Puig de Calmelles V.G., dolmens Rocalba i Planers de Serafina

El Puig de Calmelles, nuestro objetivo de hoy, es una montaña de 735 m de alto, situada en municipio de La Jonquera comarca del Alt Empordá, hace frontera con Francia y en su cima se encuentra un vértice geodésico del Instituto Geográfico Nacional, esta cima fue usada en 1793 por unos astrónomos y geógrafos franceses, para realizar las triangulaciones, pudiendo así medir el meridiano terrestre, definiendo, lo que era la unidad de medida, el metro, la triangulación se realizó con las cimas francesas del Puig de l’Estela y el Puig de Burgaraq, para llegar al inicio de la excursión cruzamos el pueblo de la Junquera dirección al cementerio y aparcamos nuestro vehículo en una pista con un estado lamentable, condicionados por unas brigadas de personas qué limpiaban los bosques, caminamos por esa pista y a la izquierda en una colina visitamos el Dolmen de Rocalba, es de tipo galería catalana y se pueden ver de pie tres losas de su cámara y parte del corredor, las otras paredes se han reconstruido con piedra seca, siguiendo con los monumentos megalíticos en nuestra siguiente parada visitamos, el Dolmen y el Menhir dels Planers de la Serafina, lo encontramos entrando unos metros por un sendero a la izquierda de la pista, en bastante mal estado, con la cubierta rota, caída sobre las losas de la cámara, el menhir no muy alto y de una forma triangular está a pocos metros del dolmen, otra vez en la pista iremos a buscar, el Surotell una encina milenaria, también la vemos a la izquierda camuflada por los troncos y ramas de otras encinas, árbol declarado monumental en 1991, tiene unos 25 m de alto y una envergadura de 4,5 m de tronco, como las pistas son anchas y cómodas de andar, llegamos rápidamente al coll del Portell, collado fronterizo donde vemos un mojón, con la numeración 562 y una placa, en memoria de las personas que durante la guerra, se vieron obligadas a cruzar, al país vecino, para que no les asesinarán, caminamos por la carena hasta el Puig Calmelles, cima muy escondida por vegetación y con un vértice geodésico en lo más alto, el descenso lo iniciamos llegados al coll del Teixo, por un sendero local, vertical y escondido, al que perdemos continuamente, no encontrando las señales de pintura amarilla, pasaremos por debajo de un alambre de espinos hasta llegar al camino y luego la pista que sube a la iglesia de Sant Juliá del Tort, ermita del siglo X, prerrománica, reconstruida en el románico, y poco queda que contar de esta excursión, para ascender a un vértice geodésico, emblemático, hemos andado juntos, Belén, Ricard y Julián.