Priego - Azores

Una caminata indispensable si queremos contemplar las hermosas panorámicas que nos ofrece la misma. La ciudad de Priego sobre el altozano de los Adarves, al fondo la Tiñosa, Alhucemas y Lobatejo. De frente Jaula y la Sierra de los Pollos. A nuestra derecha Sierra Alcaide, la villa de Carcabuey. Y, al fondo el Navazuelo y los Montes de Luque.
El diseminado de Azores ofrece al senderista un sabor rural que se respira por los cuatro costados. En su mayor cota se encuentra el nacimiento del mismo nombre, de aguas puras y cristalinas procedentes de la Sierra, aptas y recomendables para el consumo humano. Todo el paraje está ocupado por huertas tradicionales, abundando gran variedad de árboles frutales: membrillo, camuesa, pero ruiz, manzano, olivo, ... Merece la pena este paseo. El trayecto es muy asequible. Tiene dos cortos repechones, al inicio y la entrada a Azores.
De nuevo ha hecho acto de presencia la lluvia fina e intermitente que he paliado con un cómodo cortavientos. Otra jornada para no olvidar: poco viento, temperatura templada y los sueños en el alero. Sí, una ensoñación de vivida que aviva el alma. Cuánto embeleso, cuánta quietud, cuánto goce. Y qué paz y armonía para mi gozó y disfrute. Sólo por eso, merecen la pena mis caminatas. Y por eso os las hago extensivas a vosotros.
ITINERARIO:
Plaza Constitución
Calle Solana
Calle San Luís
Calle Rihuelo
Calle la Vega (cruzamos el puente bajo la A 339 y tomamos la pista de tierra que aparece a nuestra izquierda, la de la derecha nos lleva a la Cube).
No abandonamos el camino rural, pasando por las alpechineras, hasta llegar con una salida, camino, a la izquierda, que nos aproxima a un conjunto de arquitectura rural, en el que destaca la casa señorial. Avanzamos, cruzamos un arroyo, dejamos a nuestra izquierda la Yeguada Azores y ascendemos, por una pista de cemento, hasta el Nacimiento de Azores. Las vistas que se extienden a nuestros pies son muy hermosas.