PR 6 'Memoria Viva', Martim Longo
near Martim Longo, Faro (Portugal)
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Trail photos
Itinerary description
10.11.19 Sendero PR 6 “Memoria Viva”+ Feria de la Perdiz de Martim Longo. senderosconfinalfeliz.es.tl
El recorrido es circular, de unos 14 kilómetros, y recorre cinco freguesias de Alcoutim: Martin Longo, Silgado, Diogo Dias, Azinhal y Barrada. Tengo que decir, para mi sorpresa, que el recorrido se encuentra perfectamente señalizado. Freguesia es el nombre que en los países lusófonos se da a las organizaciones administrativas en las que se divide un municipio o concelho, en este caso el concelho de Alcoutim. La traducción literal es ‘feligresía’, pero también se puede traducir como parroquia, pedanía, distrito o barrio, según los casos. Las freguesias portuguesas son las representantes civiles de las antiguas parroquias católicas que surgieron muchas veces de las unidades eclesiásticas medievales. En el pasado, el término freguês servía para designar también a los parroquianos o feligreses, los cuales eran fregueses, por así decirlo, del párroco. En Portugal existen 3091 freguesias, con territorios que pueden pasar de los 100 km² o pueden ser de solo algunas hectáreas, la población va de decenas a decenas de millares de habitantes. A los municipios les compete la sugerencia a la Asamblea de la República de creación de nuevas freguesias en su territorio. El número máximo de éstas es de 61.
Nosotros dejamos el coche junto a la iglesia de Martim Longo y nos dirigimos a Silgado, a unos tres kilómetros, una aldea abandonada, con sus casas semiderruidas. En la aldea puedes observar varios hornos de pan. Me pareció maravilloso su abandono, porque es como una fotografía en blanco y negro de una forma de vida, que permanece allí, en su quietud, degradándose bajo el paso del tiempo.
El siguiente destino fue Diogo Dias, a kilómetro y medio, aldea situada sobre un altozano, habitada, llena de perros, con un precioso lavadero en su parte posterior. A dos kilómetros y medio se encuentra un molino de viento que no llegamos a visitar. Desconozco su estado.
De Diogo Dias nos marchamos a Azinhal (no confundir con el que se encuentra próximo a Odeleite). En el camino podrás observar en sendos altozanos dos molinos de viento en ruinas. Ojalá a alguien se le ocurriera restaurarlos para valorizarlos como enclaves etnológicos de interés turístico para una zona per se deprimida. Azinhal también tiene su lavadero, sus cuestas, la aldea se encuentra habitada, aunque por personas mayores. Las huertas que la circundan son encantadoras. Los lugareños aprovechan hasta la última gota de agua para poner en marcha cultivos de supervivencia.
De Azinhal a Barrada. Barrada, junto con Martim Longo, son las únicas poblaciones con cafetería y restaurante. Aprovechamos para tomar algo en una cafetería a pie de la N-124, justo a la entrada de Barrada. El restaurante O’Chaparral se encuentra algo más arriba. Dejamos la carretera y dimos una vuelta por el pueblo. Hay un museo en la parte superior en situación de abandono. Del museo sale un camino que vuelve a la N-124, a unos cien metros por encima de O’Chaparral. De ahí sale el camino de vuelta. Este trayecto es el más bonito de la ruta, pues transcurre junto al bosque de galería de un barranco, con pinos en la parte superior. El camino vuelve a salir a la carretera entre Martim Longo y Silgado. Ya es cuestión de repetir el camino de vuelta de nuestra primera etapa. El trayecto permite conocer de primera mano las maravillosas construcciones y costumbres locales portuguesas. Ahora comprendo por qué llaman al PR 6 “Memoria Viva”.
De vuelta a Martin Longo, una freguesía portuguesa del concelho de Alcoutim, con 1.384 habitantes, visitamos la Feria de la Perdiz. El nombre de la feria, dedicada a la caza en general, se debe al hecho de que la perdiz roja, reina de la caza menor, es particularmente común en esta región a pesar de haber sufrido un marcado declive en la Península Ibérica.
