Puente Palo, Cerrillo Redondo, Pico Tajo de Los Machos, Las Alegas, Refugio del Cebollar, Río Chico, Puente Palo

El plan de hoy, consiste en ascender a Cerrillo Redondo, Pico Tajo de Los Machos y Las Alegas, siendo un recorrido circular, por el cual coronaremos dos tresmiles (Cerrillo Redondo, Pico Tajo Los Machos) y otro que se acerca bastante. Las Alegas.
Para ello, iniciamos camino en el Área Recreativa de Puente Palo, a la cual ascendemos tras poco más de diez kilómetros de Pista desde el bello pueblo de Cáñar. La Pista tiene tramos encementados presentando un estado aceptable para turismos. Mientras nos aproximamos al inicio del recorrido, esta se interna por un extenso robledal, el más alto de Europa, en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada.

Este recorrido circular, podemos realizarlo en sentido horario, o a la inversa. Nosotros optamos por el horario (izquierda-derecha).

En Puente Palo, junto a la Acequia Grande de Cáñar, nos internamos por la pista cerrada a vehículos por una barrera, bajo un enorme bosque de pinar de repoblación en continuo ascenso. Esta va ganando altura en continuo zigzag por Haza de Los Matías, Prado Quinto y el Pelado, dominando unas panorámicas de la Sierra de Lújar, la Contraviesa y el Guadalfeo inigualables.

El carril que llevamos, muere en el cortijo-aprisco de ganado de la "U" en la Cañada del Tajo de Los Machos. A partir de aquí, sin sendero definido continuamos ascendiendo desviandonos a la izquierda en busca del carril perdido que "lomea" la grandiosa Loma de Cáñar. Una vez localizado continuamos ascendiendo hasta posarnos en el cordal de la Loma, para recorrer toda esta, siendo "recibidos" por un fuerte viento, llegando este a ser muy molesto e incómodo. ¡¡¡Las vistas al Barranco del río Lanjarón, el Caballo, Pantano de Rules y la Costa son impresionantes!!!.

A pesar del fuerte viento que por momentos nos impide avanzar normalmente, llegamos a un gran hito representado en una Laja en plena Loma. Muy próximo. a escasos cien metros, observamos una pequeña excavación de mineral a cielo abierto y junto a esta "veta" una pequeña cueva a modo de refugio.

Continuamos caminando en sube baja de antecimas hacia el primer tresmil del día, y las altas Cumbres de Sierra Nevada van asomando a nuestra mirada tanto a la izquierda como al frente en el sentido de nuestra marcha.

Cerrillo Redondo con sus 3056 m es el tresmil más meridional de toda Sierra Nevada, y junto al Pico del Tajo de los Machos se queda fuera de la Integral de los Tresmiles por estar fuera de la Divisoria de Mares. Desde esta Cumbre a la del Pico Tajo de Los Machos, apenas les separa un simple cresteo, siendo este la cabecera de los Barrancos de Cortés y Hondo como cabecera del nacimiento del río Chico. Desde la Cumbre del Tajo de Los Machos con sus 3086 m, divisar las grandes Cimas nevadensenses es impresionante, pero el viento cada vez más frío, e intenso, no nos deja apreciar cuánto tenemos a norte como al sur en el horizonte. El Pico del tajo de Los Machos es el límite de los términos de Soportujar, Cáñar, Bubión, Pampaneira y Lanjarón, siendo esta Cima, la que mayor número de pueblos convergen de Sierra Nevada. El viento por momentos arrecia y hay que largarse de aquí, rápido y presto. Lo hacemos siguiendo la cuerda de la Loma de los Moros hacia el Collado que nos separa de Las Alegas, siendo además, divisoria de la cuenca del río Chico con la del Poqueira.

Superado el Collado, sin dificultad alguna vamos ascendiendo a la última Cumbre de la jornada. Las Alegas con sus 2711 m.

Siguiendo la cordal de Loma Casilla de los Moros, pasaremos por varias corraletas de piedra seca antes de llegar al riscal de la Cumbre, y pasada esta desviarnos a la derecha por los Prados del Cebollar buscando el refugio del mismo nombre.

Vamos descendiendo sin sendero determinado dando vistas al Barranco del río Chico por el Panderón de Los Esmoñigados, hasta llegar a él.

El Refugio está construido junto a un antiguo cortijo en ruinas y su era. Es un antiguo refugio forestal de cuando todo el plan de actuación contra la erosión en los Valles del Lanjarón y Chico en las que se repobló en ambas cuencas en los años treinta, antes de la Guerra Civil. Tiene una cubierta de bóveda de cañón alargada con una chimenea. Está totalmente enlucido con cemento y presenta filtraciones de agua en la actualidad. Su construcción original fue de mampostería tradicional y enfoscado. Está diáfano en su interior, y aunque predomina la limpieza, (en mi última visita, estaba lleno de excrementos de ganado lanar) su estado es de abandono. Si se rehabilitara, seria un magnifico Refugio de media montaña.
Muy cerca hay un manantial de agua muy fresca que llenaba dos pequeñas albercas para regar los antiguos viveros de repoblación que allí existían, así como para aliviar la sed del ganado equino (muy necesario para realizar los trabajos de repoblación durante el pasado siglo) y que estaban en los corrales que hay en ruinas al lado del refugio. Pertenece al término municipal de Soportújar, y en su origen se trataba de una nave para abrigo de los operarios que realizaron los trabajos forestales tanto en esta zona, para impedir los destrozos que realizaba el río a su paso por Cáñar y Barjas como en el Valle de Lanjarón.

La ubicación del Refugio, es tan especial, que desde su ubicación, las panorámicas al suroeste que contemplamos sobre el Valle del río Chico, la Presa de Rules y la Costa Granadina, son espectaculares.

Tras un reposo y refrigerio, seguimos la senda que sale del Refugio y que conforme avanzas, deriva a media ladera a la izquierda, nosotros giramos a la derecha enlazando pequeñas trochas jalonadas con algunos hitos, hasta confluir en el lecho del Río Chico, pasando del margen izquierdo al derecho, cerca del Barranco de Cortés, desde el cual seguiremos por una pista abandonada con tramos de abundante vegetación, con otros más limpios hasta confluir con la pista de esta mañana, bajo la sombra de su inmenso pinar y retornar al Área Recreativa de Puente Palo.

Hoy (como en tantas ocasiones) he disfrutado de la compañía del amigo rafa, y de su "portentosa" mascota: el Conguito. Un can que apenas pesa kilo y medio y que es capaz de realizar travesías que muchos de nosotros, no nos atreveríamos hacer. Todo el recorrido se lo pasó bregando de forma incansable. Ni el viento pudo con él. Es un Pincher pequeño, pero muy, muy ¡¡¡GRANDE, GRANDE!!!.