camino de ida, un camino de vuelta, y un sendero de enlace entre ambos.
Para iniciar la ruta, elegimos el extremo suroeste de la ciudad de Burgos. Así entraríamos enseguida en campo abierto, sin tocar el asfalto y sin ver cemento.
El ‘Camino de Burgos’ nos lleva sin pérdida hasta Villacienzo en 3 km. Avanzamos por un cerro de campos agrícolas, con algún reducto de pinares. Vista libre y horizontes.
Tras una vuelta por Villacienzo, nos dirigimos hacia Renuncio (km 5). Aquí ‘se hace camino al andar’: Hay sólo un desigual sendero paralelo a una vía férrea (sin trenes). Se agradece su contraste y hasta su ligera incomodidad.
Callejeamos por Renuncio, que también tiene su interés, e iniciamos el regreso; cómo no, por el (otro) ‘Camino de Burgos’. Ascendemos a un alcor, ahora algo más elevado; hasta el km 8. Allí descendemos a una vaguada.
Remontamos esa leve depresión en el km 8,7. Ya tenemos a la vista la ciudad de Burgos. Nos queda poco más de 1 km para llegar a su borde y el final de la ruta.
Por cierto, el dato de longitud señala 10,0 km; redondos. Salió así sin premeditación (‘ni alevosía’) ni forzamiento alguno. Pura coincidencia, desde el lugar de aparcamiento al empezar hasta exactamente el mismo punto al terminar.
Posibles Dificultades:
Ninguna reseñable. Ruta corta y de suave inclinación subiendo y bajando de los cerros. Caminos en buen estado. Hay, únicamente, unos 200 m de campo a través, saliendo de Villacienzo, y luego un tramo de irregular sendero (1 km) hasta Renuncio.
DESTACADO
Siendo realistas, la ruta de hoy no tenía grandes pretensiones. Había sido planeada como una liviana y agradable caminata entre el azul y el verde (… y los pardos y los grises). Sin más ambición. Que no es poco. Y así se confirmó: como mucho más que poco.
En un día así y en época pre-primaveral, el mayor aliciente que nos movía eran los contrastes de color. Buscábamos colorido y lo encontramos. La luminosidad resaltaba los matices y los relieves. La primavera venía abriéndose paso; más avanzada, sería mejor aún.
Habituados al montaraz monte, los caminos aquí fueron una delicia. Sus carriles o zonas de rodera estaban generalmente lisos. Aparte, en estas fechas, sus orillas y su mediana central estaban mullidas de fina hierba verde.
La mayor parte de trayecto se hace por altos con escasa vegetación arbórea. Apenas superan los 900 metros. Pero no hay nada más elevado cerca. Así que los horizontes acaban donde tu vista sea capaz de llegar.
Es cierto que los paisajes no exhiben fuegos artificiales, pero resultan muy agradables en esta época. En un día claro, se distinguen hasta los picos más altos de la Sierra de la Demanda, como el San Millán o los Trigaza; e incluso el cono del lejano San Lorenzo.
Como gratificación añadida, principalmente en el regreso, se ofrecen panorámicas de parte de la ciudad de Burgos. Incluso conociéndola, su perspectiva desde esos oteros se hace la interesante por lo novedosa.
En el trayecto entre los dos pueblos, vamos cerca de una vía férrea (algo por encima o junto a ella; a voluntad). Lejos de resultar molesta, la cicatriz de su soledad aporta variedad y encanto al conjunto. No pasó ningún tren (no parece electrificada y quizá se halle inactiva).
Los pueblos de Villacienzo y Renuncio ya me eran familiares (ver enlace arriba). Sobresalen sus iglesias. El ‘monte calvario’ en las afueras de Villacienzo, con sus cruces, aporta teatralidad (dramatismo, en un día oscuro). También destacan la coqueta Plaza Mayor de Renuncio (mejor sin coches) y la fuente de musgo.
ANÉCDOTA
Nos acercábamos de vuelta a Burgos.
