Prados de Rabaltueras desde el Santuario de Guayente

Ruta circular desde el Santuario de Guayente, aunque también se puede hacer desde Sahún, por el camino de Sorri d'Alto, alrededor del barranco de Surri, pasando por los prados de Rabaltueras y volviendo por el sendero de Barbarisa. En el camino disfrutaremos de bonitas vistas de los bosques del valle, de la Sierra de Chía y, a lo lejos, del Macizo del Aneto.

Salimos del Santuario de Guayente, tomando el camino hacia Sahún, hasta llegar al monumento a los falleros de Sahún y cruzar el barranco Cambra. Atravesamos el pueblo, pasando por la Iglesia de San Juan Bautista, la Plaza Mayor y salimos del pueblo siguiendo la misma calle que pasa por delante de la quesería El Benasqués, por un sendero que indica "Camino de Sorri d'Alto".

El sendero va entre paredes de piedra en seco que rodean fincas y prados hasta llegar al barranco de Surri, aproximadamente a 1.5 Km de Sahún. Cruzamos el caudaloso arroyo por un puente y poco después empezamos a subir por un sendero que indica "Sahún por Rabaltueras" y dejando el sendero que va a Villanova a la izquierda.

El sendero sube entre bosques de abedules y robles hasta llegar a los prados de Rabaltueras: unas bonitas praderas salpicadas de los mismos árboles, con varios abrevaderos y donde pastaban unos caballos. Continuamos subiendo por el sendero, acercándonos poco a poco al barranco de nuevo, lo que nos permite tener buenas vistas del fondo del valle, vestido de colores otoñales, del Cabo Comaguana e, incluso en algún punto, del macizo del Aneto.

A 1 km de Rabaltueras llegamos al punto más alto de la ruta, donde cogemos el desvío de la derecha, que indica hacia Sahún - Barbarisa. Bajamos ligeramente hasta llegar al arroyo del barranco de Surri, que se cruza fácilmente por la Palanca de Llisat.

Desde aquí continuamos subiendo suavemente hasta llegar al cruce con el sendero que lleva de Sahún a Barbarisa. Lo tomamos hacia la derecha y empezamos la bajada hacia el pueblo pasando por el desvío a la ermita de San Pedro Mártir, el horno de cal y la ermita de San Martín. Una vez en el pueblo volvemos hasta el Santuario de Guayente por el mismo paseo de la ida.