PR-MU 55 Pico del Águila (Majal Blanco, Sangonera la Verde)

Todos los PR's del parque municipal Majal Blanco son muy bonitos, los cinco. Todos los he recorrido un buen número de veces y no me canso de hacerlo. El que sube al Pico del Águila combina bosque, umbría, patrimonio y muy buenas vistas.

Junto a la Plaza de las Moreras, donde habremos aparcado, está la carretera de acceso al Aula de Naturaleza Majal Blanco, cortada por una barrera. Aquí veremos el panel de la ruta. Desconozco el motivo de que estas rutas circulares se dividieran en su momento como un itinerario principal y una variante. En este caso el PR-MU 55 y su variante, el 55.1, que sencillamente baja por otro camino distinto al de subida. Lo razonable, a mi entender, es que las rutas, siendo como son circulares, tengan una única nomenclatura.

Durante esta ruta vamos a coincidir con otros senderos: el PR-MU 35, el PR-MU 53 y el PR-MU 34. Pasaremos por el aula de naturaleza, pero antes nos habremos desviado un centenar de metros para asomarnos al Mirador de "El Quemao". Merece la pena asomarnos a este balcón y ver la huerta y la Vega del Segura con las sierras de Espuña, Ricote, la Pila, Abanilla y Orihuela cerrando el horizonte.

Poco después veremos un cartel que señala una antigua cantera con horno y era de molienda, a menos de 300 metros. Como ya está atardeciendo prefiero seguir para llegar arriba con esa bonita luz, así que dejo esta visita para la vuelta.

A pocos metros se bifurca el sendero, y opto por girar a la derecha. Aquí el camino se adentra en la umbría, y los rayos de sol, casi horizontales, otorgan una bella imagen colándose entre los árboles.

La pista asciende con suavidad durante un raro, hasta que de repente se pica hacia arriba en un esforzado tramo, aunque corto. Al llegar a una cadena deberemos girar a la izquierda por un sendero. Un poste direccional nos lo pone muy fácil.

Este sendero es amable, y en un suspiro nos saca a otro camino de tierra, ya en la parte alta de la sierra, entre tablas de almendros y pozos vallados para evitar caídas. Tras alguna que otra subida y bajada nos plantamos en la base de la cima, donde otro oportuno poste nos indica la subida, muy corta.

Estamos en el Pico del Águila, a 637 msnm, punto más alto del Majal Blanco. Al este vemos la cadena montañosa del Valle Perdido, con la Asomada, el Relojero, la Cresta del Gallo, Columbares y otras cumbres. Más allá, la Sierra de Orihuela. Al sur, el Mar Menor, el Campo de Cartagena, las abruptas montañas de la línea de costa, el Roldán, la Muela, Peñas Blancas… Al oeste las sierras de Carrascoy y Espuña, y al norte las de Ricote y la Pila, con la ciudad de Murcia en mitad del valle.

Es una gozada disfrutar de esta cima al atardecer.

De vuelta al camino giramos a la derecha. Sin pérdida, acabaremos en el cruce de los Arejos para girar a la izquierda y cerrar el círculo en el punto de la bifurcación. Desde aquí la vuelta a la Plaza de las Moreras se hace por el mismo camino de la ida, pero ahora sí que me desvío a la izquierda para visitar la cantera de yeso, el horno y la era de molienda. Sin duda merece la pena hacer la visita, que no nos robará más de diez minutos entre llegar, echar un vistazo y retomar el camino.

Ya con la caída definitiva de la luz, los últimos minutos los hago en la penumbra. Las farolas visten el paisaje de luces naranjas. Poco más de dos horas y diez kilómetros por una sierra pequeña, muy bonita y casi vacía de gente es todo lo que he necesitado para terminar en positivo esta jornada laboral.