Rambla de Veto, Casa Zapata, Presa romana de Fuente Caputa (Mula)

Fuente Caputa es, sobre todo, su poza grande. Un lugar emblemático para los muleños y para todos los senderistas murcianos.

Sin embargo, el entorno de Fuente Caputa tiene otros atractivos, y siendo menores (que lo son), no dejan de tener su interés.

Así que hoy aparco en el nacimiento de Fuente Caputa para tirar en dirección contraria a la poza grande para seguir la ruta propuesta por Juan el Pito.

Lo que hago es introducirme por la Rambla de Veto, junto a la gran piedra que se alza pegada al cauce, sobre la primera poza. Cruzaremos la carretera sobre el dique y seguiremos transitando cómodamente por el lecho de la rambla hasta que llegamos a otro dique de mayores dimensiones y que salvamos por la izquierda.

Aquí ya iremos caminando por la margen derecha de la rambla (quedará a nuestra derecha), pasando por una vieja calera o carbonera y saliendo de la influencia boscosa a terrenos cerealistas, en los que pinos carrascos aislados y de gran porte ofrecen una bonita estampa.

Atravesamos un campo en barbecho para coger el camino que a la derecha va a la Casa del Ardal, pero nuestro destino es la Casa Zapata, que ya vemos a pie de monte enfrente de nosotros. Podemos tomar a la derecha y coger el camino de cipreses que vemos a media distancia, pero como este terreno es llano y sin cultivar, atravieso por la linde hasta salir a las ruinas de la Casa Garrancho.

Desde aquí vuelvo a atajar entre olivos y salgo junto a un viejo corral, ya pegado a Casa Zapata. Se trata de una casona recia, que tiene más apariencia de fortaleza que de vivienda, incluida una garita de vigilancia en la esquina izquierda de su fachada.

Actualmente todas las puertas y ventanas de la planta baja están tapiadas. Las rejas, la espadaña y la cruz de hierro que coronan el tejado, así como los edificios auxiliares nos indican que debió ser una finca bastante productiva en su época.

Sigo andando en dirección a Casa Veto, que sí está habitada. No estoy seguro, pero creo que estoy andando por caminos privados, así que prefiero evitar encuentros con los propietarios, no tanto porque me vayan a echar (afortunadamente nunca he tenido malas experiencias en este sentido), sino para que la presencia de un extraño en estos lugares solitarios no intranquilicen. En lugar de seguir el camino que pasa ante la finca, me desvío a la izquierda monte a través para atajar unos metros y reincorporarme al camino algo más adelante de la vivienda.

Continúo la marcha y llego a un camino donde giro a la izquierda. A la altura de unos melocotoneros cruzo a la derecha hacia otra finca en la que destaca un almacén solitario. Este camino me sacará a la carretera, donde giro a la derecha unos metros, hasta el primer camino de tierra a la izquierda. Enseguida llegamos a unos viñedos y a la entrada de la Finca de Caputa.

Este agradable camino nos dirige a las Casas del Pantano y a las dos presas históricas de Fuente Caputa: la romana y la medieval.

Vistas ambas, ponemos rumbo al final de la ruta en paralelo al cauce. Cuando el camino se dispone a cruzarlo nosotros nos quedaremos en la margen derecha, aunque en algún momento la vegetación nos obligará a subir a la parcela para llegar a un aljibe restaurado recientemente.

Desde ahí, y cruzando el camino, seguimos campo a través hacia la pinada, siempre a la derecha del cauce, al que acabaremos entrando en un bonito tramo.

Cuando aflora el agua significa que estamos en los últimos metros de nuestra ruta de hoy, que ha resultado una salida bastante relajada y agradable.