Hoy, esperar una anécdota, una experiencia sorpresiva que te dejase ojiplático y provocase hilaridad, habría sido demasiado pedir. No contábamos con ello. Nos dábamos, pues, por satisfechos tal cual.
Mas, debemos estar ‘bendecidos’, porque se nos volvió a aparecer. Cerramos el paseo con una sonrisa y un cálido contacto humano. Y pudimos, además, re-confirmar la minusculez del orbe.
Un señor ‘mayor’ venía por el camino con su perrita de ensortijada lana blanca (‘Cuqui’ se hacía llamar, por más señas). “Hace buen día para pasear…”, 'y tal'. “Sería un pecado no salir hoy…”, 'y tal'.
--“Pues para mí sería un pecado doble. Estoy operado del corazón; una válvula”, nos dijo el hombre. “Sin excesos, pero debo caminar todos los días. Y, además, tengo 88 años. A decir verdad, los cumpliré en un par de semanas (nos dijo la fecha)”.
Comprendí que estaba necesitado de atención (‘como todos’). Y también que se sentía justificadamente orgulloso de seguir peleando en las trincheras de la vida.
Por nuestra parte, habíamos ido a buen paso y disponíamos aún de algo de tiempo, así que le estimulé:
--“Se diría que es Vd. un mentirosillo” (así se lo solté, pero con mi mejor cara). “Le creo lo de la válvula, pero lo de la edad…”. Lo cierto es que parecía 15 años más joven.
Sin duda, lo percibió como un halago (fundado) y se le soltó la lengua contándonos pormenores de su largo ir y venir: el año de nacimiento (para que hiciéramos cuentas; por si acaso…), la posguerra, 11 hermanos, etc.
Todo ello, dando muestras de plena solvencia en lucidez y buen juicio, con precisión y economía de palabras por su parte.
Y llegó ‘la traca’:
--“Aunque he vivido principalmente en Burgos, nací y pasé mi infancia en (…)”, nos aclaró. Un pequeño pueblo, distante bastantes leguas de aquí (esto lo añado yo).
Me quedé atónito.
–“¡Vaya, vaya!, paisano. Pues entonces la cigüeña se pasó de frenada conmigo por sólo 5 km”, le contesté. Y era verdad (lo de la cigüeña, metafóricamente). Lo cogió ‘al vuelo’.
Y ya ‘se lió’ el asunto…. Con recuerdos de cosas y personas de la tierra…. Lazos comunes después de décadas rodando por el pequeño-gran mundo; cada uno por su lado.
No fueron más de 10 minutos de charla, pero como si hubieran sido una vida. Dicho sea salvando la diferencia de edad. Que no pretendo dármelas de longevo ni buen mozo como él, ni de mantener sus excelentes facultades mentales.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 32 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 165 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Los rayos del amanecer empezaban a filtrarse, aún de refilón, por las ventanas orientadas al norte. Era otra señal de la apremiante primavera. Para hacerse ésta anunciar con alharaca, el sol y el viento sur habían elevado las temperaturas.
Es un decir. Ahora el termómetro ya no marcaba menos 8 a las 8. Se atrevía, gallito, a subir hasta cero grados a esa hora (y luego ya sí que se crecía; hasta 16 o 17; ‘mayeando en marzo’). La primavera quería arrinconar al invierno echándole su aliento.
Hoy, después de los ‘maitines’ (más bien a partir de la hora ‘tercia’), teníamos un rato de recreo. Por encima, el azul estaba para comérselo; y, por debajo, el primerizo verde, también. Entre uno y otro iban a ondear una bella bandera universal (sin banderías).
Había que enfundársela; colarse entre sus colores. No podíamos desaprovechar esa oportunidad. Seguro que el invierno no se iba a rendir aún; así como así. Nos traería de nuevo sus rigores en días acerados. Ya se anunciaban, inminentes.
