Rambla Serrano / Murallas King Kong, desde la Cresta del Gallo

Hacía ya tiempo que no nos juntábamos para una rutica de senderismo. Nos juntamos para esta ocasión, Make, Carmina, Edu, mis hermanos Juanans, Macu y Manoli, y yo. Como había varios que nunca habían estado en las Murallas de KingKong, ese era el objetivo. Inicialmente pensaba hacerla desde la Ermita de la Luz, en una ruta que ya existe en wikiloc, la "pista americana" creo que se llama. Pero eso conllevaba mucho desnivel, al tener que subir y luego bajar por el barranco del sordo, y algunos llevaban ya tiempo sin hacer una ruta larga y no era cuestión de hacerla demasiado dura. Así que mi hermano me propuso salir desde la Cresta del Gallo. Y así la preparé, y la verdad es que quedó una ruta bastante chula, variada de paisaje y original respecto a otras.
Encima el día fue espectacular en lo climatológico, hacía lógicamente un poco de frío al empezar por la mañana, pero luego la temperatura fue ideal, incluso alguno terminó en manga corta, a pesar de estar en diciembre. No hizo prácticamente viento, y encima, el día fue muy claro, con lo que las vistas desde lo alto de las murallas fueron sencillamente espectaculares.
La ruta queda en 15 km, con 500 y poco metros de desnivel. Tardamos 4h45 min, pero obviamente contando el tiempo de almuerzo, más innumerables paradas a echar fotos, el paisaje lo requería.
A continuación una rápida descripción de la ruta.
Salimos del aparcamiento de la Cresta del Gallo, por el camino dirección Relojero, y al poco, tomamos a la izquierda el camino de la Tana, que baja hasta San José. Al poco, después de una curva cerrada a izquierdas, cojemos una senda a la derecha (senda escondida he leído en algún sitio que la llaman) que nos baja a la Rambla de los Serrano. Esta senda no es muy conocida, pero es muy bonita. Al llegar a la Rambla, tomamos a la derecha, aguas arriba, y hacemos un pequeño pero muy guapo tramo por la rambla. Llegamos a un cruce de sendas. A la derecha, nos subiría a la Naveta. Al frente una empinada senda que también nos sube a la naveta, pero más cerca del relojero. Nosotros tomamos a la izquierda, dirección a las Murallas.
Aquí empieza la primera subida del día, aunque no muy pronunciada. Al llegar a un camino, lo cruzamos y pasamos por unas casas donde vemos a una pareja de ancianos, eso si que es vivir en plena naturaleza. Salimos al camino de Los Serrano, después al de Los Puros, y pasada la valla, a la izquierda, tomamos la senda bonita. Aquí se aprecia, por desgracia, la sequía que nos asola, pues en esta época del año, esta senda que va por la umbría, debería estar rebosante de musgo.
Tras un breve tramo por la senda bonita, tomamos a la derecha una corta y empinada senda que nos sube a lo alto de las murallas. Y llegamos al objetivo principal de la ruta. Este tramo de varios kilómetros es espectacular, pues las panorámicas (y con el día claro como he comentado al principio) son inmejorables, hacía todos los lados. Es un tramo también rompepiernas, con constantes subidas y bajadas, algunas se pegan al lomo. Vimos un montón de ciclistas, pero creo que esta zona no es muy apropiada para la bici, tendrán que echar pata cada dos por tres.
Este tramo finaliza enlazando con la senda quebrada, que tomamos en descenso, hasta el camino de los Puros. Lo tomamos a la izquierda, y enseguida a la derecha tomamos un camino hacia la casa de oración, donde varios carteles curiosos incitan a caminar en silencio. Tras pasar la casa de oración, una senda muy chula, que atraviesa de nuevo la rambla de los Serrano y tras una subida nos lleva a la naveta, cerca del mirador del barranco del sordo, alque no llegamos pues tomamos la senda del ascensor. Tras esta última senda, salinmos al camino que va del relojero a la cresta, y hacenos por éste los últimos kilómetros hasta llegar a los coches.
Terminamos en San José, para recuperar fuerzas con unos cuantos litros, marineras, etc. La ocasión y el esfuerzo lo merecían.
En definitiva, una ruta creo que muy interesante, mayoritariamente por senda, con variedad de paisajes, y el tramo espectacular de las murallas. Hacerla en un año no tan seco como éste, debe ser la caña.
Hasta la próxima