PRC-BU 218, Sendero del Pan Perdido, desde Navas de Bureba
near Navas de Bureba, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
En esta senda hemos realizado algún cambio, siendo el más importante la sustitución del tramo sur, que anteriormente recorría caminos de parcelaria entre fincas, por otro más alto que transita entre bosques y por las cercanías de las fabulosas Peñas de San Juan.
Se ha reforzado también la señalización y las marcas, esperando que sea más sencillo el seguimiento y tratando de evitar zonas excesivamente complicadas o que ofrezcan dudas al senderista.
Tenemos varios puntos posibles para iniciar la ruta: Quintanaélez, Soto de Bureba o Navas de Bureba. Hoy elegimos esta última, en un merendero situado a las afueras del pueblo que nos ofrece un lugar para dejar el vehículo, así como buena sombra, agua (la fuente del Chorrillo) y unas mesas donde poder relajarnos una vez terminada la jornada.
En otra entrada plantearemos la misma senda desde Quintanaélez.
Salimos del merendero rumbo oeste, para llegar enseguida a un cruce a cuya derecha divisamos el cercano pueblo de Navas de Bureba. Lo atravesaremos no sin detenernos un rato en su muy interesante iglesia de La Asunción, que nos pilla además de camino.
Continuamos ahora rumbo norte con vistas a la cumbrera a la que pronto nos enfrentaremos. La pista se convierte en sendero y no tardamos en llegar a un cruce. En este punto se abre la senda circular, y aquí regresaremos cerrando nuestro particular círculo, pero eso será más tarde. Si optáramos por entrar en el bosque a la derecha, es importante observar (como nos indica la señal) que entramos en una zona de monte con una importante población de fauna silvestre, y que es necesario realizar este tramo con el máximo respeto, en silencio y sin salirnos de la senda marcada.
Pero esto lo dejamos para más adelante. Nuestro plan ahora es subir a la cumbre por el Hoyo la Sierra, esto es, continuar rumbo norte por esta bonita trocha que se eleva paulatinamente y nos permite una cómoda ascensión.
Una vez en lo alto del portillo, punto en el que podríamos enlazar con el cercano Sendero de Barcina de los Montes, PRC-BU 102, empezamos el cumbreo, esta vez rumbo este. Subimos un poco más y ya divisamos las crestas del Pico Ventanas, a cuyo peculiar buzón montañero accedemos en poco tiempo y sin gran dificultad.
A partir del Pico Ventanas, la senda se vuelve algo tortuosa, pero más accesible tras haber reforzado las marcas; atentos no nos despistemos. El camino hacia el Pan Perdido nos irá desplazando de una vertiente a otra, entre rocas y hayas, evitando zonas complicadas y con unas vistas impresionantes. Pasaremos por la famosa “ventana” del roquedo, donde la foto es inevitable.
Terminada la zona de peñascos, llegamos a un pequeño vallejo paralelo a la cumbre que sortearemos por su parte norte para llegar a un collado desde el que ya oteamos la cercanía del farallón del Pan Perdido. Las vistas a ambas vertientes siguen siendo fabulosas, hacia el sur podremos disfrutar del espectáculo de las Peñas de San Juan desde arriba.
La subida al Pan Perdido es sencilla, allí nos espera la cima, con su buzón y el destacado vértice geodésico. Siendo el punto más alto de la ruta, la parada es obligatoria, aprovechando para echar un trago de agua y quizás algo sólido, que aún nos queda la mitad del recorrido, aunque será la mitad menos exigente.
Nos dejamos llevar hacia abajo por el roquedo hacia el Collado de las Cabras. En este, variaremos el rumbo hacia el sur, continuando nuestra bajada. También encontramos aquí el enlace con la Senda del Portillo de Busto, PRC-BU 95, a tiro de piedra del Castillo de Petralata y el Pico Custodio.
Continuamos el descenso zigzagueando hasta encontrarnos de vuelta en el encinar que envuelve toda la vertiente sur de los Montes Obarenes. Una vez entre encinas, pronto nos topamos con el cruce que nos interna en el bosque de vuelta hacia el Oeste. Una vez más es importante reiterar la necesidad de ser escrupuloso en esta zona con respecto al silencio y a no salirse de la senda marcada, para no molestar a la fauna.