Con el poco tiempo disponible hoy, no elaboraríamos ninguna exquisitez exótica. Pero procuraríamos condimentar(nos) un buen plato con ingredientes de azul y verde. Aunque fuera por campos y cerros, en lugar de valles y montañas.
Hacía un año, en otro hueco temporal, me había desplazado (con un pie delante del otro) a tres pueblos del suroeste de la ciudad de Burgos (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villagonzalo-renuncio-y-villacienzo-96115506 ). Me quedé con ganas de más.
Hoy era un buen momento para el retorno. Pero lo haríamos desde otro flanco: en lugar de llegar por el este, lo haríamos por el norte. Y en lugar de ser tres los pueblos, serían dos: Villacienzo y Renuncio.
LA RUTA
El itinerario es simple: un camino de ida, un camino de vuelta, y un sendero de enlace entre ambos.
Para iniciar la ruta, elegimos el extremo suroeste de la ciudad de Burgos. Así entraríamos enseguida en campo abierto, sin tocar el asfalto y sin ver cemento.
El ‘Camino de Burgos’ nos lleva sin pérdida hasta Villacienzo en 3 km. Avanzamos por un cerro de campos agrícolas, con algún reducto de pinares. Vista libre y horizontes.
Tras una vuelta por Villacienzo, nos dirigimos hacia Renuncio (km 5). Aquí ‘se hace camino al andar’: Hay sólo un desigual sendero paralelo a una vía férrea (sin trenes). Se agradece su contraste y hasta su ligera incomodidad.
Callejeamos por Renuncio, que también tiene su interés, e iniciamos el regreso; cómo no, por el (otro) ‘Camino de Burgos’. Ascendemos a un alcor, ahora algo más elevado; hasta el km 8. Allí descendemos a una vaguada.
Remontamos esa leve depresión en el km 8,7. Ya tenemos a la vista la ciudad de Burgos. Nos queda poco más de 1 km para llegar a su borde y el final de la ruta.
Por cierto, el dato de longitud señala 10,0 km; redondos. Salió así sin premeditación (‘ni alevosía’) ni forzamiento alguno. Pura coincidencia, desde el lugar de aparcamiento al empezar hasta exactamente el mismo punto al terminar.
Posibles Dificultades:
Ninguna reseñable. Ruta corta y de suave inclinación subiendo y bajando de los cerros. Caminos en buen estado. Hay, únicamente, unos 200 m de campo a través, saliendo de Villacienzo, y luego un tramo de irregular sendero (1 km) hasta Renuncio.
DESTACADO
Siendo realistas, la ruta de hoy no tenía grandes pretensiones. Había sido planeada como una liviana y agradable caminata entre el azul y el verde (… y los pardos y los grises). Sin más ambición. Que no es poco. Y así se confirmó: como mucho más que poco.
En un día así y en época pre-primaveral, el mayor aliciente que nos movía eran los contrastes de color. Buscábamos colorido y lo encontramos. La luminosidad resaltaba los matices y los relieves. La primavera venía abriéndose paso; más avanzada, sería mejor aún.
Habituados al montaraz monte, los caminos aquí fueron una delicia. Sus carriles o zonas de rodera estaban generalmente lisos. Aparte, en estas fechas, sus orillas y su mediana central estaban mullidas de fina hierba verde.
La mayor parte de trayecto se hace por altos con escasa vegetación arbórea. Apenas superan los 900 metros. Pero no hay nada más elevado cerca. Así que los horizontes acaban donde tu vista sea capaz de llegar.
Es cierto que los paisajes no exhiben fuegos artificiales, pero resultan muy agradables en esta época. En un día claro, se distinguen hasta los picos más altos de la Sierra de la Demanda, como el San Millán o los Trigaza; e incluso el cono del lejano San Lorenzo.
Como gratificación añadida, principalmente en el regreso, se ofrecen panorámicas de parte de la ciudad de Burgos. Incluso conociéndola, su perspectiva desde esos oteros se hace la interesante por lo novedosa.
