Refugio de SAN FRANCISCO, cascada PIEDRA RESBALADIZA, ATALAYONES y Lagunillo de San Juan. P.N. SIERRA NEVADA, Granada.(IBP85)

Salgo desde el Albergue Universitario de la Hoya de la Mora. Comienzo subiendo a los Peñones de San Francisco y después, en fuerte descenso, llego a los Albergues Viejos o Refugio de San Francisco, edificio de 1915, lustroso hoy en diá por haber sido restaurado en el último lustro. Desde aquí tomamos vereda por la que, tras cruzar las Chorreras del Puntal, llegaremos hasta el rio San Juan donde podermos disfrutar de la cascada de Piedra Resbaladiza. Luego nos incorporaremos a lo que antaño fue la acequia de Hoya Puente y desde esta, giraremos a la derecha para comenzar camino a campo traviesa hasta los Borreguiles de San Juan. Aquí se termino el camino plácido. Serán de dos a tres horas donde tendremos que tener cuidado de donde ponemos el pie a cada paso.
La subida es bastante vertical y penosilla, ascenderemos al Atalayón chico, a la Loma de Lanchar, Atalayon grande y Lagunillo de San Juan, antes de llegar a los Borreguiles. En este punto tomaremos vereda por la que ascenderemos al Mojón de Trigo, donde se encuentra el viejo obserbatorio astronomico que cerró a finales de los años 70.
La caminata no tiene más agua que la que surten los veneros que iremos cruzando por el camino. Por tanto, no encontraremos fuente de agua potable.
He calificado de DIFICIL el recorrido para el senderista medio. La mayoría va a campo traviesa, el terreno es complicado y debemos estar pendientes siempre de dónde posamos cada pie, la pendiente es mucha y existen tramos donde necesariamente habremos de ayudarnos de ambas manos. Es el caso al cruzar el roquedal en el Atalayón alto.
Esta ruta tiene caracter meramente informativo. Hacerla o no es responsabilidad de cada uno, y siendo consciente de la propia capacidad física y la preparación necesaria. En función de la estación del año, habrá de llevarse la equipación necesaria. Yo la hice a finales de verano del año más calido de la historia reciente (hasta entonces), cuando no quedó ni un solo nevero en toda Sierra Nevada