Refugio de Postero Alto - Piedra de los Ladrones - Picón de Jérez - Barranco del Alhorí - Senda de los Neveros.

Toda una peripecia la que pasamos para subir desde Jérez hasta el refugio del Postero Alto; el carril estaba cortado a partir del km. 5 por tala de pinos y no había ningún aviso hasta llegar a la cinta que bloqueaba la pista. Después de darnos la vuelta nos cruzamos con una furgoneta que subía a llevar material para las obras del techo del Refugio y nos dijo que le siguiésemos, así que volvimos a girar y nos "hicimos pasar por trabajadores", si bien tuvimos que esperar bastante tiempo a que cortaran y retiraran un árbol atravesado en el carril. Con todo esto empezamos la ruta hora y media después de los previsto.

Comenzamos subiendo por el cortafuegos que nos lleva a la loma de en Medio, por donde tomamos el desvío al difuminado sendero que lleva al puerto de Trevélez (o de Jérez, dependiendo de donde sea al que se pregunte). Vamos en continuo ascenso que sólo da un ligero respiro en la loma de los Quemados, tras la que la vereda gana en pendiente hasta rodear el "cerrillo del Puesto de las Cabras". Una vez superado éste abandonamos el sendero y nos metemos en un canchal donde tomamos la referencia lejana de unas rocas para buscar el camino más adecuado. La pendiente adquiere mucha mayor inclinación y aquí también empezamos a sufrir un fuerte viento de cara que dificulta el ascenso, ante el que es necesario detenerse para aumentar nuestra protección añadiendo capas; alcanzadas las rocas tomamos nuevas referencias, en este caso la piedra de los Ladrones que se divisa en lo alto. El viento arrecia conforme ganamos en altura, pero paso a paso logramos llegar a nuestro objetivo; nos detenemos a reponer fuerzas y no queda más remedio que reevaluar la situación: el viento supera los 50 km/h y llegar hasta el cerro Pelado se antoja bastante arriesgado con un viento creciente y una hora tardía, así que decidimos dirigirnos directamente al picón de Jérez.

Empieza ahora un nuevo ascenso, Lara y Curro toman la vía más empinada buscando el sendero que va por el cordal que pasa por el cerro de las Tres Lindes (3.140 m.), mientras que Guanchi y yo tomamos un difusa vereda que, más abajo, también rodea la cabecera del barranco del Alhorí justo por encima de un gran nevero, hasta llegar a la loma del Picón. Aquí el viento ha subido en intensidad aunque no nos impide echar la vista atrás y disfrutar de una increíble cordal, "la integral de los tres miles", donde, entre otros muchos, destacan el puntal de la Juntillas (3.115 m.), el pico del Cuervo (3.147 m.), el puntal de Vacares (3.144 m.), el puntal del Goterón (3.071 m.) y cubiertos de nubes los gigantes, Alcazaba (3.369 m.), Mulhacén (3.479 m.), Machos (3.327 m.) y Veleta (3.396 m.).

Recorremos la loma del Picón hasta llegar al gran hito que marca el punto más alto del picón de Jérez, que con 3.088 m. es el cerro más oriental de Sierra Nevada que supera los tres mil metros. Aquí sólo aguantamos el tiempo necesario para tomar un par de fotos y emprendemos el descenso buscando el barranco del Alhorí. Lo hacemos a través de un sendero que se pierde inmediatamente, ya que ha habido una serie de desprendimientos que han dejado irreconocible la senda, así que es necesario extremar la precaución hasta superar ese empinado caos de piedra y tierra suelta que salva la zona más comprometida. Después aparece una senda que, manteniendo una pronunciada pendiente, está bastante definida y nos conduce al escarpado ventisquero del Carbón (un precipicio bajo la piedra de los Ladrones) y allí, en la zona conocida como Hoyo Alto, nace el río Alhorí (una vecina del pueblo nos decía que el nacimiento del río se sitúa más abajo año tras año).

Pronto tomamos su orilla derecha y comienza un fuerte descenso en el que el río se despeña formando las chorreras Negras, por una zona de umbría donde encontramos gruesas capas de hielo que hacen que volvamos a extremar las precauciones. Aún con poco caudal, las Chorreras son espectaculares y eso que no pudimos verlas en toda su extensión, ya que el hielo impedía cruzar el río para tener una mejor vista de este maravilloso paraje con continuas cascadas. Conforme nos vamos acercando a los roquedales conocidos como las puertas del Alhorí, vemos que el tiempo se nos echa encima y que el hielo en aumento iba a ralentizar nuestra marcha en caso de seguir bajando por el barranco, así que decidimos tomar la vía más sencilla para abandonarlo, la denominada "senda de los Neveros" (era la utilizada antiguamente por los que trabajaban de neveros recolectando la nieve en los hoyos del Alhorí) en busca de la "loma de en Medio", por donde completamos nuestro camino hasta el refugio de Postero Alto. La vuelta hasta Jérez la hacemos dando un gran rodeo hasta Lanteira por el área recreativa de la Tizná, en el que empleamos casi una hora de coche.