Rambla Sangonera, Pseudocalzada Romana, Cerro del Pino y Las Cuevas

Dice Pepe Marcos: nuestro primer domingo tras el "confinamiento perimetral municipal". Momento ideal y necesario para retomar la Montaña. Por ello, la sección veterana de “Los Siete Magníficos”, Pilar, Paco y un servidor, se concitó para realizar una travesía que, apriorísticamente (y como luego se confirmó) se planteaba y ofrecía interesante. Por ello, escogimos la ruta wiquiloquera de isidoromf https://es.wikiloc.com/.../ruta-circular-rambla-de... (que ofrece extensa e intensa información de la travesía). Partiendo de la Ermita Nueva de la Cruz de Sangonera la Verde, nos introdujimos de forma rápida en la aledaña Rambla de Sangonera . Por sus primeros tres kilómetros por firme en buen estado (solo salpicado, en ocasiones, de árboles caidos, algún desprendimiento sin importancia y pequeños “repuntes” de piedra) fuimos ascendiendo observando sus variopintas sorpresas: Minotauro esculpido en piedra, caras repetidas de señoras que observan, ojos que escudriñan, e incluso un sillón alto al que alzamos a nuestra Pilar. Tras ellos, la abandonamos entrando en la Rambla del Pocico en dirección sur y, tras poco menos de un kilómetro cerca de un “nudo” indicador del camino hacia el “Majal Blanco”, reculamos en dirección norte buscando, de nuevo la mentada Rambla, por la que deambulamos en un corto espacio para salir de ella por la izquierda, poco después del kilómetro cuarto. Llegamos, de manera ascendente poco problemática, a la zona de las “Llanas” y la falsa “Calzada Romana”. A partir del kilometro 5-5.5 llegamos a una zona de campo a través con trazas e hitos que facilitaban, prestando una mínima atención, el no perder el adecuado track de la travesía. Pocos hectómetros antes del km siete (yendo por pista), llegamos a un desvío a la izquierda que, por bonito camino ascendente en dirección oeste, nos llevaría (con un pequeño repunte final) a lo alto de un Cerro cerca de la zona de El Pino, a 302 mts de altura. Desde allí pudimos contemplar bonitas vistas de la parte alta de Carrascoy, Espuña, Sierra de Orihuela, Miravete, Cresta del Gallo y todas las bonitas montañas circundantes a Murcia. Tras este pequeño receso, bajamos del mentado Cerro por su zona este y posteriormente hacia el norte hasta llegar al km aproximado ocho y medio en “Las Cuevas”. Desde allí, para el que no quiera seguir por montaña, existe la posibilidad de seguir la pista en dirección oeste siguiendo el “Cordel de los Valencianos” con lo que retornaría de forma plácida por pista a la zona de salida. Nosotros, obviamente, seguimos el track del bueno de Isidoro y, en dirección oeste (primero por pista y luego por ladera de cerro “acanalada”), remontamos hasta más alla de la cota doscientos cincuenta, desde la que (en el km 10.5 aproximadamente) comenzamos una bonita bajada por senda estrecha hasta zona de cultivo llegando a confluencia con pista. Ya solo nos quedaban unos dos kilómetros, primero en dirección oeste y luego sur, para, casi de forma intuitiva y divisando nuestro destino, llegar de nuevo a la Ermita y completar la circular. Algo más de 13.5 kms sendereados con un desnivel positivo de unos 500 mts. desarrollados en poco menos de cuatro horas y cuarto. Lógicamente, el ejercicio reconfortante y endorfínico tuvo su recompensa en un más que suficiente beneficio “cervecerogastronómico”.. En resumen, travesía bonita, no excesivamente larga ni compleja y, sin duda, muy atractiva tanto física como visualmente.