Desde el mismo cruce tendremos a la vista las imponentes Peñas de San Juan, a las que nos iremos acercando y, finalmente, dejando atrás no sin gran asombro ante lo majestuoso de la vista que tenemos la suerte de contemplar.
En unas campas, en la mitad de este tramo bajo de la senda, enlazaremos con el Camino de Cornillán, que nos lleva cómodamente emboscados hasta el cruce por el que pasamos antes, para ahora girar a la izquierda camino de Navas. De paso encontraremos un antiguo chozo de pastores, en el término llamado “El Hornillo”; siempre podremos refugiarnos en él si nos pilla una chaparrada sorpresa.
El camino hasta el merendero ya nos lo sabemos. Si continuamos por la pista que accede a este, llegamos a Soto de Bureba, cuya iglesia de San Andrés es visita obligada, en especial su muy interesante portada románica.
La dificultad la consideramos moderada, tanto por el desnivel y las zonas que pueden requerir algo de pericia, como por el tiempo que requiere realizar la ruta. En días nublados o de grandes nevadas no es aconsejable acceder a la zona de cumbres, pues se complica mucho el seguimiento de las marcas y es fácil desorientarse. Para esos días, recorrer el tramo sur puede ser más que suficiente, o elegir otra senda del Parque con menos altitud.
Por otra parte conviene no olvidar llevar agua en la mochila, pues no hay fuentes en todo el recorrido.
Se ha reforzado también la señalización y las marcas, esperando que sea más sencillo el seguimiento y tratando de evitar zonas excesivamente complicadas o que ofrezcan dudas al senderista.
Tenemos varios puntos posibles para iniciar la ruta: Quintanaélez, Soto de Bureba o Navas de Bureba. Hoy elegimos esta última, en un merendero situado a las afueras del pueblo que nos ofrece un lugar para dejar el vehículo, así como buena sombra, agua (la fuente del Chorrillo) y unas mesas donde poder relajarnos una vez terminada la jornada.
En otra entrada plantearemos la misma senda desde Quintanaélez.
Salimos del merendero rumbo oeste, para llegar enseguida a un cruce a cuya derecha divisamos el cercano pueblo de Navas de Bureba. Lo atravesaremos no sin detenernos un rato en su muy interesante iglesia de La Asunción, que nos pilla además de camino.
Continuamos ahora rumbo norte con vistas a la cumbrera a la que pronto nos enfrentaremos. La pista se convierte en sendero y no tardamos en llegar a un cruce. En este punto se abre la senda circular, y aquí regresaremos cerrando nuestro particular círculo, pero eso será más tarde. Si optáramos por entrar en el bosque a la derecha, es importante observar (como nos indica la señal) que entramos en una zona de monte con una importante población de fauna silvestre, y que es necesario realizar este tramo con el máximo respeto, en silencio y sin salirnos de la senda marcada.
Pero esto lo dejamos para más adelante. Nuestro plan ahora es subir a la cumbre por el Hoyo la Sierra, esto es, continuar rumbo norte por esta bonita trocha que se eleva paulatinamente y nos permite una cómoda ascensión.
Una vez en lo alto del portillo, punto en el que podríamos enlazar con el cercano Sendero de Barcina de los Montes, PRC-BU 102, empezamos el cumbreo, esta vez rumbo este. Subimos un poco más y ya divisamos las crestas del Pico Ventanas, a cuyo peculiar buzón montañero accedemos en poco tiempo y sin gran dificultad.
A partir del Pico Ventanas, la senda se vuelve algo tortuosa, pero más accesible tras haber reforzado las marcas; atentos no nos despistemos. El camino hacia el Pan Perdido nos irá desplazando de una vertiente a otra, entre rocas y hayas, evitando zonas complicadas y con unas vistas impresionantes. Pasaremos por la famosa “ventana” del roquedo, donde la foto es inevitable.
