PR-CV 329 Ruta del Salt (Nàquera)
near Náquera, Valencia (España)
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Trail photos
Itinerary description
La ruta del Salt en Nàquera es un sendero de pequeño recorrido homologado bajo la nomenclatura PR-CV 329 que discurre por la Serra Calderona y que posee un elevado interés paisajista y botánico pese al devastador incendio del año 2004 que calcinó grandes áreas de esta zona. El incendio de aquel año no sólo ha quedado presente en esta ruta en forma de notable ausencia de las grandes masas boscosas que antaño había, sino también en la presencia de numerosos carteles informativos sobre estos desgraciados accidentes y que tratan de ilustrar cómo son los trabajos de repoblación. El sendero está trazado prácticamente en su totalidad sobre anchas pistas forestales y cortafuegos, algo que consigue que la ruta del Salt sea muy sencilla e ideal para los senderistas que se inician en esta actividad. Además, el sendero está muy bien señalizado con paletas de direcciones y marcas blanquiamarillas, lo que permite que completar la ruta sea muy sencillo incluso si no se dispone de ningún dispositivo de geolocalización.
Según la página web de la FEMCV dedicada al sendero, la ruta del Salt parte de la Plaça de l’Ajuntament de Nàquera, sin embargo la existencia de obras en el día de la realización de esta ruta nos hizo mucho más aconsejable aparcar cerca del edificio municipal multiusos de la localidad, al lado del Barranc del Sirer, y comenzar la excursión desde este punto, andando en dirección norte hacia la rotonda de la carretera CV-310. En esa misma rotonda, junto a una paleta de direcciones, encontramos una señal que reza “Camí del Salt”, así que seguimos la indicación y adentrarnos en la pista. En apenas doscientos metros nos topamos con un cartel que informa sobre el perfil de la ruta y alguno de los hitos de la misma y que marca una bifurcación de caminos. Nosotros tomamos el camino de nuestra izquierda y nos adentramos en una senda botánica que, aunque algo descuidada, nos permitió obtener más información sobre la flora del lugar. Caminando algo más llegamos al Barranc del Arquet, punto en el que hay instalado otro cartel explicativo sobre las especies vegetales que nos rodean.
Tras abandonar el barranco, seguimos la senda muy bien señalizada gracias a las marcas blancas y amarillas que aparecen pintadas en las cortezas de los pinos carrasco o sobre las piedras de rodeno. Comenzamos a ascender hacia el observatorio de El Fenassar, mientras nos asombramos de la perspectiva que vamos adquiriendo sobre la Calderona. Hacia el norte ya podemos ver Serra, su castillo y el monte Rebalsadors, y en dirección sur hay un enorme bosque de pinos. Eso sí, los efectos del incendio del 2004 aquí son muy visibles, ya que apenas hay pinos o carrascas, lo que queda es casi todo monte bajo (romero, jaras, lentisco, enebro, aliaga, …), tan sólo destacan algunos madroños que destacan por los vistosos colores de sus frutos. Precisamente en el observatorio de El Fenassar encontramos un par de carteles con el fuego y los incendios como protagonistas cuya lectura si vais por aquí os recomiendo.
Abandonado el observatorio, seguimos ascendiendo con una ligera pendiente hasta llegar a la zona recreativa del Fenassar, lugar desde el que se puede apreciar la llanura del Turia. De nuevo, allí nos encontramos paneles informativos sobre los incendios y sus efectos sobre la montaña. Después de la visita al área recreativa, retomamos el ascenso siguiendo siempre la paleta de direcciones que marca “Pí del Salt” hasta llegar a un depósito de agua, punto en el que viramos hacia la izquierda.
Hay casi medio kilómetro desde la última bifurcación hasta el Pí del Salt. Este monumental árbol de más de cuatro metros de longitud, veinte de diámetro de copa y de unos 150 años de edad preside el paraje conocido como los muros de piedra seca, una antigua cantera. En el fondo, la imponente Mola de Segart contempla este curioso escenario en el que nos recreamos durante unos minutos.
Seguimos andando, ahora hacia el mirador sobre el barranc del Salt. Allí nos espera una interesante formación geológica: el sinclinal del Salt, un enorme pliegue de las rocas en forma de “U”. Después de fotografiar el lugar y leer el cartel explicativo sobre el sinclinal del Salt, nos volvimos por el mismo camino que nos había traído hasta aquí pero cuando llegamos a la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, en dirección a la Font de l’Or. De camino a la fuente, pudimos volver a admirar el Pí del Salt y en algunos puntos del camino se avistaba el golfo de Valencia. Pese a las vistas, este tramo de la ruta del Salt es el menos interesante porque para llegar a la fuente hay que atravesar una zona muy urbanizada y que, por tanto, pierde toda la belleza de la montaña. Además, la fuente está muy industrializada ya que en ella han instalado un motor. No obstante, debe tratarse de agua muy valorada, ya que encontramos a muchas personas haciendo cola para llenar garrafas. Al finalizar la visita ala Font de l’Or, desandamos nuestros pasos y en un cruce de caminos tomamos el que salía a nuestra izquierda y que pasa por delante de un pozo. Por esta camino subimos hasta el depósito de agua que ya vimos a la ida para después seguir por una pista a nuestra izquierda. Caminamos por esta pista durante unos dos kilómetros, mientras nos recreábamos admirando los montes de la Calderona que quedaban a nuestra derecha, hasta regresar de nuevo a Nàquera.