En el trayecto entre los dos pueblos, vamos cerca de una vía férrea (algo por encima o junto a ella; a voluntad). Lejos de resultar molesta, la cicatriz de su soledad aporta variedad y encanto al conjunto. No pasó ningún tren (no parece electrificada y quizá se halle inactiva).
Los pueblos de Villacienzo y Renuncio ya me eran familiares (ver enlace arriba). Sobresalen sus iglesias. El ‘monte calvario’ en las afueras de Villacienzo, con sus cruces, aporta teatralidad (dramatismo, en un día oscuro). También destacan la coqueta Plaza Mayor de Renuncio (mejor sin coches) y la fuente de musgo.
ANÉCDOTA
Nos acercábamos de vuelta a Burgos.
Hoy, esperar una anécdota, una experiencia sorpresiva que te dejase ojiplático y provocase hilaridad, habría sido demasiado pedir. No contábamos con ello. Nos dábamos, pues, por satisfechos tal cual.
Mas, debemos estar ‘bendecidos’, porque se nos volvió a aparecer. Cerramos el paseo con una sonrisa y un cálido contacto humano. Y pudimos, además, re-confirmar la minusculez del orbe.
Un señor ‘mayor’ venía por el camino con su perrita de ensortijada lana blanca (‘Cuqui’ se hacía llamar, por más señas). “Hace buen día para pasear…”, 'y tal'. “Sería un pecado no salir hoy…”, 'y tal'.
--“Pues para mí sería un pecado doble. Estoy operado del corazón; una válvula”, nos dijo el hombre. “Sin excesos, pero debo caminar todos los días. Y, además, tengo 88 años. A decir verdad, los cumpliré en un par de semanas (nos dijo la fecha)”.
Comprendí que estaba necesitado de atención (‘como todos’). Y también que se sentía justificadamente orgulloso de seguir peleando en las trincheras de la vida.
Por nuestra parte, habíamos ido a buen paso y disponíamos aún de algo de tiempo, así que le estimulé:
--“Se diría que es Vd. un mentirosillo” (así se lo solté, pero con mi mejor cara). “Le creo lo de la válvula, pero lo de la edad…”. Lo cierto es que parecía 15 años más joven.
Sin duda, lo percibió como un halago (fundado) y se le soltó la lengua contándonos pormenores de su largo ir y venir: el año de nacimiento (para que hiciéramos cuentas; por si acaso…), la posguerra, 11 hermanos, etc.
Todo ello, dando muestras de plena solvencia en lucidez y buen juicio, con precisión y economía de palabras por su parte.
Y llegó ‘la traca’:
--“Aunque he vivido principalmente en Burgos, nací y pasé mi infancia en (…)”, nos aclaró. Un pequeño pueblo, distante bastantes leguas de aquí (esto lo añado yo).
Me quedé atónito.
–“¡Vaya, vaya!, paisano. Pues entonces la cigüeña se pasó de frenada conmigo por sólo 5 km”, le contesté. Y era verdad (lo de la cigüeña, metafóricamente). Lo cogió ‘al vuelo’.
Y ya ‘se lió’ el asunto…. Con recuerdos de cosas y personas de la tierra…. Lazos comunes después de décadas rodando por el pequeño-gran mundo; cada uno por su lado.
No fueron más de 10 minutos de charla, pero como si hubieran sido una vida. Dicho sea salvando la diferencia de edad. Que no pretendo dármelas de longevo ni buen mozo como él, ni de mantener sus excelentes facultades mentales.
Waypoints
Panorama
2,900 ft
8
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
El trocito de la vía no es recomendable
Gracias, DeSebas. Sí. Como ya indicamos, es una ruta sin grandes pretensiones (pero igual de querida), ni tampoco exigencias. Para el tramo en cuestión, que tiene su interés y ningún peligro, no hay fácil sustituto que lo mejore (alargamiento por camino más hacia el oeste [ya conocido]; o, si no, carretera).