Rambla Salada – Ajauque – Trasvase (Fortuna)

Dice Pepe Marcos: primer domingo de Mayo. Tras las recientes visitas “culturales” al Parque Regional del Valle y a la Huerta de Murcia, cinco de los siete decidimos cambiar a terrenos “mojados”. Por ello, e intentando seguir (sin conseguirlo como luego veremos) el track de Antonio Ruiz 99 https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/humedal-de-ajauque-rambla-salada-fortuna-9830036 (gracias compañero), dirigimos nuestros pasos hacia terrenos muy cercanos a Fortuna. Tras aparcar en zona aledaña a las Salinas de la Rambla Salada (siglo XIX, restauradas en 1997), visitamos tanto las mismas como su entorno para, ya, adentrarnos en terrenos del “Humedal de Ajauque y Rambla Salada” que, con una extensión de 1.632 hectáreas pertenece a los municipios de Abanilla, Fortuna, Santomera y Molina de Segura. En el año 1998 fue aprobado inicialmente el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y posteriormente, en el año 2000, fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por la importante colonia nidificante de cigüeñuela (más información en http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a%2C94%2Cc%2C365%2Cm%2C1753). Desde los primeros hectómetros en los alrededores de las balsas desalinizadoras, comenzamos a ver las abundantísimos cigüeñuelas que, con sus vuelos bajos y mínimamente amenazantes, intentaban disuadirnos de acercanos a sus terrenos de nidada. Tras algo más de un kilómetro en dirección sureste, entramos “de lleno” en la Rambla Salada, la cual seguimos durante algo más de tres kilómetros hasta llegar a la zona de confluencia con el Humedal de Ajauque en un serpenteante caminar con continuos vadeos. Hasta en seis ocasiones tuvimos que realizarlos, con pies (y culo al agua) en dos ocasiones. Posteriormente, por terreno algo más cómodo y por la zona derecha del Humedal, la dirección viró en sentido norte hasta que, aproximadamente un kilómetro y medio después, llegamos a un Camino de Servicio. Aquí empezó el problema. El track que seguíamos continuaba en dirección norte para, tras zona aledaña a terrenos privados que había obligatoriamente que pisar (protegidos solo por vallas para conejos) “cruzar” de nuevo hacia la zona del Humedal. Fue, materialmente, imposible, ya que el espesísimo terreno de cañas y matorrales altos impedían, rotunda y absolutamente, el tránsito. Por ello, volvimos sobre nuestros pasos y decidimos llegar de nuevo al Camino de Servicio y, a la altura de los que era el Km. 5.7 tomarlo en dirección algo ascendente y este. Tras un kilómetro, llegamos a lo que posteriormente he comprobado es el “Cabezo Pernard”. Ya desde esa zona alta, observamos en dirección norte el Trasvase. Tras un kilómetro y medio (esta vez por pista ancha y en tenue descenso), llegamos al mismo. Durante cuatro kilómetros lo seguimos, tomando la decisión de terminar la ruta acortando siguiendo el arcén de la C-3223 para, tras poco más de un kilómetro por ella, llegar a nuestro destino e inicio, completando la circular. Fueron un total de 15.5 Kms. realizados en cuatro horas; teniendo en cuenta los incidentes comentados y esas zonas de paso “lento”, nos podemos dar por satisfechos. Y claro, el fin de fiesta, como habitualmente, en Guadalupe y nuestro Mochuelo amigo. Para terminar, y como recomendación general, evitar rotundamente en días calurosos, protegerse muy bien del sol (sombras, menos que pocas) e hidratación suficiente. Pues otra aventurilla más pál cuerpo. Feliz semana tengáis