Puro Estrecho: Pelayo - Tarifa - Pelayo

Salida de la pedanía algecireña de Pelayo para conectar inmediatamente con la garganta del arroyo Marchenilla, bonito canuto de la zona. Se sigue un sendero que recorre la garganta que, en un corto trayecto, desemboca en el carril que conecta Pelayo con la torre del Guadalmesí. Se desciende el carril, torciendo en un cruce a mano izquierda hasta entroncar con el GR-92. Este gran recorrido se conoce como el “ Sendero Europeo Arco Mediterráneo” y recorre todo el litoral mediterráneo español, desde la frontera con Francia hasta conectar con el GR-145 “ Sendero Europeo Arco Atlántico” y con el GR-7, en Tarifa. Una vez que tomamos el GR-92, la ruta está balizada hasta Tarifa, constituyendo el último tramo de este GR. El sendero baja hasta la costa por la Vereda de la Cuesta. A partir de ahí, todo el trayecto discurre por la Colada de la Costa. Por tanto, las vías pecuarias tienen una gran presencia en la ruta. Toda la zona pertenece al Parque Natural del Estrecho. A mitad de recorrido, se cruza la desembocadura del arroyo Guadalmesí, flanqueada por su torre vigía homónima, del s. XVI. El itinerario de vuelta sigue, prácticamente, el mismo camino de ida en recorrido inverso hasta la torre del Guadalmesí. De ahí, se toma el carril que remonta el arroyo Guadalmesí y conecta con Pelayo.
A lo largo del camino, nos acompañan permanentemente las vistas del Estrecho, con la costa marroquí enfrente y el imponente Jebel Musa o monte de la Mujer Muerta. La ruta también destaca, desde el punto de vista geológico, por los innumerables flysch y taffonis en forma de panel de abeja que hay en la zona.
Además, todo el recorrido está salpicado de construcciones del ejército en desuso concebidas para la vigilancia costera, camufladas en los taludes.
Es también sumamente frecuente encontrar restos de pateras.
Desde hace unos años, el alga asiática “Rugulopteryx okamurae” , una especie exótica, ha invadido toda la costa, convirtiéndose en un gran problema.
El recorrido es demasiado largo para hacerlo en un solo día. Por eso, recomiendo pasar la noche en Tarifa y volver al día siguiente. Así se tiene la oportunidad, además, de visitar esta bella población gaditana. Como alojamiento, una buena opción es el hostal La Calzada, muy céntrico y a muy buen precio. Sus habitaciones, aunque pequeñas, son limpias y cómodas. Tarifa tiene una gran oferta gastronómica. Para la cena, recomiendo el restaurante La Morena, un restaurante abierto no hace mucho que destaca por su cocina creativa y de gran intensidad de sabores en un ambiente desenfadado. No es un lugar barato, pero merece mucho la pena pagar un poco más y degustar sus exquisiteces. El desayuno lo hicimos en Morilla, justo al lado del alojamiento. Abre todos los días a las 8:30.

Las sensaciones cuando se visita el Estrecho son siempre muy especiales. En pocos lugares del mundo uno se encuentra entre dos mares y dos continentes al mismo tiempo. A pesar de tanta belleza, es imposible sustraerse al drama humano que diariamente acontece en sus aguas, que hemos convertido en una fosa común.