Recópolis. Zorita de los Canes. Castillo de Zorita. Camino natural del Tajo. Parque Arqueológico de Recópolis
near Zorita de los Canes, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
El Parque Arqueológico de Recópolis está formado por una serie de elementos entre los que destacan los yacimientos de la ciudad visigótica de Recópolis, situada sobre el Cerro de la Oliva, al lado de un bello meandro del Río Tajo, y de la ciudad de origen andalusí de Zorita de los Canes, en la que encontramos como lugares destacados un impresionante castillo de origen musulmán (con una iglesia románica y varios arcos góticos en su interior) y un núcleo urbano con edificaciones que se remontan al período medieval, resaltando la muralla y la iglesia parroquial, donde se puede ver una pila bautismal de época visigótica. Los dos elementos clave del Parque están situados a poca distancia uno de otro, y a ambos se puede asociar la presencia del río y el trazado del Camino Natural del Río Tajo para construir una ruta de longitud moderada, ampliable si se desea, de gran interés cultural y paisajístico. No debemos olvidar, aunque les hemos prestado poca atención, que el Parque incluye un buen número de elementos adicionales: acueducto, canteras visigóticas, caminos, acequias o molinos. Aunque no incluidos en el parque los restos del puente medieval que se llevó una riada, los del puente del siglo XVII que nunca se llegó a acabar, la ahora parada Central Nuclear José Cabrera, y un gran número de atractivos en pueblos vecinos conforman un lugar de poderoso atractivo turístico e indudable importancia histórica.
La ciudad de Recópolis, mandada construir por Leovigildo en el año 578, en honor de su hijo Recaredo o para celebrar la unificación política tras sus victorias sobre los pueblos que ocupaban el suelo hispano, es destacable por haber sido la única ciudad construida por los visigodos según unos, o por ser la única ciudad construida por iniciativa estatal en la Alta Edad Media según otros; fue capital de la provincia visigoda de Celtiberia, situada al este de la Carpetania (donde está Toledo, capital del reino visigodo por entonces), actualmente en la comarca de la Alcarria Baja, a unos 100 km. de Madrid y a orillas del Tajo. Parte de la construcción fue expoliada en el siglo IX, en tiempos del emir Mohamed I, siendo utilizados esos elementos para edificar la ciudad que sustituyó a Recópolis en el control del territorio (la medina árabe de Zorita, actual Zorita de los Canes). Con la desaparición del Califato, Zorita pasó a la Taifa de Toledo, y fue conquistada por los castellanos mandados por Alvar Fáñez, aunque volvió a manos de los almorávides por unos años, para ser luego conquistada por Alfonso VII, y cedida en 1174 por Alfonso VIII a la Orden de Calatrava, para que defendiesen la zona de las incursiones de los almohades. De esta época (siglos XIII y XIV) data la mayoría de las reformas que convirtieron al castillo de Zorita en el castillo roqueño más poderoso de la Alcarria.
Recópolis languideció durante varios siglos, hasta que a mediados del siglo XX comenzaron las intervenciones de rehabilitación, que no se sistematizaron hasta la última década del siglo pasado y que aún no han terminado. Como dice el panel informativo de la entrada, lo expuesto nos muestra un conjunto palatino formado por dos grandes edificaciones (un palacio de planta rectangular y una iglesia con planta de cruz latina, cuyo interior se aprovechó en parte para edificar la ermita que usaron los habitantes cristianos en la edad media), con otra rectangular adyacente. El conjunto se comunicaba con el resto de la ciudad a través de una Puerta Monumental, que fue modificada en época andalusí, al igual que la Calle Mayor y muchas de las viviendas, para adaptarlas a sus usos comerciales en esa época.
Llegamos a Zorita de los Canes desde Valencia por la A-3, saliendo al llegar a Tarancón para continuar unos minutos por la A-40, en dirección a Cuenca y salir luego por la CM-200 en dirección a Almonacid de Zorita y Zorita de los Canes, donde está bien anunciado el Parque Arqueológico.