Terminada la zona de peñascos, llegamos a un pequeño vallejo paralelo a la cumbre que sortearemos por su parte norte para llegar a un collado desde el que ya oteamos la cercanía del farallón del Pan Perdido. Las vistas a ambas vertientes siguen siendo fabulosas, hacia el sur podremos disfrutar del espectáculo de las Peñas de San Juan desde arriba.
La subida al Pan Perdido es sencilla, allí nos espera la cima, con su buzón y el destacado vértice geodésico. Siendo el punto más alto de la ruta, la parada es obligatoria, aprovechando para echar un trago de agua y quizás algo sólido, que aún nos queda la mitad del recorrido, aunque será la mitad menos exigente.
Nos dejamos llevar hacia abajo por el roquedo hacia el Collado de las Cabras. En este, variaremos el rumbo hacia el sur, continuando nuestra bajada. También encontramos aquí el enlace con la Senda del Portillo de Busto, PRC-BU 95, a tiro de piedra del Castillo de Petralata y el Pico Custodio.
Continuamos el descenso zigzagueando hasta encontrarnos de vuelta en el encinar que envuelve toda la vertiente sur de los Montes Obarenes. Una vez entre encinas, pronto nos topamos con el cruce que nos interna en el bosque de vuelta hacia el Oeste. Una vez más es importante reiterar la necesidad de ser escrupuloso en esta zona con respecto al silencio y a no salirse de la senda marcada, para no molestar a la fauna.
Desde el mismo cruce tendremos a la vista las imponentes Peñas de San Juan, a las que nos iremos acercando y, finalmente, dejando atrás no sin gran asombro ante lo majestuoso de la vista que tenemos la suerte de contemplar.
En unas campas, en la mitad de este tramo bajo de la senda, enlazaremos con el Camino de Cornillán, que nos lleva cómodamente emboscados hasta el cruce por el que pasamos antes, para ahora girar a la izquierda camino de Navas. De paso encontraremos un antiguo chozo de pastores, en el término llamado “El Hornillo”; siempre podremos refugiarnos en él si nos pilla una chaparrada sorpresa.
El camino hasta el merendero ya nos lo sabemos. Si continuamos por la pista que accede a este, llegamos a Soto de Bureba, cuya iglesia de San Andrés es visita obligada, en especial su muy interesante portada románica.
La dificultad la consideramos moderada, tanto por el desnivel y las zonas que pueden requerir algo de pericia, como por el tiempo que requiere realizar la ruta. En días nublados o de grandes nevadas no es aconsejable acceder a la zona de cumbres, pues se complica mucho el seguimiento de las marcas y es fácil desorientarse. Para esos días, recorrer el tramo sur puede ser más que suficiente, o elegir otra senda del Parque con menos altitud.
Por otra parte conviene no olvidar llevar agua en la mochila, pues no hay fuentes en todo el recorrido.
Waypoints
Religious site
2,515 ft
Navas de Bureba
Iglesia de la Asunción
Comments (5)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Bien indicada, fácil de seguir en buenas condiciones meteorológicas.
Entorno de la cima con panorámicas destacables.
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Easy to follow
Scenery
Difficult
Magnífica ruta al completo y gran esfuerzo de señalización. Aún así, aviso para otros caminantes: moverse a lo largo de la extensa cresta no es fácil; sobre todo, entorno al pico Ventanas. Salvamos las dificultades gracias al track Wikiloc de Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil. Hoy (20 de diciembre; día frío, pero luminoso) había dos dificultades añadidas: senderos helados en la vertiente norte y un fuerte viento en las cumbres. Ni siquiera pudimos hacer una foto en la "ventana" del roquedo ("donde la foto es inevitable"...), porque nos tiraba el viento. No somos expertos; sólo gente normal. Nos permitimos sugerir a la gente normal especial atención y precaución en toda la cresta. Gracias, de nuevo.
Muchas gracias por los comentarios y advertencias que nunca están de más
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Un sendero precioso. A la altura del Parque natural.
Sigan diseñando rutas. Es una gozada por su acondicionado y su señalización.
Esta ruta tiene de todo: esfuerzo, deleite, marruyeo, vértigo, panorámicas, historia.
Ruta Top
Muchas gracias Dani...que las sigas disfrutando!!!