PR-MU 50 Sendero de la Cresta del Gallo por Los Lages (Los Garres, Murcia)

He perdido la cuenta de las veces que he hecho esta ruta. En realidad de casi todos los PR's del Valle. Están muy a mano, sí, pero sobre todo es porque son itinerarios muy bonitos.

Este PR-MU 50 tiene su exigencia física, ya que en un par de kilómetros hay que ascender cerca de cuatrocientos metros.

Sin embargo, salvo algún tramo más empinado, en general la senda se deja caminar con mucha comodidad y poca fatiga. Además, se introduce de lleno en la umbría de la Cresta del Gallo, con una generosa masa vegetal y rincones muy bonitos entre grandes piedras, como el Paso del Lobo, donde han puesto un belén muy cuco.

Casi sin tregua avanzamos por el sendero, con sus requiebros leves pero constantes. Podemos disfrutar del interior de la sierra, aunque si miramos hacia atrás y a la izquierda tendremos varios puntos con buenas panorámicas de Murcia.

Salimos al camino asfaltado que lleva a la Cresta del Gallo y lo cruzamos para tomar el sendero que hay enfrente. Tras un primer repecho por un suelo muy roto conectamos son una senda mejor que zigzaguea en un ascenso con una pendiente mucho menor. Al final vuelve a inclinarse algo, aunque no demasiado, y en una bifurcación, ya bajo el mirador, giramos a la izquierda, hacia el bosque de pinos.

Aquí la senda está delimitada por piedras, y es muy agradable el entorno. Salimos a la explanada de la Cresta del Gallo, donde decenas de sillas y mesas de piedra conforman esta área recreativa, presidida y vigilada por La Panocha, uno de los emblemas montañeros de la capital murciana.

Unos pasos más y llegamos al aparcamiento y al mirador, donde se obtienen muy buenas vistas de Murcia y más allá. Aquí confluyen otros dos senderos de pequeño recorrido: el PR-MU 49, que viene desde La Tana, y el PR-MU 21 Veteranos 92, que con inicio en La Alberca conquista el Relojero y finaliza también aquí, en la Cresta del Gallo.

Tras unos minutos de descanso y contemplación, regresamos por el mismo sendero. Ahora serán las vistas de la ciudad las que tendremos de cara, pero también disfrutaremos de otra perspectiva, como la que ofrece esa muela roja que se eleva sobre nuestros pasos cuando estemos ya en la parte baja de la ruta.

Una ruta imprescindible para conocer esta hermosa zona de nuestro Parque Regional del Valle y Carrascoy.