Pto Lizarrusti - Lago Lareo - Sarastarri - Agaotz - Leitzadi - Ataun

La propuesta de esta ocasión es visitar la zona más occidental de la sierra de Aralar, donde podremos disfrutar de una amplia variedad de paisajes y bosques, el lago Lareo, una cueva y la formación conocida como Domo de Ataun, una estructura con forma de cúpula en la que se alinean varias cumbres (Intzartzuko Haitzak, Artzate Haitzak y Leitzadi-Sarastarri), describiendo el circo de Aralegi o Domo de Ataun.

Partiendo del puerto de Lizarrusti, tomamos el camino que nos lleva al Lago Lareo siguiendo el GR-283/GR-35/GR-20. Desde la parte trasera del lago, abandonamos la pista y empezamos a ganar altura entre hayas y tejos, un bosque precioso. Habrá que estar atentos al desvío a la cueva de Sarastarri, que cuenta con varias salas de gran tamaño e incluso con un pequeño lago interior (la visita es obligada). La única precaución necesaria es la de llevar una buena linterna y estar atento a los resbalones.

Fuera de la cueva, volvemos al desvío y seguimos subiendo hasta alcanzar el cordal en el que se encuentran las cimas de Sarastarri-Agaotz en primer lugar, y Leitzadi-Aitzeta-Malkorra más adelante. Pese a sus modestas alturas, ofrecen amplias panorámicas para disfrutar de diferentes orientaciones. Varias de las cimas más representativas de la montaña vasca son fácilmente identificables. Anboto, Aratz, Aizkorri, Beriain-San Donato...

Antes de llegar a Sarastarri podremos visitar un ojo en la cresta, desviándonos poco antes de la cima. La cims de Sarastarri es muy estrecha y con una gran caida al vacío (atención si el terreno está mojado). Agaotz ofrece grandes panorámicas y sin estrecheces.

La siguiente cima con buzón es Leitzadi, con arbolado que entorpece un poco la panorámica. Siguiendo el cordal en descenso pasamos por otras cimas de menos importancia, hasta un collado más allá del cual solo queda el hombro que hace Asundegi (con poco interés). De regreso al collado iniciamos el descenso final por la ladera norte, donde tomamos varios atajos entre los pinos (de momento transitables con poca dificultad por la maleza), hasta alcanzar el camino que nos llevará hasta Ataun, donde finalizaremos la travesía.

Aunque el desnivel ascendente es asequible, la excursión se alarga en la bajada, con un desnivel mucho mayor y por sendas que no permiten avanzar con rapidez en algunos tramos. En cualquier caso la excursión es de una gran belleza en muchos sentidos.