El recorrido es circular, de unos 14 kilómetros, y recorre cinco freguesias de Alcoutim: Martin Longo, Silgado, Diogo Dias, Azinhal y Barrada. Tengo que decir, para mi sorpresa, que el recorrido se encuentra perfectamente señalizado. Freguesia es el nombre que en los países lusófonos se da a las organizaciones administrativas en las que se divide un municipio o concelho, en este caso el concelho de Alcoutim. La traducción literal es ‘feligresía’, pero también se puede traducir como parroquia, pedanía, distrito o barrio, según los casos. Las freguesias portuguesas son las representantes civiles de las antiguas parroquias católicas que surgieron muchas veces de las unidades eclesiásticas medievales. En el pasado, el término freguês servía para designar también a los parroquianos o feligreses, los cuales eran fregueses, por así decirlo, del párroco. En Portugal existen 3091 freguesias, con territorios que pueden pasar de los 100 km² o pueden ser de solo algunas hectáreas, la población va de decenas a decenas de millares de habitantes. A los municipios les compete la sugerencia a la Asamblea de la República de creación de nuevas freguesias en su territorio. El número máximo de éstas es de 61.
Nosotros dejamos el coche junto a la iglesia de Martim Longo y nos dirigimos a Silgado, a unos tres kilómetros, una aldea abandonada, con sus casas semiderruidas. En la aldea puedes observar varios hornos de pan. Me pareció maravilloso su abandono, porque es como una fotografía en blanco y negro de una forma de vida, que permanece allí, en su quietud, degradándose bajo el paso del tiempo.
El siguiente destino fue Diogo Dias, a kilómetro y medio, aldea situada sobre un altozano, habitada, llena de perros, con un precioso lavadero en su parte posterior. A dos kilómetros y medio se encuentra un molino de viento que no llegamos a visitar. Desconozco su estado.
De Diogo Dias nos marchamos a Azinhal (no confundir con el que se encuentra próximo a Odeleite). En el camino podrás observar en sendos altozanos dos molinos de viento en ruinas. Ojalá a alguien se le ocurriera restaurarlos para valorizarlos como enclaves etnológicos de interés turístico para una zona per se deprimida. Azinhal también tiene su lavadero, sus cuestas, la aldea se encuentra habitada, aunque por personas mayores. Las huertas que la circundan son encantadoras. Los lugareños aprovechan hasta la última gota de agua para poner en marcha cultivos de supervivencia.
De Azinhal a Barrada. Barrada, junto con Martim Longo, son las únicas poblaciones con cafetería y restaurante. Aprovechamos para tomar algo en una cafetería a pie de la N-124, justo a la entrada de Barrada. El restaurante O’Chaparral se encuentra algo más arriba. Dejamos la carretera y dimos una vuelta por el pueblo. Hay un museo en la parte superior en situación de abandono. Del museo sale un camino que vuelve a la N-124, a unos cien metros por encima de O’Chaparral. De ahí sale el camino de vuelta. Este trayecto es el más bonito de la ruta, pues transcurre junto al bosque de galería de un barranco, con pinos en la parte superior. El camino vuelve a salir a la carretera entre Martim Longo y Silgado. Ya es cuestión de repetir el camino de vuelta de nuestra primera etapa. El trayecto permite conocer de primera mano las maravillosas construcciones y costumbres locales portuguesas. Ahora comprendo por qué llaman al PR 6 “Memoria Viva”.
De vuelta a Martin Longo, una freguesía portuguesa del concelho de Alcoutim, con 1.384 habitantes, visitamos la Feria de la Perdiz. El nombre de la feria, dedicada a la caza en general, se debe al hecho de que la perdiz roja, reina de la caza menor, es particularmente común en esta región a pesar de haber sufrido un marcado declive en la Península Ibérica.
Waypoints
Geocache
1,045 ft
Cruce Poseur
Abandonamos la carretera a la altura de las instalaciones de Proseur.
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