Refugio de Libar al Tunio
near Jimera de Líbar, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Recorrido este a veces por sendero otros campo traves bajando improvise un recorte del sendero pegado a la valla .
El sendero para empezar se encuentra unas ves en el refugio de libar , retrocedemos menos de un km, en dirección a Montejaque, por la pista en los Llanos de Cufría nos desviamos a la derecha por una vereda señalizada con hitos de piedras.
Pronto llegamos a la Fuente del Saucillo.
Circulamos por una ladera entre encinas y viejos quejigos en la Dehesa Boyar de Benaojan,con graciosos ejemplares de estos mismos.
Ganamos altura rápidamente adquiriendo buenas vistas a la Sierra de Montalante y a los Llanos de Pozuelo.
Andaremos primero pegado a la valla,después habrá que ir desviándose a la izq.,hay hitos para seguir con distintos recorridos,lo mejor el gps o ir pegado a la alambrada hasta una pequeña torca que se acaba la lambrada , tendremos que salvar una pendiente bastante grande atravesamos la valla llegando a una dolina y por una pequeña corniza . Llegaremos a ver los primeros pilones y junto a él el Cara Tunio,imponente formación caliza con forma de perfil humano ,tendremos que buscar la mejor perspectiva para sacar una bonita toma.
Llegamos a las Pilas del Tunio, un pequeño torcal que se eleva en las proximidades del Hoyo del Perro y donde hay algo especial. Ni me preguntes, ni te preguntes: Ve y compruébalo. No sé decirte si fuerzas magnéticas, telúricas o naturales, pero allí se respira distinto.
Son un conjunto de 6 pilas talladas a golpe de cincel en la misma roca caliza y un pilancón natural. Hasta este punto subían los arrieros hasta principios del siglo XX para verter aguas en estas pilas con el fin de que se congelara durante las heladas nocturnas. Al amanecer recogían el hielo cortándolo con palas.
La elección no resulta casual. Estamos probablemente en una de las zonas más frías y con más precipitaciones de toda la Serranía. Hay incluso serios estudios pluviométricos que definen la zona de la Sierra del Palo (término municipal de Benaoján) como la zona con mayor pluviometría de nuestro país. Ahí parece que la Sierra del Palo carda la lana y Grazalema carga la fama.
El agua con la que se llenaban las pilas procedía de la cercana Fuente del Saucillo o bien de la propia lluvia. Su uso principal era como refrigerante en las antiguas neveras pero también podían abastecer a los cercanos “Pozos de Nieve” ubicados en una depresión o dolina situada al este.
Nos sentamos a tomar un refrigerio mirando “la cara humana” (algunos la conocen como “Cara del Indio” o “Cara del Tunio”) que se levanta en el extremo de aquel torcal y que confiere al sitio la magia que pudieras echar de menos.
El poniente viene arrastrando nubes y grupo de chovas piquirrojas se precipita de una punta a otra de las laderas con su particular estruendo.
Las Pilas del Tunio (Sierra del Palo) fueron hasta mediados del Siglo XVIII auténticos congeladores naturales. En los años de poca nieve, burros y mulas subían el agua al atardecer desde la fuente del Saucillo hasta las pilas talladas en la roca. La dureza de las heladas nocturnas congelaba el agua, que ya convertida en hielo era almacenado y preservado hasta el verano en los cercanos pozos de nieve, usando para ello sucesivas capas de nieve ( o hielo producido en las pilas ) y manto vegetal de la zona ( ramas de encinas, piornos pendejos...). Sin duda un componente patrimonial a conservar.
Fotografía cedida por Manuel Becerra Parra.
El sendero para empezar se encuentra unas ves en el refugio de libar , retrocedemos menos de un km, en dirección a Montejaque, por la pista en los Llanos de Cufría nos desviamos a la derecha por una vereda señalizada con hitos de piedras.
Pronto llegamos a la Fuente del Saucillo.
Circulamos por una ladera entre encinas y viejos quejigos en la Dehesa Boyar de Benaojan,con graciosos ejemplares de estos mismos.
Ganamos altura rápidamente adquiriendo buenas vistas a la Sierra de Montalante y a los Llanos de Pozuelo.
Andaremos primero pegado a la valla,después habrá que ir desviándose a la izq.,hay hitos para seguir con distintos recorridos,lo mejor el gps o ir pegado a la alambrada hasta una pequeña torca que se acaba la lambrada , tendremos que salvar una pendiente bastante grande atravesamos la valla llegando a una dolina y por una pequeña corniza . Llegaremos a ver los primeros pilones y junto a él el Cara Tunio,imponente formación caliza con forma de perfil humano ,tendremos que buscar la mejor perspectiva para sacar una bonita toma.
Llegamos a las Pilas del Tunio, un pequeño torcal que se eleva en las proximidades del Hoyo del Perro y donde hay algo especial. Ni me preguntes, ni te preguntes: Ve y compruébalo. No sé decirte si fuerzas magnéticas, telúricas o naturales, pero allí se respira distinto.
Son un conjunto de 6 pilas talladas a golpe de cincel en la misma roca caliza y un pilancón natural. Hasta este punto subían los arrieros hasta principios del siglo XX para verter aguas en estas pilas con el fin de que se congelara durante las heladas nocturnas. Al amanecer recogían el hielo cortándolo con palas.
La elección no resulta casual. Estamos probablemente en una de las zonas más frías y con más precipitaciones de toda la Serranía. Hay incluso serios estudios pluviométricos que definen la zona de la Sierra del Palo (término municipal de Benaoján) como la zona con mayor pluviometría de nuestro país. Ahí parece que la Sierra del Palo carda la lana y Grazalema carga la fama.
El agua con la que se llenaban las pilas procedía de la cercana Fuente del Saucillo o bien de la propia lluvia. Su uso principal era como refrigerante en las antiguas neveras pero también podían abastecer a los cercanos “Pozos de Nieve” ubicados en una depresión o dolina situada al este.
Nos sentamos a tomar un refrigerio mirando “la cara humana” (algunos la conocen como “Cara del Indio” o “Cara del Tunio”) que se levanta en el extremo de aquel torcal y que confiere al sitio la magia que pudieras echar de menos.
El poniente viene arrastrando nubes y grupo de chovas piquirrojas se precipita de una punta a otra de las laderas con su particular estruendo.
Las Pilas del Tunio (Sierra del Palo) fueron hasta mediados del Siglo XVIII auténticos congeladores naturales. En los años de poca nieve, burros y mulas subían el agua al atardecer desde la fuente del Saucillo hasta las pilas talladas en la roca. La dureza de las heladas nocturnas congelaba el agua, que ya convertida en hielo era almacenado y preservado hasta el verano en los cercanos pozos de nieve, usando para ello sucesivas capas de nieve ( o hielo producido en las pilas ) y manto vegetal de la zona ( ramas de encinas, piornos pendejos...). Sin duda un componente patrimonial a conservar.
Fotografía cedida por Manuel Becerra Parra.
Waypoints
Comments (4)
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Muy bien
Guapisimo!!!
La Sierra del Palo esconde mucho, tenemos pendientes varias exploraciones allí.
😘😘