Según la página web de la FEMCV dedicada al sendero, la ruta del Salt parte de la Plaça de l’Ajuntament de Nàquera, sin embargo la existencia de obras en el día de la realización de esta ruta nos hizo mucho más aconsejable aparcar cerca del edificio municipal multiusos de la localidad, al lado del Barranc del Sirer, y comenzar la excursión desde este punto, andando en dirección norte hacia la rotonda de la carretera CV-310. En esa misma rotonda, junto a una paleta de direcciones, encontramos una señal que reza “Camí del Salt”, así que seguimos la indicación y adentrarnos en la pista. En apenas doscientos metros nos topamos con un cartel que informa sobre el perfil de la ruta y alguno de los hitos de la misma y que marca una bifurcación de caminos. Nosotros tomamos el camino de nuestra izquierda y nos adentramos en una senda botánica que, aunque algo descuidada, nos permitió obtener más información sobre la flora del lugar. Caminando algo más llegamos al Barranc del Arquet, punto en el que hay instalado otro cartel explicativo sobre las especies vegetales que nos rodean.
Tras abandonar el barranco, seguimos la senda muy bien señalizada gracias a las marcas blancas y amarillas que aparecen pintadas en las cortezas de los pinos carrasco o sobre las piedras de rodeno. Comenzamos a ascender hacia el observatorio de El Fenassar, mientras nos asombramos de la perspectiva que vamos adquiriendo sobre la Calderona. Hacia el norte ya podemos ver Serra, su castillo y el monte Rebalsadors, y en dirección sur hay un enorme bosque de pinos. Eso sí, los efectos del incendio del 2004 aquí son muy visibles, ya que apenas hay pinos o carrascas, lo que queda es casi todo monte bajo (romero, jaras, lentisco, enebro, aliaga, …), tan sólo destacan algunos madroños que destacan por los vistosos colores de sus frutos. Precisamente en el observatorio de El Fenassar encontramos un par de carteles con el fuego y los incendios como protagonistas cuya lectura si vais por aquí os recomiendo.
Abandonado el observatorio, seguimos ascendiendo con una ligera pendiente hasta llegar a la zona recreativa del Fenassar, lugar desde el que se puede apreciar la llanura del Turia. De nuevo, allí nos encontramos paneles informativos sobre los incendios y sus efectos sobre la montaña. Después de la visita al área recreativa, retomamos el ascenso siguiendo siempre la paleta de direcciones que marca “Pí del Salt” hasta llegar a un depósito de agua, punto en el que viramos hacia la izquierda.
Hay casi medio kilómetro desde la última bifurcación hasta el Pí del Salt. Este monumental árbol de más de cuatro metros de longitud, veinte de diámetro de copa y de unos 150 años de edad preside el paraje conocido como los muros de piedra seca, una antigua cantera. En el fondo, la imponente Mola de Segart contempla este curioso escenario en el que nos recreamos durante unos minutos.
Seguimos andando, ahora hacia el mirador sobre el barranc del Salt. Allí nos espera una interesante formación geológica: el sinclinal del Salt, un enorme pliegue de las rocas en forma de “U”. Después de fotografiar el lugar y leer el cartel explicativo sobre el sinclinal del Salt, nos volvimos por el mismo camino que nos había traído hasta aquí pero cuando llegamos a la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, en dirección a la Font de l’Or. De camino a la fuente, pudimos volver a admirar el Pí del Salt y en algunos puntos del camino se avistaba el golfo de Valencia. Pese a las vistas, este tramo de la ruta del Salt es el menos interesante porque para llegar a la fuente hay que atravesar una zona muy urbanizada y que, por tanto, pierde toda la belleza de la montaña. Además, la fuente está muy industrializada ya que en ella han instalado un motor. No obstante, debe tratarse de agua muy valorada, ya que encontramos a muchas personas haciendo cola para llenar garrafas. Al finalizar la visita ala Font de l’Or, desandamos nuestros pasos y en un cruce de caminos tomamos el que salía a nuestra izquierda y que pasa por delante de un pozo. Por esta camino subimos hasta el depósito de agua que ya vimos a la ida para después seguir por una pista a nuestra izquierda. Caminamos por esta pista durante unos dos kilómetros, mientras nos recreábamos admirando los montes de la Calderona que quedaban a nuestra derecha, hasta regresar de nuevo a Nàquera.
Waypoints
Comments (3)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Una ruta muy agradable, sin dificultad, perfecta para un paseo tranquilo
Sí, pese a no ser una ruta con grandes pretensiones es un agradable paseo.
¡Gracias por comentar!
Paseo ameno y terreno sencillo, para una buena ruta tranquila.