PRC-BU185 Senderos del Almiñé. Quintana de Valdivielso, El Almiñé, Camino Real, San Jorge, Toba y su Castillo, ermita de la Hoz.

Doble circular en la Merindad de Valdivielso en un día helador con viento de Noroeste y con cillisca de aguanieve.
Recorremos la mayoría del recorrido de los senderos del Almiñé, PRC-BU185, aunque con variantes.
La primera es que salimos desde Quintana. Se trata de un precioso pueblo encaramado sobre una Loma.
Las Torres y casonas que alberga valen bien la pena conocerlo.
Por el camino de la Lomana dirección el Almiñé te vas dando cuenta de los tesoros naturales que guarda el Valle.
San Nicolás de Bari nos saluda y da el pistoletazo de salida para ascender el Camino Real o la Calzada, como aquí la nombran, hasta la ermita de la Hoz.
Por un camino alternativo al del PR y más pegado a la ladera de Miravacas y San Jorge, llegamos al collado desde el que se disfruta de unas panorámicas increíbles hacia el norte.
En el descenso hacia Toba encontramos la ermita ya en ruinas de San Jorge y más abajo unas Tenadas ya inutilizadas.
Por un sendero bajo encinas llegamos a la carretera justo frente a la iglesia de Toba.

En vez de seguir el sendero marcado, optamos por subir por el sendero que lleva al Castillo de Toba.
Mil y una leyendas del escuchan de este lugar tan especial.
Su emplazamiento sobre una cresta calcárea rodeada de vegetación típicamente mediterránea te deja boquiabierto.
El sendero para tomar el san Jorge se pierde justo detrás del crestón que sostiene el Castillo.
Como buenos aventureros o marruyeros, decidimos avanzar entre la tupida vegetación y con un fuerte desnivel hasta alcanzar el collado.

De ahí y ya por el sendero marcado regresamos hacia la ermita de la Hoz y el Camino Real sufriendo el clima del páramo con su helado viento y ventisca de aguanieve.
Al llegar a la primera casa de arriba del Almiñé nos desviamos a la izquierda por el camino de la Tejera de Quintana.

Catalogo la ruta como difícil por el desnivel y por el camino NADA RECOMENDABLE de ascenso desde Toba hasta el sendero de San Jorge.
La ruta es espectacular y con un gran valor natural, paisajístico y patrimonial.

Así es el Valle de Valdivielso. Un joyero con innumerables joyas.