La ruta comienza a la entrada de la población, al lado del pilón del puente del siglo XVI donde ahora hay un restaurante (Abuela Maravillas). Atravesamos la puerta de la Muralla y entramos en La Plaza, para luego seguir hacia el Castillo, cuyo lado sur recorremos por una pista dedicada, para luego bajar hacia la carretera por cuyo lateral seguimos durante unos cientos de metros (el tráfico es escaso hoy pero hay que tener cuidado y aprovechar los arcenes para transitar con mayor seguridad), mientras recorremos la zona de Reserva Fluvial, hasta llegar a la salida por la izquierda de la pista asfaltada que asciende hacia Recópolis. Tras pagar la entrada, disponemos de tiempo suficiente para hacer la visita (con o sin guía) de un lugar difícilmente superable. No solo están las ruinas, o el Castillo en la distancia, las tres zonas ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) hablan bien alto de la importancia ecológica de un enclave en cuyo entorno encontramos la Sierra de Altomira, los Sotos del Tajo y los Cerros Margosos de Yebra y Pastrana si queremos desviar nuestra atención hacia la flora y la fauna.
Acabada la visita a Recópolis volvemos hacia el Centro de Interpretación, en cuya parte posterior encontraremos el Camino Natural del Tajo, que sigue las alturas del cerro en dirección al Castillo. Aquí entraremos en una parte que sigue el recorrido del Camino Medieval, con las marcas de las rodaduras de los carros sobre la piedra y unos acantilados con profusión de rapaces. Llegando a Zorita nos desviaremos ahora por la derecha, para pasar por detrás del Castillo, al lado de las ruinas de un antiguo molino, con una balsa de agua, hasta alcanzar de nuevo La Plaza y salir al punto de inicio, al lado del río.
El río tiene un excelente aspecto en las inmediaciones del Parque, pero no es del todo real, dos pequeños embalses (Almoguera y Zorita de los Canes) hacen mucho para conseguir ese excelente aspecto.
En conjunto una ruta fácil, con un enorme peso de la historia y la cultura, ideal para los niños y para todos los que nos sentimos como niños en lugares así. Es difícil encontrar algo mejor que ver, y si quiere hacer distancias más grandes el Camino Natural del Tajo se lo pone muy fácil. Eso si, no busque agrestes montañas o paisajes alpinos, aquí historia y cultura se bastan para hacer de su día un recuerdo excelente.
La ciudad de Recópolis, mandada construir por Leovigildo en el año 578, en honor de su hijo Recaredo o para celebrar la unificación política tras sus victorias sobre los pueblos que ocupaban el suelo hispano, es destacable por haber sido la única ciudad construida por los visigodos según unos, o por ser la única ciudad construida por iniciativa estatal en la Alta Edad Media según otros; fue capital de la provincia visigoda de Celtiberia, situada al este de la Carpetania (donde está Toledo, capital del reino visigodo por entonces), actualmente en la comarca de la Alcarria Baja, a unos 100 km. de Madrid y a orillas del Tajo. Parte de la construcción fue expoliada en el siglo IX, en tiempos del emir Mohamed I, siendo utilizados esos elementos para edificar la ciudad que sustituyó a Recópolis en el control del territorio (la medina árabe de Zorita, actual Zorita de los Canes). Con la desaparición del Califato, Zorita pasó a la Taifa de Toledo, y fue conquistada por los castellanos mandados por Alvar Fáñez, aunque volvió a manos de los almorávides por unos años, para ser luego conquistada por Alfonso VII, y cedida en 1174 por Alfonso VIII a la Orden de Calatrava, para que defendiesen la zona de las incursiones de los almohades. De esta época (siglos XIII y XIV) data la mayoría de las reformas que convirtieron al castillo de Zorita en el castillo roqueño más poderoso de la Alcarria.
