Pradoluengo: Senda de la Muñeca por la Cervecera y la Berrugaña *

Como todas las rutas de la Sierra de San Antonio, integrante de la Sierra de la Demanda o de Arandio, la auténtica, resulta espectacular y bonita donde las haya. Recorremos clásicos parajes pradoluenguinos de hayedos y acabales sorprendentes, conocidos, disfrutados y explotados de manera sostenible por lugareños pasados, presentes y, esperemos, también futuros. El hayedo del Acebal con su arroyo trepidante, el nacedero del río Oropesa, y su nexo de unión: la Senda de la Muñeca.

Siguiendo el track no tendrás ningún problema, a no ser que lleves pantalones cortos, poco recomendables en el monte de la zona.

Nos acercamos al parque de la plaza de toros y, desde allí, al refugio de La Pasada, donde se puede dejar el vehículo y ahorrarnos unos 4 km.

Si te mueves sin meter ruido no tardarás en oír al hayedo. No es difícil escuchar bramar al ciervo entre trinos y riachuelos estrepitosos de torrente generoso. Estamos a mediados de Julio, con sentimientos de mayo florido, tardía primavera, la vida se echó a la calle y no quiere volver a casa.

Ascendemos y poco a poco la ligera pendiente nos introduce en un mundo lleno para los sentidos. Aunque el día aprieta calor, vamos protegidos a la sombre de bonitos parajes y frescos hayedos llenos de magia.

En Zelecua (La Piedra Luisito), tomamos la entrada a la senda que nos lleva directamente a la Fuente la Berrugaña, bonito y tranquilo paraje al final de la subida que pide a voces un trago y un bocado.

Una vez que has entrado en la Senda la Muñeca, otro hayedo alegrará tu vista. Disfruta. Un poco más adelante podrás descansar en la mesa junto a la fuente del cruce del Nacedero Te encuentras en uno de los hayedos más emblemáticos de la zona. Mi consejo refrescarte y cambiar el agua que llevas. Este está mucho mejor y refresca el nuevo bocado.

A continuación discurre la senda entre pinos de repoblación para desembocar de nuevo en la parte de arriba del nuevo hayedo que te llevará al cruce con el cortafuegos.

Bajamos unas rampas y cogemos el camino que sale a la derecha, justo donde empieza la rampa de subida de la Zulagaña.

Descendemos siguiendo el cauce ascendente del arroyo de El Acebal hasta su desembocadura en el río Oropesa, en La Pasada. Bajamos con el pinar a un lado y el hayedo al otro. Disfruta del entorno a medida que te internas en un mundo especial, caprichoso y mágico; lleno de luces, aromas y sonidos que te relajarán el ánimo y el espíritu. Aprovecha y no pienses en nada ... solo disfruta de tu entorno y fúndete con él.