Refugio de Brañagallones: desde Bezanes (PR-AS 66)

'Bienvenidos al paraíso'. Con ese cartel, escrito en madera y en siete idiomas, recibe Brañagallones (la braña de los gallos o urogallos) al caminante que, tras casi tres horas de pateo desde el pueblo de Bezanes, arriba a uno de los lugares más hermosos del Parque Natural de Redes, en el sur asturiano.

Si no es el paraíso, se le aproxima bastante. La vega, por donde se esparcen antiguas cabañas hoy rehabilitadas, es una hondonada verde agazapada bajo el arco de cumbres de la sierra de Pries. Y en el paraíso, un refugio restaurante donde reponer fuerzas o incluso pernoctar -tiene varias habitaciones- para emprender otras rutas más alpinas que la que ahora nos trae desde Bezanes.

Porque desde Bezanes parte una pista ganadera hasta la braña, el PR-AS 66, con paso solo para vehículos autorizados (hay servicio de taxi 4x4 hasta m la campa y, en verano de 2024 un tractor remolcaba pasajeros en un vagón trenecito). A pesar de estas comodidades y de la belleza del lugar, un viernes de finales de julio solo coincidimos arriba ocho senderistas, que habíamos subido a pie, y una familia (esta por medio motorizado). El paraíso aún no está masificado, al menos ese día.

"Esto no es Picos de Europa. Y lo agradecemos", explicará ya abajo el mesonero de uno de los dos bares de Bezanes, tras concluir la ruta y cerrarla con la cervecita de rigor.

Desde Bezanes a Brañagallonea son 10,7 kilómetros. Pero es en los cuatro primeros cuando se negocia casi todo el desnivel. Con pausas fotográficas, se emplearon 2.50 horas en subir. Y 2.05 en bajar, con solo un par de paradas breves.

Son 10,7 kilómetros de subida, salvando más de 600 metros de desnivel (el acumulado de toda la ruta es de más 800 metros, pues hay algunos subes y bajas). Se alternan panorámicas (se despliegan varios miradores) con tramos de bosque, cuya sombra se agradece enormemente en verano. Todo el recorrido es por pista, nada de senderos (aviso para puristas).

Solo hay dos fuentes operativas en el camino, la del Andorviu, en el kilómetro 6, y la que surte justo a la entrada de la braña. La que hay a la salida de Bezanes, a unos 800 metros del pueblo, no regalaba agua cuando se hizo la ruta.

Según ascendemos, disfrutaremos de las vistas de algunas cumbres emblemáticas del parque, como el pico del Viento o el pico del Cascayón, a cuyos pies duerme el lago glaciar Ubales. También pasaremos bajo un curioso túnel roca (túnel del Crestón, bandera 13). Y carteles rústicos de madera nos informarán de los puntos más significativos del camino, donde figuran la altitud y distancia recorrida desde Bezanes.

Según la web de Turismo de Asturias, Brañagallones significa braña de los gallones (los gallos o urogallos), "que en otro tiempo tuvieron en los alrededores hasta seis cantaderos (lugares de exhibición de los machos en la reproducción)". Y prosigue:
"Si vamos tiempo atrás, nuestra imaginación podrá ver el glaciar que la ocupó y que posteriormente dejó allí un lago glaciar, parecido al de Ubales, cuya ubicación se divisa desde la ruta".

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Según el marcador automático que genera Wikiloc, ruta circular desde el aparcamiento de Bezanes pasando por:

- Mirador del Texu la Oración (2.6 km).
- Fuente el Andorviu (6.2 km).
- Refugio de Brañagallones (11.1 km).
- Refugio de la Vega de Brañagallones (11.8 km).
- Mirador Monte Redes (13.8 km).
- Collaín de los Madreñeros (14.7 km).