Recópolis languideció durante varios siglos, hasta que a mediados del siglo XX comenzaron las intervenciones de rehabilitación, que no se sistematizaron hasta la última década del siglo pasado y que aún no han terminado. Como dice el panel informativo de la entrada, lo expuesto nos muestra un conjunto palatino formado por dos grandes edificaciones (un palacio de planta rectangular y una iglesia con planta de cruz latina, cuyo interior se aprovechó en parte para edificar la ermita que usaron los habitantes cristianos en la edad media), con otra rectangular adyacente. El conjunto se comunicaba con el resto de la ciudad a través de una Puerta Monumental, que fue modificada en época andalusí, al igual que la Calle Mayor y muchas de las viviendas, para adaptarlas a sus usos comerciales en esa época.
Llegamos a Zorita de los Canes desde Valencia por la A-3, saliendo al llegar a Tarancón para continuar unos minutos por la A-40, en dirección a Cuenca y salir luego por la CM-200 en dirección a Almonacid de Zorita y Zorita de los Canes, donde está bien anunciado el Parque Arqueológico.
La ruta comienza a la entrada de la población, al lado del pilón del puente del siglo XVI donde ahora hay un restaurante (Abuela Maravillas). Atravesamos la puerta de la Muralla y entramos en La Plaza, para luego seguir hacia el Castillo, cuyo lado sur recorremos por una pista dedicada, para luego bajar hacia la carretera por cuyo lateral seguimos durante unos cientos de metros (el tráfico es escaso hoy pero hay que tener cuidado y aprovechar los arcenes para transitar con mayor seguridad), mientras recorremos la zona de Reserva Fluvial, hasta llegar a la salida por la izquierda de la pista asfaltada que asciende hacia Recópolis. Tras pagar la entrada, disponemos de tiempo suficiente para hacer la visita (con o sin guía) de un lugar difícilmente superable. No solo están las ruinas, o el Castillo en la distancia, las tres zonas ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) hablan bien alto de la importancia ecológica de un enclave en cuyo entorno encontramos la Sierra de Altomira, los Sotos del Tajo y los Cerros Margosos de Yebra y Pastrana si queremos desviar nuestra atención hacia la flora y la fauna.
Acabada la visita a Recópolis volvemos hacia el Centro de Interpretación, en cuya parte posterior encontraremos el Camino Natural del Tajo, que sigue las alturas del cerro en dirección al Castillo. Aquí entraremos en una parte que sigue el recorrido del Camino Medieval, con las marcas de las rodaduras de los carros sobre la piedra y unos acantilados con profusión de rapaces. Llegando a Zorita nos desviaremos ahora por la derecha, para pasar por detrás del Castillo, al lado de las ruinas de un antiguo molino, con una balsa de agua, hasta alcanzar de nuevo La Plaza y salir al punto de inicio, al lado del río.
El río tiene un excelente aspecto en las inmediaciones del Parque, pero no es del todo real, dos pequeños embalses (Almoguera y Zorita de los Canes) hacen mucho para conseguir ese excelente aspecto.
En conjunto una ruta fácil, con un enorme peso de la historia y la cultura, ideal para los niños y para todos los que nos sentimos como niños en lugares así. Es difícil encontrar algo mejor que ver, y si quiere hacer distancias más grandes el Camino Natural del Tajo se lo pone muy fácil. Eso si, no busque agrestes montañas o paisajes alpinos, aquí historia y cultura se bastan para hacer de su día un recuerdo excelente.
Waypoints
Photo
1,926 ft
Parque Arqueológico de Recópolis. Partes del Parque.
1. Vista del río Tajo (reserva fluvial), Zorita y Castillo desde el camino medieval del camino natural del Tajo cerca de Recópolis. 2. Río Tajo en la reserva Fluvial y al fondo el altozano donde se ubica Recópolis (el vallado marca los límites del Parque Arqueológico). 3 y 4. Información del Castillo e Iglesia parroquial.
Comments (7)
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Excelente ruta, habrá que hacerla.
ruta excelente
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Easy to follow
Scenery
Easy
Gran paseo por la historia en un entorno admirable.
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Easy
Excelente ruta por un entorno de restos de la gran historia.
Muy bonita ruta llena de historia
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Bonita ruta con excelentes vistas.
Gracias por tu comentario.