Repetidor - vértice geodésico La Picadera - Batería de Castillitos (Campillo de Adentro, Cartagena)

Desde Campillo de Adentro tomamos la carretera que serpentea hasta la hipervisitada Batería de Castillitos, pero nos quedamos en el camino que, a la derecha, se dirige a las antenas, donde aparcaremos.

Y es que el objetivo de esta salida es subir al vértice geodésico La Picadera, así que primero caminamos hasta las antenas y más allá, asomándonos a las inmensas vistas de La Azohía, con su Torre de Santa Elena como edificación más destacada y con la Ensenada de Mazarrón en su totalidad.

Regresamos por el camino hasta el collado. Al frente a la derecha se alza el puntal donde se ubica el vértice geodésico. Tiene un perfil más escarpado de lo que me apetece y temo que pueda haber algún paso delicado, pero no es así. Los primeros pasos coincidimos con el GR 92, pero enseguida lo dejamos para seguir el sendero de la izquierda.

Esta senda está bastante pisada y no plantea ningún inconveniente técnico. Los pasos más estrechos no suponen ningún riesgo, y muy pronto alcanzo el vértice, junto al cual se conserva una caseta defensiva.

Siguiendo el sendero unos cien metros llegaremos a un nido de ametralladoras y un refugio para los militares de guardia en este puesto. El lugar bien merece el leve esfuerzo para disfrutar de las vistas.

Desciendo nuevamente al collado hasta salir a la carretera, y comenzamos la caminata hacia la Batería de Castillitos. De repente se termina la montaña de la izquierda y se nos abre una enorme panorámica del Mediterráneo y de la costa cartagenera: Boletes, El Portús y Escombreras.

También impresionan las accidentadas sierras cartageneras, destacando la Muela y el Roldán.

La carretera es entretenida, debiendo ir atentos al tráfico, ya que aquí suben muchos coches, aunque van despacio a causa de las curvas y lo estrecho del vial para ambos sentidos.

Ya en la Batería de Castillitos nos dedicamos a subir y bajar, entrar y salir por algunos de sus rincones y recovecos. Nos ponemos los frontales para adentrarnos en un largo túnel que sale a un mirador que se asoma a mitad del acantilado.

Siempre es interesante visitar esta singular batería militar.

Cae la tarde y se nos hace de noche mientras regresamos al coche. Frontal en mano avisamos de nuestra presencia a los coches que van bajando.

Y así, ya de noche, llegamos al coche tras una ruta sencilla, muy completa y satisfactoria por uno de los parajes más espectaculares de la Región de Murcia.